La batalla ideológica y la reinvención del socialismo en Venezuela



La peculiaridad del proceso revolucionario venezolano ha suscitado –de una u otra manera- no pocas controversias respecto a su carácter clasista, sus objetivos fundamentales y su estrategia. Desafortunadamente, éstas han estado restringidas sólo a grupos e individualidades especialistas y no han penetrado –por ahora- la conciencia de las masas populares. No obstante, hay un elemento de importancia que tiende a provocar el debate ideológico como lo es la reiterada referencia al socialismo hecha por el Presidente Chávez. Esto origina, sin duda, cierto resquemor entre algunos dirigentes “chavistas” que, obviamente, no quieren ir más allá de los límites alcanzados y les preocupa sobremanera el discurso radicalizado del Presidente.

Lo cierto es que, salvo aquellas organizaciones declaradamente marxistas-leninistas y, otras, de tinte trotskista (sin que signifique algo uniforme y sistemático), tal parece que nadie más se preocupa de atender el reclamo de Chávez por que se “invente el socialismo del siglo XXI”. Aunque es de reconocerse que la reinvención del socialismo, ambientado al nuevo siglo, dista aún de ser un modelo acabado, se han dado a conocer algunas iniciativas de intelectuales que, partiendo de la singularidad del ensayo revolucionario bolivariano, comienzan a definirlo. Todas, coincidentes respecto a que, independientemente de las carencias ideológicas notorias y de dirección o vanguardia auténticamente revolucionarias, el proceso venezolano apunta a un camino de corte socialista que, sin alejarse demasiado de los postulados fundamentales establecidos por Marx y Engels, permite caracterizar las demandas populares del presente. Pero este socialismo debe ser entendido como la superación necesaria de la teoría del Estado, que data desde los tiempos de la Revolución francesa; la construcción de un modelo económico no capitalista o postcapitalista y la instauración de una democracia real que abarque no únicamente lo formal y lo social, sino que sea efectivamente participativa; todo ello enmarcado en el pensamiento emancipador e integracionista del Libertador Simón Bolívar.

Por otra parte, la inclinación de Chávez por el socialismo como contrapartida al capitalismo neoliberal y globalizador, facilitan la orientación en relación a la búsqueda de definiciones a lo que es la revolución bolivariana y ese entramado mundial representado por palucha antiglobalizadora y antiimperialista que lleva a cabo simultáneamente una heterogeneidad de movimientos sociales y políticos en muchos países, especialmente en nuestra América. En lo que concierne específicamente a Venezuela, es el mismo Chávez quien se ha encargado redefinir este proceso revolucionario, al calor de las masas populares, como participativo, humanista, de inclusión social, latinoamericanista, bolivariano, antiimperialista, anticolonialista, antiglobalizador y anticapitalista; términos que ubican –más o menos, sin dogmas- lo que ocurre en dicho proceso. Por ello se destaca la necesidad teórico-práctica de inventar del proceso revolucionario venezolano, en una trascendental batalla ideológica que le haga vencer las conjuras nacionales e internacionales en su contra, al mismo tiempo que se fortalece la convicción revolucionaria popular.

Esto exige la concurrencia de los mejores esfuerzos intelectuales y teóricos de todas las organizaciones e individuos revolucionarios, sin que priven criterios ajenos al triunfo de la revolución. Esto supone, a su vez, superar el pragmatismo o tareísmo, tan característico de la dirigencia actual, dado que este conspira contra la posibilidad de que se discuta, se procese, se difunda, se aplique y se compruebe lo acertado de la teoría revolucionaria. Para algunos, es una simple pérdida de tiempo, alegando que al pueblo no le interesa en absoluto. Contrario a ellos, Chávez da un paso al frente y exige el debate, tal como lo ha planteado al convocar eventos internacionales en el país, buscando –de algún modo- líneas de dirección o reconfirmación a las ya intuidas o trazadas.-



*Miembro de la Dirección Ejecutiva Estadal del Movimiento por la Democracia Directa (MDD) en el Estado Portuguesa.





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Homar Garcés*


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