A mis queridos hermanos

Hoy quiero escribir estas líneas a nuestros hermanos venezolanos que se quieren ir de su amada patria y a todos los venezolanos que están fuera del país, buscando nuevos horizontes.

Si por cosas del destino no consiguen lo deseado y se sienten decepcionados no decaigan sigan en su lucha que los grandes éxitos y logros necesitan constancia y esmero, nada es fácil y lo que consigues fácil, rápido se desvanece, tan rápido que no llegas a disfrutarlo, ni te das cuenta como llego pero si cuando se fue.

Antes de poner un pie fuera del país, bendigan lo que dejan aquí, sus hogares, familia, hijos, amigos, esposa, pero no se queden enganchados a lo que pudo haber sido y no fue.

Por otra parte, tienen que tener en cuenta que al tomar la decisión de salir de Venezuela, deben estar consciente de que la vida les cambiará totalmente. Aquí en tu terruño puedes tener todas las profesiones habidas y por haber, pero fuera de tu país solo eres tú y tu esencia interna, al lugar que vayas no puedes llegar mandando, no puedes llegar pidiendo algo que hasta el momento no existe, en otro país no existe tu espacio hasta que tú mismo lo creas.

Debes llevar dentro de ti, la convicción de que vas a ofrecer tus servicios, ofreciendo tu mejor sonrisa, ofreciendo tu actitud colaboradora, llevando la humildad por delante para entrar sigilosamente sin quitar nada a nadie, en esas tierras lejanas no hay puestos vacantes esperándote, ni un escritorio donde realizar tus sueños, pero si hay sitios donde necesitan tus servicios como ser humano sin roles, muy por debajito para que comiencen a reconocer quien eres.

Aquí en Venezuela, ya te conocen, ya todos saben tu trayectoria, aunque físicamente no te conozcan, porque eso es parte de pertenecer a un país, un venezolano conoce a otro a kilómetros de distancia, confía en él y le muestra su espacio que es de los dos, en otro país no sucede así, no saben quién eres, ni porque te fuiste, ni que buscas allí, sin embargo, te reciben y con gran expectativa comienzan a descubrir el ser completo que eres poco a poco, así estés limpiando una mesa con tu buen corazón, tus manos dispuestas al trabajo y al buen servicio, comienzan a voltear hacia ti y empiezan a preguntarse si podrás hacer lo que tienen en mente, si valdrá la pena darte la oportunidad, parece que tienes mucho que dar, mucho que ofrecer, le llega a la mente al oriundo que se atrevió a apostar por ti, de esa manera comienzas a escalar posiciones y tu espacio se ira formando.

Debido a este ciclo, debes tener paciencia y fluir con el cambio presente, recordaras tu país quizás con nostalgia, allá donde vayas nada es igual a lo que aprendiste aquí desde niño, pero no puedes dejar el corazón anclado y sin salida, solo debes tener ese valor, fuerza y perseverancia de luchar y así poder lograr tus metas y sueños por la que decidiste irte, cada espacio es único y este cambio es parte de tu andar en este plano que te ha tocado en el juego de la vida en este planeta .

Si decidiste irte, vive con alegría cada día, descubriendo cosas totalmente diferentes a las que estabas acostumbrado, observa todo pero no juzgues, no opines aun, observa nuevamente con la mirada del que llega a un mundo nuevo, asesórate bien, antes de dar cada paso Pregunta, descubre y vuelve a preguntar.

Si decidiste irte, aprende, instrúyete, revisa como hacen ellos las cosas y por qué les funciona, no hables que en Venezuela se hace de una manera o de otra, tú sabes que en Venezuela se hace lo mejor que has conocido, ahora vas a ver las diferencias y aprenderás a vivir y a tolerar las diferencias, que es una de las tantas misiones del Ser.

Si decidiste irte, lleva con tu proceder el mejor ejemplo de lo que es un venezolano, enséñales que Venezuela no es el mal vivir de unos pocos, no le des la razón a quienes hacen propaganda malsana con sus actitudes y palabras soeces, diles con tu ejemplo que en Venezuela hay mucha gente buena, honesta y trabajadora, diles que fuiste ayudar en algunas cosas, que fuiste a conocer sus tierras, sus costumbres tradiciones y formas de vida, pero diles que solamente estas de paso por un cierto tiempo y que muy pronto te vienes nuevamente a tu país ayudar a reconstruirlo ya que tu patria te necesita mi querido hermano.

Venezuela es tu casa y aunque actualmente está un poco desordenada, siempre estará a tu disposición y esperando por ti, esperando por ese hijo que ha salido de su terruño.

 

 

15gomezjose@gmail.com



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José Gómez Pinto


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