¡Que viva la lectura!

Es impresionante lo que se está haciendo en nuestro país en materia editorial y de distribución de libros, recientemente el viceministro de Fomento para la Economía Cultural anunció que en el año 2.011 se imprimierieron en la Imprenta para la Cultura del Gobierno Bolivariano de Venezuela más de seis millones de libros correspondientes a 720 títulos.

Demás está decir, parafraseando a Bolívar, que una sociedad dejará de ser un instrumento ciego de su propia destrucción en la medida en que se haga una sociedad culta (y no me refiero a los cánones de la cultura burguesa), el conocimiento, la investigación, la literatura son todos elementos que se corresponden con una sociedad que cuestiona el mundo en su actual estado y que por ello tiene posibilidad de transformarlo, recordemos que no se transforma nada desde el desconocimiento, fundamentalmente porque el desconocimeinto no permite el cuestionamiento.

Por estas sencillas razones es que los gobiernos derechistas, en cualquier parte del mundo, viven muy preocupados por la reducción sistemática y permanente de los presupuestos para educación formal y dedican cifras simbólicas a la edición masiva de libros, especialmente de libros con profundo contenido político, social e histórico; no es en balde que las principales sociedades de consumo tengan alarmantes niveles de ignorancia en sus adolescentes y adultos jóvenes, para ejemplo proponemos investigar a la sociedad norteamericana y lo que responden, en términos generales estadísticos, a preguntas sobre literatura universal, geografía, historia entre otras materias de eso que se suele llamar “cultura general”.

Y por este mismo motivo es altamente positivo el esfuerzo y ejecución de una política como la del gobierno nacional venezolano en materia de difusión de la lectura lo cual incluye la impresionante cifra de impresión, el esfuerzo en la distribución gratuita y en la distribución a módicos precios, a través de la red de Librerías del Sur, sin obviar a la cada vez más famosa y reconocida Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN).

Queda claro entonces que la lectura no es solo una vía expedita para la adquisición de conocimiento o una fuente de sano esparcimiento sino que además es, sin lugar a dudas, una herramienta muy poderosa para la liberación social y por eso las clases dominante desde tiempos remotos han hecho arder en enormes piras grandes cantidades de libros, o han dejado de editarlos o han recortado presupuestos o han implementado la famosa política de “huir hacia adelante” masificando un tipo de lectura bofa, con una alta dosis de ideología burguesa, que distrae y embelesa pero que ni educa ni forma; me refiero a gran parte de esa “literatura” que se ha dado en llamar de “autoayuda”.

Cuando recuerdo los libros de Saramago, de Herrera Luque, de García Márquez, de Alejo Carpentier o a los poemas de Benedetti, Neruda o Lorca, a los invaluables textos de educación política de Marx, de Engels, de Lenin, o de autores venezolanos de mucho peso en las ciencias sociales contemporáneas como Losada Aldana o Vladimir Acosta (por solo nombrar a algunos), no puedo más que decir ¡que viva la lectura!.

Edgar Meléndez

Militante del PCV

www.twitter.com/edgarmelendez79


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Edgar Meléndez


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