¿Qué representa, realmente, la “democracia” acomodaticia a lo occidental?... ¡el truco de los dos partidos y el efecto Chávez!

Una manera astuta de perpetuarse en el poder por parte de las burbuesías nacionales

"El imperialismo estadounidense ha sustentado al gobierno de Haití: las elecciones no son la salida, las elecciones son un modo de aquellos en el poder para controlar al pueblo.  La solución es la revolución, primero en el espíritu del Evangelio; Jesús no podría aceptar que su pueblo pase hambre. Es un conflicto entre clases, entre ricos y pobres. Mi trabajo es predicar y organizar”...

                                           Jean Beltrán Aristide 

Por estas palabras, afirma en un reciente artículo nuestro amigo Miguel Jaimes,  fue expulsado de la orden salesiana el ex presidente de Haití Jean Beltrán Aristide, cuando estudiaba en la República Dominicana, antes de que los gringos le aplicaran, ya presidente de la república y elegido democráticamente, la misma fórmula.

En su referencia a las elecciones,  hecha con extraordinaria lucidez, está la clave para comprender cómo opera esa democracia concebida a lo occidental, que consiste, palabras más, palabras menos, en lo siguiente: (1) Crean dos partidos oficiales o dos grupos de partidos que aparentemente se oponen (AD-COPEY, Liberal-Conservador, Demócrata-Republicano, etc.)  y execran o exterminan al resto, como ocurrió en Venezuela con el Partido Comunista.  (2) legalizan, constitucionalmente, el “período presidencial”, que no puede exceder a los seis años y SACRALIZAN LA CONSTITUCIÓN, la cual deviene intocable e inmodificable. (3)  Si por alguna razón  el pueblo logra  o se las arregla para que llegue al poder el presidente que quieren los gobierne, aun respetando el “período constitucional”, proceden a derrocarlo o a asesinarlo, como en el caso de Salvador Allende, cuando no lo asesinan antes, como en el caso de Gaitán.

La verdad es que la esencia de eso que se denomina democracia, no es – NO DEBERÍA SER – otra cosa que la expresión legítima del poder popular, o de la mayoría del pueblo expresándose libremente.  Si lo que el pueblo desea realmente, pero – OJO – el pueblo empoderado, no es legal, lo cual debe significar  que no está en las leyes vigentes, pero es ético, EL PUEBLO TIENE, DEMOCRÁTICAMENTE, PERFECTO DERECHO DE LEGALIZARLO, MODIFICANDO LAS LEYES VIGENTES, así eso implique modificar la constitución y esas leyes.

Ninguna constitución es “sagrada”, aunque debe ser respetada mientras esté vigente, y todos los pueblos del mundo, en tanto representen una mayoría, tienen el derecho de modificarla, autorizando  con ello, mediante las modificaciones que sean necesarias, aquello que ha decidido cambiar o perpetuar, para evitar lo cual, precisamente, las burguesías nacionales la convierten, ideológicamente, en “sagradas”.  Las consecuencias, en el contexto actual de la política latinoamericana, de desarrollarse esto concientizando a los pueblos, algunos las han denominado Efecto Chávez: si no, pregúntenselo a la burguesía hondureña.   

Poco después de que muriera el “dictador” de Corea del Norte, el  opaco analista político Mario Vargas Llosa escribió un artículo donde decía que ese pueblo debía ser masoquista, pues tres meses después de muerto el “dictador”, aun lo lloraba en las calles, lo cual hizo que me preguntara si no podría significar, simplemente, que el pueblo norcoreano lo quería como gobernante, así no mediaran elecciones… hayan o no elecciones, si el pueblo manifiesta mayoritariamente y en libertad su voluntad, de la manera que sea – y esta es una condición sine qua non – hay democracia, como en el caso de Gadafi, lo cual no impide que las “democracias occidentales”  los califiquen de “dictadores” o los asesinen.

Los imperios europeos eran gobernados por reyes impuestos sin ninguna democracia real, de por vida, como el papa de la Iglesia Católica, y nadie  objetaba ni objeta nada, lo cual no deja de ser  altamente interesante al analizar la psicología político-social que regía y rige esos sistemas. Se ha prolongado tanto el afecto debido las “dictaduras” de estos reyes (pues los reinados representan gobiernos sin elecciones, según la seudodemocracia occidental), que el antiguo imperio británico aun conserva una especie de reinado virtual, o simbólico.   No deja de ser igualmente  interesante que ese ex Imperio – ahora neo imperio de facto, secundado por la UE y la OTAN – consagrado al extremo con su intervención en Libia, después de haber invadido y colonizado pueblos enteros como la India o Canadá, pueblos que lograron independizarse gracias a la crisis de la Segunda Guerra Mundial,  no deja de ser interesante – repetimos – el hecho de que este ex imperio tenga la desvergüenza de seguirse llamando “Reino Unido”, para lo cual creó un  parapeto denominado “Comunidad Británica de Naciones”, lo cual es tan extraño como la ironía de que la mayoría de las naciones que fueron sus colonias, hayan aceptado integrar esa “comunidad”, al igual que los países latinoamericanos con  la “Comunidad Iberoamericana de Naciones” en cuanto ex colonias del antiguo imperio español,  en pleno Siglo XXI:  VOTAMOS POR UNASUR… ¡y sin reyes!.

Me tocó vivir en la ex Guayana Británica, poco después de convertida en Guyana, y recuerdo que la mayoría de las familias se negaban a quitar el cuadro de “su Majestad, la Reina” de las salas  y los comedores, simplemente debido al tremendo lavado de cerebro que el Imperio  o los colonialistas le habían hecho a ese pueblo, a través de la falsa conciencia expresándose como ideología.

Los Estados Unidos en cuanto gobierno, más todo lo que se oculta detrás de ese gobierno “democrático a lo occidental”, que se autopresenta como paradigma, no sólo de la “democracia” sino del anti-terrorismo, la exclusión de las drogas, la paz, etc., etc., en la práctica hace todo lo contrario: practica el terrorismo de Estado, es uno de los mayores traficantes y consumidores de droga del mundo, hace la guerra para mover su economía, asegurarse el petróleo y posicionarse políticamente (caso del Medio Oriente), atacando a naciones que jamás le han hecho nada como Irak, todo con el aval del Concejo de Seguridad, que representa el órgano manipulador más importante que posee el neo-imperio angloparlante EU/Inglaterra-UE-OTAN (¿Acaso la vieja y civilizada Europa ha afilado, de nuevo, su garras?), a despecho de China y Rusia… ¿Y qué de su democracia?  Pues aquí sí podemos hablar de paradigmas, considerando que esa “democracia” es el emblema de la democracia a lo occidental por excelencia: a pesar de los dos partidos y las elecciones regularizadas por períodos constitucionales, pues realmente impera su gobierno permanente, mantenedor de los planes de su aparato industrial-militar, haya la cantidad de elecciones que haya, y si lo dudan pregúntenle a Lincoln, a John Kennedy y a Martin Luther King.

mpazb53@hotmail.com


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Miguel Paz Bonells


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