El Pobre Rico que Odia al Pobre

¡Caramba, hay que ver..!, pero en harás de mi paz mental, mejor sería no hacerlo...

Viendo, escuchando, y sintiendo algunas expresiones "ciudadanas" recogidas por los medios de comunicación y las que desafortunadamente se perciben de manera directa, tanto en esos días más aciagos de abril como las que aún se suceden, realmente queda uno sorprendido por tan elevado nivel de ira manifiesta en algunas personas. Ciertamente uno se pregunta como pudo haberse gestado tanto odio y rechazo, en mi parecer desmedido e incomprensible..., y tan sólo en tres años...

Digo que no comprendo, porque por más que trate no encuentro razones reales o por lo menos distintas a las que siempre ha sufrido nuestro país. Algunos dicen que Venezuela está en peor situación, tan sólo porque perciben ahora lo que antes ignoraban, muchos de manera consiente, y me parece que tanto más elevada será la furia, cuanto más haya sido la ignorancia que sobre la realidad social de nuestro país se haya tenido, y cuando se actúa sin conocimiento de causa, cuando se desprecia lo que poco se conoce, es fácil caer en la injusticia, en el egotismo colectivo.

Es tan fácil percatarse de lo que es visible, pero se necesita querer verlo, mas allá de una simple observación. Valdría la pena preguntarle a muchos, lo que entienden por pobreza, qué significa tal condición, qué implica, qué supone. El hombre moderno, desgraciado por ser dependiente de un progreso que lo condena, que lo lleva a consumir todo lo que la modernidad ofrece, sólo se siente afortunado cuando logra con relativo éxito ajustarse al sistema de vida actual, pero ello supone que en la mayoría de los casos deba someterse a patrones establecidos que le restan dominio sobre su propio destino, pero no se trata de elegir sí uno se somete o no a un estilo de vida que le permita, en el mejor de lo casos, ser parte de una clase media acomodada, es más complicado aún, porque la gran mayoría tan sólo tiene un camino, el de la pobreza.

Es quizás cuando uno entiende lo que significa ser pobre, cuando se percata que la diferencia entre pobres y ricos es la existencia misma; es vivir o morir. No se le puede pedir a un muerto que resucite, como tampoco se puede esperar que una mayoría sumida en la pobreza, cuyo componente más dramático es la carencia material y la imposibilidad de valerse por si mismos, surja de la nada. Un acomodado que caiga en la desgracia de la "pobreza", tan sólo es porque pierde aquellas riquezas que algún día tuvo, pero sus capacidades para resurgir quedan intactas y eventualmente podría conseguirlo, pero aquel pobre que nazca pobre, casi irremediablemente vivirá como tal.

Entonces, ¿Por qué tanta ira?. Para entenderlo primero se debe reconocer el enfrentamiento entre una clase social acomodada, que teme perder sus privilegios de siempre, y una clase deprimida que teme perder la esperanza que recientemente ha logrado conseguir. Hay que asumir que el odio manifiesto tiene su origen en el miedo, y este a su vez, en la ignorancia.

Claro que uno puede suponer que la manipulación mediática a través de la reiterada repetición de mensaje maquiavélicamente diseñados y la sublimación de los mismos, como estrategia psicológica comprobada, puede inducir pensamientos y comportamientos programados con un fin, pero aún así uno supone que no puede haber tantos insulsos respondiendo favorablemente a esas estrategias psicológicas, debe haber algo más que permita que éstas tengan éxito.

Quizás la razón para tanta furia no tenga que ver con el contenido del mensaje, ni con la cuidadosa planificación de esa guerra psicológica, quizás la razón es que ese odio existió siempre y que tan sólo algunos patanes de mente corta, en un desafuero oportunista, tuvieron la descabellada idea de explotar como una forma de plantear su ideas y propósitos. Oportunidad que sólo tienen porque antes un presidente, hizo aparecer en escena, como en un acto de magia, una mayoría olvidada, relegada y utilizada.

Si se acepta la idea de que tal odio ha existido desde tiempos inmemoriales, entonces sería necesario analizar esta realidad desde un punto de vista histórico, estudiando las causas en los orígenes de nuestra sociedad, sin embargo, siendo un tema profundo, del cual no tengo dominio, no podría encontrar esa compresión tan anhelada de esta manera. En todo caso, poco importan sus orígenes si el odio es el que muestra el camino, poco importa si no hay voluntad para acabar con un mal que nos afecta a todos.

De todo lo anterior surgen dos aspectos claves. Primero la clave para que un rico entienda que la pobreza no es una condición humana despreciable por si misma, es una realidad social, que cuando llega a los niveles como los de la Venezuela actual, las consecuencias afectan dramáticamente el normal desenvolvimiento de la sociedad, y en consecuencia, la suya propia. La segunda clave es que la pobreza sólo puede ser combatida rompiendo el ciclo que ésta produce, para ello es necesario, entre otras cosas:

a.. Voluntad política concertada, con plena conciencia del efecto negativo que tiene la pobreza para el desarrollo nacional, que permita inducir a la vez sentimientos de solidaridad generalizados en la población civil acomodada, a través de estrategias comunicacionales por medios de difusión masivos.

b.. Planes nacionales de continua vigencia y con fuerte base jurídica, que obligue a asumir la pobreza como un problema de estado real y no como la retórica filosófica, de marcado contenido religioso, que habla de ricos y pobres en términos bíblicos.

c.. Crear núcleos de educación técnica especializada para favorecer la asimilación de los conocimientos implícitos en las tecnológicas transferidas (o importadas simplemente) desde países industrializados, copiando modelos tecnológicos ya establecidos y su eventual desarrollo hacia estadios de mayor avance a partir de éstas. Esto permitiría, a mediano y largo plazo, ampliar la base empresarial productiva a través de la pequeña y mediana industria, sobre todo en el sector primario y secundario, donde tenemos la ventaja de poseer materia prima abundante, espacio geográficos con diversas características climáticas, recursos energéticos diversos y confiables.

d.. Medicina preventiva y curativa entendida desde la perspectiva de la salud humana integral, esto supone el deporte y la recreación en general como aspecto importante para lograr, además de la salud física, la mental.

e.. Refuerzo psicológico dirigido al autoestima, tanto desde el punto de vista de las capacidades humanas propias, (el ser humano como individuo), como desde el punto de vista colectivo, al propender la identificación con los valores culturales nacionales (nacionalismo moderado), siempre en perspectiva global.

f.. Programas sociales de fuerte carácter económico que permitan sustentar temporalmente a una población incapaz de valerse por si misma.

g.. Estrategias educacionales (educación para el trabajo) dirigidas a las nuevas generaciones y con efectos esperados a largo plazo para evitar falsas expectativas.

h.. Amor y más amor, conciencia y más conciencia, porque todos somos iguales, porque todos vemos nacer a nuestros hijos (negritos o catiritos) con la ilusión de una vida hermosa para ellos, y ellos a su vez, quieren vernos morir sabiendo que hemos vivido con plena satisfacción. ¿Es qué acaso no es lo que todos deseamos?

Amigos que decir de nuestros pobres compatriotas, de aquellos seres humanos como nosotros, cuya frustraciones se convierten en temores y sus temores en una forma de vivir, ellos no tienen consuelo, solo la eterna desgracia de tener que vivir con miedo a morir sin haber vivido. Eso podría cambiar, pero depende de todos y de cada uno de nosotros...



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