La puesta de Aniceto se parece tanto a ti...

Tenía apenas veinte años. Jovencita, recién graduada, llena de ilusiones, con fuertes responsabilidades y muchas personas a “mi cargo”. Dando también mis primeros pacitos en los estudios de Comunicación Social, los cuales no pude concluir, pero como que me sigue gustando la cosa. Algo de ingenua, pero para nada tonta. Pisaba por allá los años setenta, en las labores propias de una jefe joven e impulsiva, pero además comprensiva, hasta el punto que caí en una graciosa trampa, tejida por aquel ancianito agradable, simpático, bonachón, “muy echador de broma” de nombre Aniceto.

Era una tarde cualquiera de Junio, allá en La Guaira a quien tanto quiero y me duele, pues allí trabajé duro por varios años, aprendí un mundo de todo un poco y lo que le pasó a mi Caribe ciudad en 1.999, me rasgó un pedazo del alma.

Estábamos todos juntos (éramos como 14) en aquella pequeña y muy acogedora oficina; se presentó el señor Aniceto, con uno de sus singulares chistes y apuestas, los cuales nos dejaban perplejos, atónitos y zara tacos, cada vez que lo hacía. –Un cachete por cabeza que a qué me muerdo el ojo izquierdo!! - Todos nos matábamos de risa, con sus ocurrencias, pero esta vez se pasó… -Cómo es la cosa Aniceto? Y cómo carrizo se va a morder el ojo izquierdo ah?- Bueno… un fuerte por cabeza que lo hago!! (Las monedas de cinco bolívares de los más viejos, se les llamaba fuerte o cachete, especialmente cuando eran de plata, luego pasaron a ser de níquel y creo que alguien, debe tener alguna de colección en estos tiempos…). Bien evoqué aquella apuesta loca del anciano con las predicciones y demás marruñequeos, con los que vive apostando a jugar en su disparatado casino, esta oposición desmedida y embustera, que a diario, ya no halla qué inventar apostando a las negras, blancas o lo que sea, con tal de tratar de meternos sus dados desgastados y amarillentos, esos que ya no dan pero ni una sola pepa de números con suerte, de tanto que las han desgastado.

Continuando con la gracia de Aniceto, luego, que curiosos e intrigados colocamos nuestros “cachetes” sobre la mesa, con tal de observar tamaña hazaña de morderse un ojo, el pícaro ancianito, nos dejó patitiesos al ver, que éste se quitaba los negros anteojos, los cuales siempre llevaba puestos (nos imaginábamos que así era porque tenía algún defecto visual) y procedió a sacarse un ojo de vidrio (como llamaban o postizo) y comenzó a echarle diente!! Ja, ja, ja! Fuera de lo repulsivo y asombroso, no hallábamos si reír o regurgitar a semejante acción, pero de paso, la risa y estupefacción se nos presentó de manera estruendosa… Entre carcajadas y a la vez decepcionados porque nos habían ganado un dinerito fácil, protestábamos la acción al travieso abuelito - Haberlo sabido caray. Así no se vale Aniceto. Nos jugaste gárgaro, nojooo!! Regrésanos los riales vale, eso es una trampa fea. Rolo e`vivo!! Si. Vuelve a mi mente aquella escena, cavilando en mis pensamientos, cada vez que veo por los medios de comunicación privados, tantas buenas y/o malas mentiras, apostando a que el rèeeegimen se cae de un momento a otro y que este modelo de gobierno ya no lo aguanta ni la pata de un viejo taburete!! Mentiras criollas, diríamos, si los revolucionarios fuéramos o continuáramos siendo ingenuos, creyéndoles sus marramuncias y majaretes que montan a diario en ollas masaclotùas y que ya no hallan con qué paleta mover, si con dinero enviado por el oprobioso imperio o recogiendo churupos de aquí y allá, entre ellos mismos, para pagar a algún desarmado, quien acabe con la vida de nuestro líder Comandante Presidente Hugo Chávez (Se creen ellos. Aunque no los podemos subestimar).

Y para colmo, en aquella oportunidad, continuando con la apuesta del viejo Aniceto, es que luego nos increpa: -Aja, y eso no es na!... Otro cachete por cabeza que, a qué me muerdo el ojo derecho!! … - Ahí si que nos supo embromar… -No viejito vivo, te apostamos pero si dejas en la mesa ese ojo de vidrio que te sacaste! No nos vas a volver a fregar rolo e`pillo!!

Bueno, volvimos a caer… Sabíamos que el anciano veía, pues nos describía con perfección a toda la cuerda de gafos que allí estábamos con él y nos estábamos dejando fregar parejo con el personaje. Más estruendosa y destartajada fue la risa, cháchara y estupefacción, cuando Aniceto agarró todo el dinero que le volvimos a otorgar, dejó el ojo de vidrio en la mesa, el muy vivaracho, en un santiamén, se ha sacado la plancha dental y empezó a morder con ella en el ojo derecho, hecho más que cómico, asqueroso y desagradable, pero que nos supo llenar de asombro, estupor y risa, esa misma que me da, igualito, cuando veo a diario, las informaciones de los medios privados de desinformación y cuando y cómo apuestan al igual que Aniceto: nos meten el cuento, le sacan dinero al gobierno, a sus financistas y hasta ellos mismos; nos llenan de repulsión y tratan de engañarnos con sus ingenuas y locuaces apuestas que no dan pie con bola!! … Y cantan bingo, sin ni siquiera, llenar una línea del cartón…

EVOCO ENTONCES, UNA MELODÌA POR AHÌ (PERO SONANDO AL CONTRARIO), AL COMPARAR LA APUESTA DE ANICETO CON LAS QUE HACEN A DIARIO ESTOS EMBUSTEROS Y APOSTADORES CHIMBOS DE OFICIO; SOBRE TODO, CUANDO LANZAN SUS DADOS ENGAÑADORES Y GANAN EN MENTIRAS, MUCHO. ¡HASTA SE JUEGAN A ROSALINDA SIEMPRE PUES! PERO PIERDEN COMPLETICO LA CREDIBILIDAD DE ESTE PUEBLO HEROICO… ESE, QUIEN NO SE DEJA METER GATO POR LIEBRE Y ANDA OJO E`GARZA CON EL SOCIALISMO…

NO GANARÀN! NO APOSTAREMOS!!...

RUMBO AL SOCIALISMO VERDADERO!

NO HAY BUEY, MANO!!

titereahi@hotmail.com

(*) Lic.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1323 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter