Pero si comparamos la Feria de Isea con la del alcalde Bastidas, la conclusión es que la de Bastidas fue mil veces más efectiva porque llegó el pernil a la gente por orden de llegada; en la Feria del “gober” brillo por su ausencia el orden, la decencia, muy poca seguridad y una desorganización campante. Con gente en cola por todos lados, con número, sin numero etc… Feria Navideña Loca!!!
Para rematar ese desastre donde la gente furiosa hizo que la poca seguridad que había, se desapareciera del sitio, y gritando todo tipo de consignas contra el gobernador, en ese momento tumbaron los furiosos e impotentes seres presentes, una cerca alfajol, un portón y se metieron como locos, desesperados y se armó el desastre hasta peleas de mujeres, mentadas de madre, patadas y coñazos; dios mío!!!
Ahora, la cosa no termina ahí, pues en medio de aquel desastre navideño, la gente comenzó a darse cuenta que por el estacionamiento de la gobernación tenían entrada solo empleados del “gober” y la locura se multiplicó al ver como los empleados de la gobernación pasaban con tres perniles y los de las colas cercanas gritaban de todo, ya para ese momento si tenias numero no servía de nada. Que feria tan demostrativa de una buena gestión.
Mi pobre suegra, que se fue a las 12 de la noche tenía el numero 150. Pero a las 8 de la mañana ya se estaba agotando el pernil y apenas quedaba pollo, a las 8:30 de esa loca mañana de Feria “Navideña” se agotó todo. Mi suegra luego de su “epopeya” llegó con una bolsita de leche, más triste que muchacho sin regalo en diciembre. En estos días leí un artículo de Manuel Quijada en Últimas Noticias que se llama “Gobernadores”, en el acto lo recordé cuando mi suegra me contó lo pobre de la feria navideña de Aragua.
Yo me fui a las 5 de la mañana y al ver ese desastre, con más de 5000 personas en las colas y autobuses de otros estados, pensé que no tenía vida y di varias vueltas por los alrededores a ver qué podía hacer y que va, me fui para mi casa muy triste porque tenía la esperanza de comprar mi pernilito, pero Isea se empeña en burlarse del pueblo aragüeño que lo montó. ¿ Que le costaba hacer bien las cosas? ¿Porque no había pernil para tirar al techo?
Mientras tanto, Mardo sigue apareciendo todos los días en el diario El Siglo y la gente que lo ve, puede ser que se vea en la obligación por arrechera o por ignorancia de pensar “voy a votar por Mardo para pasarte factura gober” y entonces gracias a Isea se abra coleado un escuálido de Primero Justicia, como gobernador y diremos los revolucionarios “que dios nos agarre confesados”.
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(*) Lic.
