¿Argentina se preparó para invadir Venezuela?

Entre abril y junio del 2019 las Fuerzas Armadas de Argentina realizaron ejercicios simulando una invasión a Venezuela. Era entonces el último año del Gobierno de Mauricio Macri y uno de los momentos de mayor ofensiva sobre Caracas para lograr el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.

Argentina iba a colaborar con una invasión a Venezuela garantizando un corredor desde Colombia. Su accionar estaría enmarcado en el despliegue de fuerzas multinacionales de intervención rápida de Naciones Unidas en el país caribeño. Así figuraba en el escenario descrito para los ejercicios de preparación llamados Puma, realizados entre abril y junio del 2019, según reveló el portal El Cohete a la Luna.

El presidente argentino Mauricio Macri estaba en su último año de mandato, iniciado a fin del 2015. Venezuela atravesaba una de las etapas de mayor presión para lograr el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro: el 23 de enero de 2019 Juan Guaidó se había autoproclamado "presidente encargado" del país, y un mes después había intentado forzar un ingreso desde las fronteras de Brasil y principalmente de Colombia.

Macri, como todos los Gobiernos de derecha de la región, reconoció a Guaidó desde el inicio. Volvió a hacerlo el 30 de abril, cuando éste intentó un golpe de Estado en Caracas de madrugada junto a Leopoldo López y un puñado de militares, en la llamada Operación Libertad. Precisamente 15 días antes habían iniciado en Argentina los ejercicios Puma, algo que no había sido público: el objetivo era preparar los efectivos necesarios de las Fuerzas Armadas Argentinas (FFAA) para incorporarse a un hipotético diseño de invasión.

Las preparaciones duraron hasta junio, mes en que, a su vez, llegaba al país el entonces jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Craig Faller. En julio, Jorge Faurie, quien era canciller bajo Macri, declaró en una rueda de prensa: "siempre el uso de la fuerza será un recurso que quedará para el momento que correspondiera". Faurie estaba acompañado por los ministros de los países del Grupo de Lima, creado en 2017 para presionar al Gobierno venezolano.

En simultáneo el encargado de Latinoamérica para la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone, afirmaba haberle hecho llegar a Maduro el mensaje afirmando que tenía un plazo "mucho más corto que el fin de año" para dejar el Palacio de Miraflores. Era uno de los momentos más críticos en el intento de derrocamiento, y desde Buenos Aires las cosas estaban, según se reveló, listas para seguir la hoja de ruta estadounidense.

Ejercicios Puma

En total fueron siete sesiones de ejercicios en las cuales estuvieron involucrados varios componentes de las FFAA: la Brigada de Paracaidistas y los Comandos de la Fuerza de Operaciones Especiales de Córdoba, la Brigada Mecanizada X de La Pampa, la Brigada Aerotransportada IV de Paracaidistas, la Brigada de Infantería Mecanizada X, comandos de la Fuerza de Operaciones Especiales, y la coordinación con unidades de la Fuerza Armada y de la Fuerza Aérea.

Los nombres del continente y de los países fueron cambiados para el ejercicio Puma. Así Sudamérica fue llamada Patagonia del Sur, Venezuela como Vulcano, Colombia como Ceres, Ares para Argentina, Fauno para Perú y Ecuador, Brasil como Febo o Chile como Juno. Las acciones debían desarrollarse por tres de los cuatro principales flancos de Venezuela: el mar Caribe, la frontera brasileña y colombiana, siendo esta última en la cual estarían las FFAA argentinas.

El escenario de Venezuela, según el documento utilizado para el ejercicio y revelado por el portal argentino, era el de la "mayor conmoción interna en la región", con un Gobierno que ha buscado "apoyo de actores extra-regionales para mantenerse en el poder", una "situación interna" con "una falta de entidad representativa de su doble Gobierno (NM y JG) y en una crisis humanitaria sin precedentes".

A su vez, según ese mismo documento, existía "una ruptura de la disciplina en las Fuerzas Armadas y de seguridad de Vulcano —es decir Venezuela— a causa de profundas diferencias entre los que apoyan al Gobierno y los que no, quedando su empleo limitado a la defensa de objetivos estratégicos nacionales puntuales". Esa debilidad descrita se compensaba, según ese diagnóstico, por el "empleo de grupos paramilitares" por parte del Gobierno.

En ese contexto y ante "los fallidos intentos de soluciones diplomáticas de los organismos regionales e internacionales", la ONU emitió "la resolución N 1918/19 de intervención con una fuerza multinacional provisional de estabilización" de la cual era parte argentina. El objetivo: "lograr una transición del Gobierno segura y duradera", según continúa citando el mismo portal.

