En su 12 aniversario

Soy un consentido de la Revolución Bolivariana

MI  DEVOCION POR LA REVOLUCION BOLIVARIANA:

Quiero expresar mi admiración y sobre todo mi DEVOCION por esta Revolución Liberadora que me ha conducido al preámbulo del final de mi vida en un estado de satisfacción y de máxima felicidad posible.

Ya no me da miedo morir y puedo decir con sinceridad que he superado a mis bisabuelos, a mis abuelos y a mis padres, en cuanto a calidad de vida y educación. 

HISTORIA FAMILIAR:

Mi bisabuelo paterno fue un campesino margariteño que seguramente vivió épocas terribles de escasez y enfermedades.

Mi bisabuelo materno estuvo por los lados del estado Sucre en la península de Paria, luchando contra las vicisitudes y el clima.

De mis bisabuelas  casi no tengo registros, sin embargo mi bisabuela materna se llamaba GREGORIA y se vino a Caracas en los años 30.

La bisabuela paterna se llamaba CATALINA, de quien guardo imborrables recuerdos pues vivió más de 110 años y me contó que su abuela “había visto al Libertador SIMON BOLIVAR, cuando en 1815 llegó a SANTA ANA DEL NORTE (Margarita) a fundar la TERCERA REPUBLICA, sin embargo,  los residentes en La Margarita, me dicen que la tradición oral indica que mis ancestros llegaron allí después del terremoto de Nueva Cádiz en Cubagua en 1504. 

Mi abuelo paterno TEOFILO (OPO) NATERA, fue otro margariteño que apuntaba a salir de esa tremenda depresión del subdesarrollo y la estrechez de una Venezuela rural plagada de enfermedades. Sus andanzas lo llevaron a enrolarse en la aventura petrolera de salir de la Margarita e irse a probar fortuna en Maracaibo, atraído por los efluvios del “oro negro” y sus ventajas. Puedo decir que mi abuelo encaja bien en los relatos “Casas Muertas” (MOS).  

Mi abuela paterna (MARIA WANDERLINDER), era una niña delicada y bien criada en Píritu, Anzoátegui, donde el safio de mi abuelo OPO “se la robó en su falucho/ en una noche de mucha brisa”.

Por supuesto que esto despertó un “berenjenal” en la familia de la “robada”, pero también una conmoción de el abuelo, catire de ojos verdes, gabacho él y todo un tipazo en su traje blanco y canciones de la tierra llana, quién era un músico consumado y un enamorador temible!.

La abuela piel canela y bella, no pudo resistir ser “robada” y llevada a los lares de Santa Ana del Norte en el corazón de la Isla. Allí murió después de tener 4 hijos, de la enfermedad del siglo, la tuberculosis. 

Mi abuelo materno FRANCISCO (KIKO) AMUNDARAIN, sentó sus lares en el Territorio Delta Amacuro y la imagen que guardo de él es una especie de explorador aventurero, ingeniero y voraz lector, que hablaba tres idiomas y se le ocurrían ideas de avance increíbles. 

Con el “musiu” ADAM (francés “Cayenero”, Un “Papillon”), padre del Dr. Félix Adam ex rector  y fundador de la UNESR, fundieron en metal y de una sola pieza la cúpula de la iglesia de Tucupita, toda una vaina extraña en aquellos parajes aledaños al caño Manamo, el brazo de desagüe más grande del Orinoco. 

A tres días en lancha desde Tucupita, la capital del agreste territorio, el abuelo KIKO se le ocurrió fundar una hacienda llamada “La Providencia” e inauguró una ruta entre el Caño El Toro y el malecón de la Calle Manamo en Tucupita. 

En esos lares de la hacienda inauguró la “luz eléctrica” una especie de milagro de mi abuelo, que la producía con un motor alemán, el cual se prendía en las tardes brumosas de la hacienda.

Yo recuerdo a los indios Guaraos, sentados en el patio de la hacienda, esperando que Don Kiko, su benefactor y héroe, “prendiera la luz” entre exclamaciones de asombro!.

En el patio florecían frutas exóticas y hasta llegó a cultivar uvas y a hacer vino. 

Mi abuela NINA AMUNDARIAN una multa fina y bien plantada ante la vida, lo acompañaba en estos recorridos y sus hijos e hijas nacieron entre El Cuartillo y Tucupita. Era un mujer excepcional, de gran ternura, que amaba las plantas y los animales. 

