La comercialización del miedo

La inseguridad: la quintacolumna...

Desde hace unos 20 años el tema de la inseguridad se ha convertido en el mundo en una opción de ataque político al que ejerce el gobierno en ese momento. También, el tema de la seguridad vivida en un territorio determinado se ha utilizado como bandera para optar a la reelección a cargos de importancia en el área gubernamental.

Mas allá, la industrias de la armas, de rejas, las cercas de seguridad, eléctricas o no, las cámaras de vigilancia y está hecha a través de internet, la del servicio de vigilancia privada, de guardaespaldas, de uniformes, de equipos de comunicación y grabación etc., se ha convertido también en un elemento propulsor del miedo a través de la radio, de la televisión, de la prensa y de medios digitales que ejercen una acción inmediata sobre su probable víctima, que por cierto no tiene nombre, color, raza, ideología política pero si la posibilidad de pedir la acción de gobierno o de invertir en el caso que le sea particular.

Es importante conocer que Colombia es el país más inseguro del mundo con una tasa de muertes, entre suicidios y homicidios de 59 por cada 100 mil habitantes y le sigue Rusia con 56 y Venezuela con 34 homicidios y 5.1 suicidios. Luego esta Brasil con 33 muertes con una población cercana a los 200 millones de habitantes, Colombia con 46, Rusia con 147 millones y nuestro país con 29 millones.

Así Hungría, Ecuador, Alemania. España, México. Egipto e Israel con 28, 24, 0,85, 9,1, 1 en el país pirámides, 15,2 en el azteca y 9,95 en el pequeño país judío.

Estados Unidos con 16,75 y la Gran Bretaña con 9,1 son referencias de comparación pero es bueno señalar que el país del norte tiene las fronteras centroamericanas que como Colombia para Venezuela y Ecuador, son exportadores de delincuentes así como de la droga y el paramilitarismo en el caso colombiano, aparte del sicariato, el contrabando, el secuestro, la falsificación y se teme hayan llegado a los 335 municipios que conforman el país bolivariano, entre esos más de 4 millones de neogranadinos que viven en el país.

En Venezuela estamos viviendo la comercialización del miedo y el terror a través de los medios, unos ex profeso y otros porque no tienen otra opción, el de vender el periódico con el amarillismo como bandera y el caso más patético y ejemplarizante de ello es como lo planteo el diario El Nazional con unas patéticas fotografías de lo que la interioridad de una morgue en la ciudad de Caracas y a su insigne creador, Don Miguel Otero Silva, los recuerdo le habrán bajado al sepulcro con su novela de “cuando quiero llorar no lloro”.

Es así, el impacto de los medios es apabullante, preciso, certero y crea en el que los ve, los lee y los escucha una conmoción que se convierte en una cadena humana que hasta ahora, desde el mismo punto de vista de la comunicación, no tiene quien la contrarreste.

Con la implementación del Dibise, el trabajo de la recién creada Policía Nacional en áreas criticas de la Gran Caracas, de la creación de la Universidad de la Seguridad, el afianzamiento de la inclusión en la educación, en la atención al tema de la salud, de la alimentación, del transporte como el metrocable, los metros, la cultura, el deporte, los Suramericanos, los Centroamericanos y del Caribe. Vienen los Panamericanos y hoy ganamos dos medallas en los Juegos Olímpicos Juveniles y muchos otros logros en el área social que el gobierna o los gobernadores y alcaldes y autoridades diversas no explotan para luchar en contra del flagelo del miedo.

Por último es conveniente señalar el concepto de “Seguridad Humana” que requiere de un análisis aparte pero que implica la “protección de las personas en los conflictos violentos; la protección y potenciación de las personas que se trasladan; protección y potenciación de las personas en situaciones posteriores a los conflictos; la inseguridad económica y el poder de elegir entre distintas opciones; la salud como elemento de seguridad humana y el conocimiento como preparación para la vida y valores” y la pregunta en el aire es” todos los países cumplen con esos preceptos” . La respuesta es y debe ser opcional entre los niveles de inseguridad o violencia que se vive en el mundo.

Defendamos lo que hacemos en pro del hombre y la mujer, y los niños en Venezuela y hagamos llegar los efectos a la mayoría de necesitados y bajaremos los niveles violencia conociéndola diariamente, sin tapujos y sin considerarla impune.

 ajvmederico@hotmail.com 


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2021 veces.



Antonio J. Valdéz Mederico


Visite el perfil de Antonio Valdez Mederico para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Antonio Valdez Mederico

Antonio Valdez Mederico

Más artículos de este autor