Chávez está llorando

No es la primera vez que vemos a un Gobierno revolucionario unido a favor del pueblo. Al contrario, son muchas las veces que en diferentes situaciones, sobre todo de emergencia, lo hemos observado de la mano de los más necesitados.

En cuanto a desastres naturales, ya lo vimos en Vargas, sólo que los opositores en aquel entonces como ahora sólo les falta decir que la culpa de las lluvias es del presidente Hugo Chávez que está llorando. Puros chismes, pretenden meternos cuentos como cuando niños nos decían que el invierno llegaba porque Dios estaba triste y derramaba sus lágrimas sobre nosotros.

La oposición desprecia al pueblo. Abundan los casos en que lo han demostrado, sin embargo, no enfatizaré en eventos como el sabotaje petrolero cuando nos dejaron sin gasolina, el golpe del 11 y 12 de abril, sino estrictamente en la actual emergencia.

Mientras el Gobierno está en la calle bajo las órdenes del presidente Chávez, los enemigos del pueblo sólo se limitan a buscar alguna rendija para atacar la labor que hace con su equipo y la gente que colabora en defensa, protección y resguardo de los damnificados.

No creo que haya lugar que sufra las consecuencias de las lluvias y no se palpe la presencia del Gobierno. Y eso les duele a los adversarios que, en el fondo de sus corazones envenenados de odio, desean ver a la gente pobre arrastrada con todo y enseres por ríos y cañadas, tan sólo para poder culpar a Chávez de ineficiente.

Quizás lo que digo suena duro, pero el comportamiento opositor no da cabida a otra interpretación. Estos son momentos para echar a un lado la política, los resentimientos, los intereses personales y sumarse a rescatar a ese pueblo que por el proceso revolucionario y el venezolano noble, no está solo. Sabe que cuenta con un Gobierno patriota con capacidad de respuesta, de allí que podrán aplicar cualquier artimaña, pero jamás borrarán la calidad humana, el compromiso y la efectividad con que Chávez aborda esta tragedia

Creo que en tanto la oposición no da un momento de tregua buscando fallas y errores -que quien no los tiene en una emergencia como esta-, la revolución no descansará hasta dignificar a cada una de esas miles de personas que lo perdieron todo.

Y sí, para finalizar, déjenme decirles que en el fondo pienso que realmente el Presidente llora, porque solamente una persona con el corazón de piedra no es capaz de derramar aunque sea una lágrima, al ver tantas muertes, niños y niñas a la intemperie, hijos de padres y madres que en un abrir y cerrar de ojos quedaron en la calle.

(*)Periodista

albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán(*)


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