Un sábado extraordinario

En Venezuela están pasando cosas maravillosas mientras nosotros nos acostumbramos a que pasen como algo normal, y de tanta costumbre dejamos de reconocer que, en nuestro país, lo extraordinario se hace cotidiano. Extraordinario como mi sábado en la sexta Feria Internacional del Libro de Venezuela. 

Extraordinario el muchacho jovencito, greñudo, cargando un turrumaco de libros de filosofía, política, historia y, no conforme, preguntándome a mi, compradora de novelas y poesía, si no había visto el libro de Enrique Dussel. Extraordinario él y los sopotocientos muchachos que sostenían en equilibrio, a modo de malabaristas, cada uno su torre de libros, pasándose datos, prestándose cinco bolívares para que te puedas llevar otro, pana. Esos muchachos que vienen detrás en la cola con las manos llenas de libros y las cabezas llenas de ideas… Extraordinario un pavito que compró Gabriela Clavo y Canela. 

Extraordinaria multitud de papás llevando bebés y libros en los brazos, cuarentonas despeinadas, abuelos vestidos de domingo en sábado, parejas compartiendo el salto que da el corazón cuando encuentras el libro que tanto has buscado, todos curucuteando el pabellón de las Librerías del Sur, extraordinario esfuerzo del Gobierno Bolivariano por sembrar el país de libros y lectores.

Extraordinarios cinco bolos, que pueden servir para comprar un chicle, que se mastica y se escupe, o para llevarte a Vallejo que se te pega para siempre en el alma. Extraordinarias matemáticas en las que mucho es igual a poco. Extraordinario el precio equivocado “No, señora, no cuesta diez, son solo cinco” Ta’ barato dame nueve: Leer a la orilla del cielo de Laura Antillano, Pensamiento de Bolívar ilustrado, Homenaje a Luis Mariano Rivera, un libro escrito por niños poetas, Abecedario con Alas de Marielba Nuñez, El tiempo de la Araña de Rachel Ortecho Suárez; esto para mis gorditas. Para mi, Cuentos reunidos de Rodolfo Walsh, Crónicas de poeta, del poeta pegajoso antes mencionado, Cuentos escogidos de Horacio Quiroga, El Siglo de las Luces de Alejo Carpentier, van cuarenta y cinco, así que voy por más. 

El Loco Dorrego de Hernán Brienza, un libro de esos que uno sabe que existen, que deseas leer y que, casi resignada a no encontrarlo, lo encuentras en La Librería del Sur. Sesenta bolos… Todavía me queda algo así que… ¡El Quijote!

Extraordinario sábado de feria, con tantos buenos libros, buenos amigos, gigantescas arepas socialistas, Miguel Hernández gratis, Manuela y Simón también, un dolor de espalda de sarna con gusto no pica… Y Gustavo Pereira, mi poeta adorado, ahí, al alcance de este pueblo extraordinario que pasa su sábado en la Feria del Libro al alcance su poeta.

En Venezuela lo extraordinario se hace cotidiano.





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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

 tongorocho@gmail.com      @tongorocho

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