Por sus esfuerzos un hijo suyo (JAVIER AMUNDARAIN), tío mío, no solamente fue enviado a Caracas a estudiar bachillerato, sino que fue impulsado a viajar por tierra a ARGENTINA a estudiar Ingeniería Industrial en donde se gradúo con honores. Toda una hazaña, en esos lejanos tiempos! 

A mediados de los años 40, la familia decidió “irse a Caracas” debido a que mi abuelo materno, “olía” nuevas oportunidades en la Capital y así llegamos a tiempo para ver la inauguración de la urbanización El Silencio, las Torres del “Centro Simón Bolívar” y poco después de la increíble autopista Caracas- La Guaira. 

Debido a que mi padre trabajaba en La Texas Petroleum en Tucupita ya a los 8 años, yo había tenido la ventura y el asombroso privilegio de viajar en AVIONES que hacían la ruta entre Barrancas de Monagas y Maiquetía. Todavía recuerdo aquellos “mamotretos” DC·3, forrados de lona de la línea TACA o AEROPOSTAL, cuando después de casi 3 horas a duras penas, llegaban al aeropuerto de la Capital. 

Mi padre escogió  por un tiempo volver a Margarita, sitio de sus ancestros para luego aterrizar en Caracas como empleado público. Su trayectoria pegada a su tierra, lo llevó a ser declarado hijo ilustre del Estado Nueva Esparta, fundador de la revista “Margariteñerías” y un gran luchador social de su pueblo. 

LA GRAN MADRE:

Mi querida madre (LIDA AMUNDARAIN NATERA), a quien rindo un sentido homenaje, l

sobrevive con coraje y dignidad viviendo todavía en casa de mi única hermana en Margarita y al acercarse a sus más de 90 años, transcurre su vida en un periplo increíble de hazañas, que la llevan desde los turbios caños Delátanos a su glorioso ocaso de madre ejemplar.  

¡Bendígame madre por toda la eternidad, usted que con un hijo de 70 años la quiere y la admira por su gran hazaña de vida! 

Todos los hijos de esta increíble aventura de nuestros bisabuelos, abuelos y padres han aterrizado en otros hijos graduados en Universidades nacionales y extranjeras, con nietos a su vez educados en la educación superior y viviendo en este inapreciable cambio de nuestro tiempo. Todos venezolanos rectos de grandes principios y voluntad de servicio!. 

Puedo decir, como testigo de más de 70años de nuestra historia, que AHORA ha sido nuestro verdadero tiempo de avance y felicidad.  

Ya estamos lejanos de las vicisitudes de nuestros ancestros, a pesar que añoramos la firmeza de sus voluntades y la clarísima vida de honestidad y lucha de sus vidas. 

Ya nadie se muere de tuberculosis o de apendicitis, pero si de vicio y malandraje, pero a pesar de esto NINGUN TIEMPO ANTERIOR FUE MEJOR QUE AHORA!... 

Al cumplir 12 AÑOS DE LA REVOLUCION BONITA, hoy con mi recuento vital, quiero decir que la Historia Patria ha quedado dividida en dos pedazos: Lo que se vivió desde Colón en Macuro y la que se inició el 2 de febrero de 1998. 

Me siento privilegiado de haber vivido esta grandiosa etapa revolucionaria, producto del esfuerzo de millones de seres humanos, que sentaron las bases para que llegamos s sentir el orgullo de ser venezolanos.

Antes éramos un pueblo sojuzgado por el  Imperio Gringo y hoy navegamos por ríos de Libertad!. 

 ALGUNOS no les gusta el CAMINO, pero el camino siempre queda, el que pasa es el caminante (LBF). 

El gran milagro de mi vida ha sido ver nacer y actuar a Hugo Chávez Frías, nuestro LIDER, siempre preclaro y orientado en el discurrir de los tiempos. 

VENEZUELA, nunca regresará a los tiempos de “Casas Muertas”,  de las grandes hambrunas, enfermedades pandémicas y guerras intestinas. Mis abuelos pueden descansar en paz! 

Me siento un “consentido” y privilegiado de la Revolución y cada día trabajo humildemente por consolidarla en todo lo que puedan mis fuerzas. 
 

PATRIA SOCIALISTA, O  MUERTE!...SIEMPRE VENCEREMOS!


fnatera@yahoo.es



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Francisco Natera Amundaraín


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