¡Ni que gobierne Jesucristo!

Hay tanto que decir tocante a nuestra querida y amada nación, uno a veces le da tristeza como pueden haber personas que por motivos económicos y hasta fanatismo político puedan manifestar tanto odio o por lo menos disconformidad tocante a un proceso político que busca lograr cambios significativos que pueda traer mayor beneficios a los más excluidos, a todas y todos que de alguna manera poco se han beneficiado de las riquezas del suelo de nuestra patria a causa de sistemas políticos y económicos que garantizaron las riquezas del suelo y de las personas para pequeños sectores.

Han sido 11 años que lidiamos con una revolución político-social impulsado por el presidente Chávez para que las estructuras de esta nación fueran transformadas con la finalidad de garantizar igualdad a todos, entendemos que no ha sido fácil porque Chávez es un líder incansable, un hombre con un desbordado amor por la gente, exageradamente exigente que quiere cambiar todo ya!, eso no es criticable, peor fuese un presidente que solo hace lo que los poderosos de esta nación desearán, sumiso a la banca, temeroso de los empresarios de los medios de comunicación y de producción, pero fuese un presidente que solo velase por los intereses económicos los Estados Unidos u otras naciones sin importarle al resto de la nación caeríamos en lo mismo y este Pueblo hace mucho rato se hubiese rebelado.

En este momento que el Pueblo ha sido muy afectado por las lluvias y por las consecuencias que éstas producen posteriormente que cesen, vemos y oímos a un sector político y social de la oposición con un espíritu insensible, criticón y maldiciente como si desearán que no cese de llover para que Chávez sea impotente ante la emergencia y hallar forma de acusarlo de incompetente, recordemos en el tiempo de la sequía y la regulación en el suministro de energía, cuánto no dijeron, todo el mal que se quiso de que no lloviera, ahora que llueve en demasía igual se le cuestiona. Es una locura, una falta de amor por la nación, un desprecio hacia las capas pobres.

El problema con la gente que se opone al proceso revolucionario es por esa formación capitalista muy arraigada, también por ignorancia, por falta de amor por el prójimo, y tantas cosas que demuestra la poca humanidad que hay en tantos. Un país no puede ser administrado con tanto odio, egoísmo, chisme y mala intención, en estos momentos que tanto se necesita ayudar lo menos que se pueda estar estando es cuestionando todo lo que el estado hace en ayudar a la gente que lo perdió todo. Uno sintoniza a las seis de la mañana las emisoras privadas y escucha a periodistas y locutores hablando pestes contra el gobierno, no digo que se haga criticas u observaciones, pero es una matriz de opinión impuesta desde los laboratorios para destruir.

Ojala un día de estos Chávez llame a estas personas y les diga que sean ellos los que se pongan al frente y den las soluciones inmediatas ya que uno los escucha que pareciese que si por una hora dirigen y administran la nación tal vez solucionen todos los problemas. Son tan sabiondos, orgullosos pero en el fondo lo que manifiestan es la frustración de perder tantos privilegios que tuvieron por décadas. Eso es todo, son gente que ni que gobierne Jesucristo se van a sentir satisfechos.

Juliocesar1221@gmail.com


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Julio César Colmenares G.

Comunicador alternativo.

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