Etica y política…en revolución (II)

En vista de lo amplio y diverso del tema que hemos venido debatiendo en diferentes escenarios, en cuanto a cómo debemos considerar y asumir la forma de hacer Política y su estrecha relación con los principios morales, consideré profundizar, en esta ocasión con más énfasis en la Ética, concepto que, leyendo y revisando, he tenido la oportunidad de plantear y compartir con ustedes anteriormente, a través de este mismo medio, el Sentir Bolivariano de todos los lunes.

Decía en el artículo anterior que es de gran importancia considerar la concepción de cultura, en su estudio más amplio, sabiendo que nace de la necesidad del ser humano de conocer su origen y el sentido de su propia existencia. En esa búsqueda surgen tres elementos fundamentales en el desarrollo del conocimiento y de la sociedad: el lenguaje, para satisfacer la necesidad de comunicarse y transmitir los conocimientos; la ética, como producto de la posibilidad de asumir que todas y todos tenemos derecho a una vida feliz, en lo material y en lo espiritual; y el derecho, por la responsabilidad de hacer prevalecer la justicia. Los tres elementos tienen estrecha relación armónica, pero a su vez, de cada uno de ellos se deriva una serie de herramientas, que juntándolas perfectamente, podrán dar como resultado el objetivo que como revolucionarios y revolucionarias, buscamos dentro de esta construcción de socialismo bolivariano: la Revolución Cultural que nos permitirá la formación definitiva del hombre nuevo y la mujer nueva, aquellos y aquellas que necesitamos para la concreción de la Nueva Patria Socialista.

Efectivamente sería imposible revolucionar la cultura, si no está inmersa en ella la ética, vista ésta como la aplicación de los valores morales para estimular esas grandes potencialidades que, como seres humanos o por la propia naturaleza poseemos y que, sin duda, deben aplastar aquellas desviaciones que, igualmente por naturaleza poseemos que son, también lo decíamos la semana pasada, el egoísmo y la ambición. Las potencialidades a las que hacemos referencia, son la bondad, la solidaridad, la honestidad, sentimientos de justicia, de paz, de armonía, pero sobre todo, sentimientos de amor; las que debemos, sabemos, fortalecer a través de la formación integral y el ejercicio pleno de una política de altura, de una Política Culta, hemos dicho antes.

En otras oportunidades hemos hablado de la Ética Socialista, y considero que no hay mejor manera de llamarla, refiriéndonos todos y todas, camaradas, a esos valores éticos y morales que, como revolucionarios debemos cumplir y hacer cumplir, guiados, como dice el Che Guevara “por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin ésta cualidad. Quizás sea uno de los grandes dramas del dirigente; éste debe unir a un espíritu apasionado una mente fría y tomar decisiones dolorosas sin que se contraiga un músculo. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible”.

Entonces, podemos decir que nuestra Ética Socialista debe ser sustentada en el verdadero amor hacia los semejantes, porque más allá de la espontaneidad de otros innatos sentimientos negativos que afloran en el ser humano, éste es el sentimiento que impulsa los verdaderos valores humanistas, influyendo en el más complejo y más intimo dominio de la vida: es el que inspira la alegría, la inteligencia creativa; podemos decir, compartiendo criterios de diversos pensadores, que es el amor el que ha inspirado los más importantes avances de la humanidad.

Nuestro Libertador Simón Bolívar también lo dijo: “El gran poder existe en la fuerza irresistible del amor” (6 de abril de 1827) y el gran pensador Erich Fromm lo afirma con especial virtud: “El amor intenta entender, convencer, vivificar. Por este motivo, el que ama se transforma constantemente, capta más, observa más, es más productivo, es más él mismo”.

Afiancémonos entonces en esos valores inalienables que deben estar presentes en nuestra vida cotidiana, porque lo que debe tener sentido para los revolucionarios y las revolucionarias, es amar al prójimo; la corresponsabilidad moral, sabiendo que todos somos ética y moralmente responsables de lo que ocurre en nuestra sociedad.

Basándonos en ese contexto, es que debemos estar conscientes del papel protagónico que estamos ejerciendo en esta sociedad que se encuentra en un proceso de transición y transformación. Debemos formarnos, día a día, entre la teoría y la práctica, profundizando en nuestras convicciones ideológicas, aplicando esa política culta de la que hablamos anteriormente; creando por consiguiente, nuestro propio código de ética socialista-revolucionaria, donde prevalezca la verdad como la mejor herramienta de persuasión, la dignidad, la honestidad, el ejemplo, el compromiso, la valentía, la fortaleza, la crítica constructiva y la verdadera autocrítica, la lealtad, la organización, la disciplina, la modestia, entre otros tantos valores.

No olvidemos que la batalla contra el sistema de anti-valores, contra la bestia del capitalismo, se mantiene latente. El Che también lo advertía: “La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no sólo en la conciencia individual en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este período de transición con persistencia de las relaciones mercantiles”.

Hagamos revolución bolivariana con el amor por delante, aplicando una Política culta y con los valores de una Ética Socialista, para lograr la patria libre, soberana y revolucionaria que todos y todas anhelamos. No hay otro camino, es este, el de la construcción socialista el que nos permitirá llegar a la meta fijada…aunque es difícil, definitivamente…es el camino… “Sabemos que hay sacrificios delante nuestro y que debemos pagar un precio por el hecho heroico de constituir una vanguardia como nación. Nosotros, dirigentes, sabemos que tenemos que pagar un precio por tener derecho a decir que estamos a la cabeza del pueblo que está a la cabeza de América. Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte”… Amor con amor se paga, sigamos avanzando hacia la cumbre del Chimborazo!! …

Independencia y Patria Socialista

Viviremos y venceremos!!!

sentirbolivarianobarinas@gmail.com


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Adán Chávez Frías


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