Parte I

La cuarta y su compañerp de viaje

    Se trata, en esta oportunidad, del periodo de Gobierno de Rómulo Betancourt que va de 1959 a 1964.

             En este período resalta el apoyo incondicional a la geopolítica norteamericana de la Guerra Fría,  la asunción de la tesis del enemigo interno para garantizar la entrega en paz; el retorno al modelo político “democrático-populista”, ya ensayado en el gobierno del trienio adeco del 45 al 48; la coalición de los tres partidos AD, COPEY y URD que aunque fueron invalidados por la Dictadura, pasaron a cumplir a cabalidad los dictados del imperio; el apoyo de los mismos actores políticos que acompañaron al absolutismo militarista perejimenista: las FAN, Fedecámaras y la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica; la retoma o reproducción de los procedimientos antidemocráticos y represivos aplicados por la Dictadura contra la disidencia política de carácter revolucionario. 

           El modelo económico-social se caracterizó  por: 1.- EL Rentismo petrolero, consistente en la distribución de una renta internacional de la tierra, proveniente del Petróleo, que devino en el traspaso de este bien del Estado a la “Burguesía estéril”, bien que, por lo demás, estaba sometido a la dependencia tanto en precios como en cantidad de barriles, dependencia disfrazada, siempre, bajo un manto nacionalista. 2.- La industrialización por sustitución de importaciones, caracterizada por su dependencia del capitalismo norteamericano, donde tecnología, insumos y todo era procedente del exterior y reclamaba tributo y comportaba, poca capacidad empleadora y generadora del PIB… y 3.- La Política Agraria, que habló de Latifundio solo para burlarse, no expropió y donó un insignificante porcentaje de tierras. Tres aspectos que por su característica dependiente fueron echando las bases para: la institucionalización de los históricos y risibles bajos precios por barril de petróleo, el elevado desempleo, la acumulación de una deuda descomunal que, en la etapa final del Puntofijismo, marcó hasta 84.83% del PIB; cargando con una elevada pobreza extrema, un índice de desarrollo humano bajo (menor a 0.700), una distribución de la riqueza altamente desfavorable a las clases bajas, una tasa de mortalidad muy por encima de 31 por cada mil,…

             En el aspecto político, resaltó: la inoperancia de la izquierda, que facilitó la consolidación de la adequización; el impacto de la revolución cubana, que tuvo como contrapartida la conversión de Venezuela en una base gringa contra la Isla; el inevitable surgimiento de la lucha armada en el País, dado el bloqueo que le impusieron a las fuerzas de izquierda y el sanguinario asedio a que son sometidas; el surgimiento de nuevos factores, como El MIR que dinamizan la política de la izquierda venezolana y, en fin, la exclusión y la violencia política, matizada con un permanente estado de excepción que culminó con más de 300 muertos políticos, sin contar los de las acciones armadas de Barcelona, Carúpano y Puerto Cabello ; más de 10 periódicos clausurados, mas de 10.000 presos políticos y dieciocho Parlamentarios detenidos y secuestrados. Fatídica fue la consigna  que, en este aspecto, marcó el paso de Betancourt por la Presidencia: “ Disparen primero, y averiguen después”. Este fue parte del “pasado dorado” puntofijista que superó Chávez. A esta peculiar democracia fue a la que la mediática puntofijista le puso por padre a Rómulo Betancourt, un personaje absolutamente hipotecado a su compañero de viaje:

El IMPERIALISMO NORTEAMERICANO.. ¡ MUERA EL IMPERIO ¡ ¡ VIVA GADAFFI! ¡ NO VOLVERÁN! ¡ PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

freddygilr@hotmail.com



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Freddy Gil


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