Al mando del ejercicio estuvo el general Juan Martín Paleo, entonces comandante de la fuerza de despliegue rápido, y quien es, desde marzo de 2020, jefe del Estado Mayor de las FFAA.

Responsabilidades y puertas adentro

"Las responsabilidades son políticas, de la conducción civil de ese entonces, en manos del ministro Óscar Aguad. También tiene responsabilidades la Jefatura del Estado Mayor Conjunto, en ese entonces en manos del general Bari Sosa, el único alto mando militar que permaneció los cuatro años de gestión del macrismo, desde 2016 a 2020", explica Matías Caciabue, secretario general de la Universidad de la Defensa Nacional, ubicada en Buenos Aires.

"Un ejercicio de esas características, que contó de siete sesiones en cuatro meses, no puede escapar a las instrucciones de las más altas autoridades. El mundo castrense tiene bien diferenciados los ámbitos de actuación y responsabilidad, que van desde lo político a lo táctico, pasando por lo estratégico y operacional. No es correcto asignar responsabilidades políticas al nivel estratégico u operacional".

"La decisión de realizar un ejercicio sobre una eventual participación de las Fuerzas Armadas argentinas en una coalición internacional como la planteada, para invadir un país como Venezuela, depende de los niveles políticos. Aguad y Macri son quienes deberían dar las explicaciones del caso", sostiene Caciabue, quien se desempeña a su vez como analista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico.

"La política de defensa macrista, así como la política exterior, fue la de una total subordinación hemisférica. No tengo pruebas a mi alcance, pero no es extraño pensar que puede existir algún tipo de conexión a nivel ministerial", dice, en referencia a la coincidencia de los ejercicios Puma y la visita de Faller.

Caciabue señala un elemento del orden interno de las FA: "extrañamente, este señalamiento sucede a pocos meses de un importante cambio que realizó el [actual] ministro de Defensa Jorge Taiana en el Ejército, al relevar de la Jefatura de esa fuerza al General Agustín Cejas y designando como nuevo jefe al General Guillermo Pereda, indicando un cambio de orientación estratégica, en sintonía con la nueva Directiva de Política de Defensa Nacional, la DPDN, un documento de Estado aprobado por el Presidente a través del Decreto 457/2021 en el período en el que Agustín Rossi era el ministro de Defensa".

La invasión que no fue

La acción militar con participación de fuerzas armadas de diferentes países contra Venezuela finalmente no tuvo lugar. Ocurrieron otros intentos armados, como la Operación Gedeón en el 2020, siguiendo lo que aparecen como intentos periódicos de lograr el derrocamiento del presidente encabezados por sectores de oposición y, muchas veces, con respaldos internacionales, según denuncia regularmente el Gobierno venezolano.

Esos meses de 2019 fueron uno de los picos más fuertes de las amenazas e intentos desplegados por Washington desde que en agosto del 2017 Trump anunciara tener la "opción militar"como posibilidad. Las acciones a partir de entonces fueron en escalada, con una multiplicación de sanciones económicas, el desconocimiento de la victoria presidencial de Nicolás Maduro en mayo del 2018, el atentado con drones en agosto de ese mismo año para asesinarlo, hasta la creación de la "presidencia interina" de Guaidó en 2019.

Argentina, bajo el Gobierno de Macri, siguió la estrategia diseñada por Estados Unidos, desde aislar a Venezuela con la suspensión de su participación en el Mercosur en 2016, por ejemplo, hasta integrar el Grupo de Lima, reconocer a Guaidó, y preparar los ejercicios Puma en el 2019 bajo la hipótesis de una acción de fuerza internacional sobre Caracas.

Con la presidencia de Alberto Fernández, quien asumió en diciembre de ese año, la política internacional fue modificada y dejó atrás el alineamiento automático con la Casa Blanca. Argentina se retiró en marzo del 2021 del Grupo de Lima y abogó contra el bloqueo económico que aún mantiene Estados Unidos, bajo mandato de Joe Biden desde enero del 2021, contra Venezuela.

Por el momento no existió pronunciamiento oficial en Argentina respecto a la revelación. El presidente Maduro, por su parte, se refirió al hecho el 15 de febrero en televisión: "esta denuncia me parece creíble porque la derecha continental se fue al extremo de romper todas las reglas de juego de convivencia entre nuestras naciones. Ojalá en Argentina alguien se atreva a levantar la voz para investigar esta denuncia. Es algo muy grave".

Tomado de Sputniknews.



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Marco Teruggi

Periodista

 @marco_teruggi

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