Siendo que la política es una práctica de lo ideológico, se puede decir que estamos en presencia de un formalismo que hace a un lado el término Radical.
Entendemos que el surgimiento de una corriente, movimiento, tendencia o como quiere llamarse, debe y tiene que obedecer a una ideología que en nuestro caso es el socialismo, no importa (por ahora), como se conciba: marxista, leninista, maoísta, trotskista, guevarista etc., pues de ello se encargará el debate de las ideas y la receptividad de las bases que son en definitiva quienes deciden el modelo a seguir.
Sin la dinámica permanente del debate, corremos el riesgo de que el radicalismo por si solo se imponga dando pie a la anarquía y sus consecuencias.
Las experiencias vividas en AD, COPEY, PCV, UPA y MÁS entre otros, nos advierten de lo traumático que puede significar para el partido la mala praxis del radicalismo: Pompeyo Marquez, Teodoro Petkoff, Américo Martin y Gabriel Puerta Aponte entre otros embaucaron a millones de compatriotas con sus discursos y promesas de cambios radicales.
El radicalismo que se plantea AHORA, es totalmente distinto, menos traumático y menos incierto, habida cuenta de estar sustentado por un proyecto socialista que clama simplemente porque se cumpla con lo pautado.
Es harto evidente por no decir pública y notoria la receptividad al llamado de una corriente radical dentro del PSUV…pero ¡ojo! que nuestro radicalismo tiene un piso político y una ideología que no obstante a lo difusa nos identifica y nos conduce a un mismo fin...El socialismo. – repito no importa - (por ahora) como se conciba pues el debate de ideas y la practica enmarcada en la crítica y la autocritica dará la razón a la verdad.
Nuestro radicalismo radica (valga la expresión), en hacer peso para que se cumpla y se cumplan bien el Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2013), y si de radicalismo se trata, a nuestro líder comandante se le impone la necesidad de un impostergable sacudón en el PSUV y su gabinete, de no menos de 15 grados en la escala de Richter, que mueva los cimientos y se derrumbe lo que haya que derrumbarse y emerja lo que tenga que emerger: NO HAY TIEMPO QUE PERDER COMANDANTE….DIGALO AHÍ.
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