La planificación y su naturaleza popular

Permítanme insistir en el tema de la Planificación Estratégica y la necesidad de continuar propiciando  la participación del pueblo en ella, como herramienta fundamental para la efectiva elaboración y ejecución de los planes de transformación de esta sociedad, la cual avanza en la transición hacia el socialismo. Precisa Orlando Borrego, en su libro, El trabajo de dirección en el socialismo: “…constituye un reto el incrementar al máximo la participación de las masas en la planificación, de tal forma que aporten, no sólo sus valiosas experiencias al desarrollo de la economía nacional, sino sus posibilidades de inventiva y creatividad, con el fin de ganar escalones más altos en la eficiencia económica del país”. Y además, agrego yo, en la eficiencia política, social, cultural y hasta psicológica, en el logro de la formación integral del hombre nuevo, de la mujer nueva; en el camino hacia la nueva sociedad libre y soberana.  

También lo destacó en su momento, Ernesto “CHE” Guevara. En el libro de Borrego, citado anteriormente, el autor lo recuerda de la siguiente manera: “En un régimen de dirección consciente como el socialismo, hablar de planificación significaba algo más amplio, en relación con el sistema de dirección, que considerar en un plan las necesidades puramente económicas de la sociedad. Se trataba según él (El Che), de conocer, con la participación plena del pueblo y particularmente de los trabajadores, con el auxilio de los medios automatizados de información y cálculo, y la inteligente dirección política del país, el conjunto de necesidades económicas, culturales y espirituales que sería necesario satisfacer, y adecuándola a los recursos disponibles, conformar la proyección socioeconómica para el periodo de tránsito al socialismo”. 

La planificación en la transición socialista, viene entonces a jugar un papel fundamental en el desarrollo de la construcción del socialismo. Basándonos en las propuestas de Borrego y en la visión futurista y acertada del Che; es el pueblo,  el poder popular, quien debe sostener la convicción en torno a que el futuro deseado es posible. Ahora bien, para ello importante es seguir preparándonos y formándonos, alimentar y desarrollar esa conciencia revolucionaria. Para lograrlo, es necesario abrir paso y canalizar las potencialidades humanas, que como hemos dicho en otras oportunidades, se desatan, salen a flote, en el proceso revolucionario; lo que nos permitirá una mayor y mejor capacidad organizativa, en la vanguardia y en las masas, para dirigir realmente nuestro propio destino. 

Entonces, la planificación con la participación popular nos asegura que, además de contar con las estadísticas necesarias (diagnósticos técnico-sociales, indicadores sociales, etc.) y la logística del caso; se incorpora un elemento fundamental: la experiencia del pueblo, que asegurará una visión consciente, en perspectiva y oportuna de las necesidades sociales que hay que satisfacer. Aquí es necesario volver a Borrego: “…el elemento humano es lo fundamental y que el proceso de planificación ha de basarse en el aprovechamiento de las capacidades y especiales habilidades de los que dirigen y de los que trabajan en la confección de los planes, pero más importante aún en las capacidades y habilidades de los trabajadores que tendrán que llevar a feliz término la ejecución de dichos planes”. 

Por lo tanto, cada día debemos tener, como pueblo, una mayor conciencia revolucionaria; consciente, del gran compromiso que tenemos por delante. Como lo hemos dicho antes, la conciencia es la palanca fundamental en todo este proceso, la cual debe crecer y reproducirse como producto del trabajo revolucionario, como consecuencia de la teoría y la práctica revolucionaria. Por tanto, hay que seguir estudiando, analizando, fortaleciendo la conciencia revolucionaria, ya que, como plantea el profesor y filósofo Fernando Martínez: “… el plan es producto de la conciencia organizada, que tiene el poder y conoce los límites de la voluntad, los datos de la realidad y las fuerzas que tiene a favor y en contra…”. 

En lo que a organización se refiere, hemos venido dando pasos importantes. Allí  está nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fortaleciendo su estructura organizativa. Es importante destacar la organización de los consejos comunales y de la estrecha y articulada relación existente entre ese Poder Popular y el gobierno bolivariano; y más recientemente, los importantes avances en la conformación del Gran Polo Patriótico (GPP), y las Bases de Patrulla de Vanguardia. Es decir entonces, que teniendo bases organizativas sólidas y conscientes, la fase de planificación estratégica hacia el socialismo, se convierte en un elemento primordial que debe llevarse a cabo de manera eficaz, para poder avanzar y asegurar la continuidad de nuestro proceso revolucionario y socialista. 

No está  permitido improvisar en la construcción definitiva del Socialismo Bolivariano. Nuestras orientaciones deben basarse en una planificación seria y consciente, como se dijo, en lo político, en lo económico y en lo social. Que esa planificación certera nos conduzca a la concreción de metas y objetivos a corto y mediano plazo. El más próximo, como ya se ha dicho en otras oportunidades, la misión 7 de octubre para lograr la reelección  del Comandante Chávez, para que continúe, desde la Presidencia de la República dirigiendo la construcción socialista. Por ello, mantengamos una estratégica organización y una acertada planificación que al llevarse a cabo sea resistente al contacto con la realidad que vivimos, sabiendo que, como también dijo el Che Guevara:  “…nuestra tarea es seguir perfeccionando el sistema…, ir buscando las causas..., las nuevas interrelaciones que existen en el socialismo entre el hombre, el individuo y la sociedad, para poder utilizar las armas nuevas que se ofrecen y desarrollarlas al máximo…”. 

Enorme compromiso, para seguir mostrando desde nuestra Patria que un mundo mejor es posible. Porque, como lo plantea el filósofo de izquierda y estudioso de la Revolución Bolivariana, Michael A. Lebowitz: “…Venezuela tiene características únicas –la riqueza petrolera viene obviamente a la mente (así como la enorme deuda social)-. Sin embargo, la mayor parte de lo más resaltante en la revolución bolivariana tiene poco que ver específicamente con Venezuela. La lucha por el desarrollo humano, por las necesidades radicales, la centralidad de la democracia protagónica (dentro del centro de trabajo y de la comunidad), el entendimiento de que el pueblo se transforma a sí mismo al luchar por la justicia y la dignidad, que la democracia es práctica, que el socialismo y la democracia protagónica son una y la misma cosa –todas estas son características de un nuevo socialismo humanista, un socialismo para el siglo XXI en cualquier parte del mundo… ¡Si existe una alternativa!. Y podemos luchar por ella en todos los países. Podemos tratar de construir ese socialismo ahora…” 
 
Independencia y patria socialista!!

Viviremos y venceremos!! 

sentirbolivarianobarinas@gmail.com



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Adán Chávez Frías


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