Los seres humanos evolucionaron a partir de africano similar a un simio
( ESTA ENTONCES VIGENTE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN DE DARWIN?)
De un artículo de Guillermo Carvajal
Un estudio meticuloso de la articulación del tobillo de este ancestro de 4,4 millones de años sitúa a esta especie como un eslabón crucial, portador tanto de características primitivas para trepar como de adaptaciones incipientes para caminar erguido, desafiando interpretaciones previas que lo alejaban excesivamente de chimpancés y gorilas.
La búsqueda incansable por descifrar los orígenes de la humanidad ha dado un nuevo giro tras una investigación exhaustiva sobre uno de los esqueletos más completos y antiguos jamás descubiertos: el Ardipithecus ramidus, conocido coloquialmente como «Ardi».
El estudio, liderado desde la Universidad de Washington en San Luis y publicado en la revista Communications Biology, aporta evidencias contundentes que respaldan la hipótesis de que los humanos evolucionamos a partir de un ancestro similar a los simios africanos, afinando el espectro de explicaciones posibles sobre el surgimiento de nuestro linaje.
La investigación, encabezada por Thomas (Cody) Prang, profesor asistente de antropología biológica, reexamina el impacto del descubrimiento de Ardi en Etiopía en 1994.
Con una antigüedad de 4,4 millones de años, este espécimen es aproximadamente un millón de años más viejo que el famoso esqueleto de «Lucy» (Australopithecus afarensis) y, por tanto, representa una fase aún más arcaica en la compleja saga de la evolución humana.
Una de las sorpresas que deparó este hallazgo fue la constatación de que Ardi caminaba erguida, pero a la vez conservaba una gran cantidad de características similares a las de los simios, incluyendo un pie prensil, explicó Prang en declaraciones recogidas en el comunicado de la universidad.
Esa combinación de rasgos, un pie capaz de agarrar con un dedo gordo divergente como el de los simios arbóreos y una postura bípeda, convirtió a Ardipithecus en lo que los paleoantropólogos denominan una auténtica especie de transición.
Sin embargo, las interpretaciones iniciales propusieron que la locomoción de Ardi era de un tipo generalizado, no específicamente parecido al de los simios africanos modernos.
sta conclusión, que distanciaba radicalmente a nuestro ancestro directo de chimpancés y gorilas, generó un profundo debate en la comunidad científica.
Según su análisis, concluyeron que los simios africanos actuales son como callejones sin salida de la evolución, más que etapas del emerger humano, detalló Prang.
En su lugar, pensaron que Ardi proporcionaba evidencias de un ancestro más generalizado que no se parecía a chimpancés o gorilas.
El equipo de Prang ha centrado su trabajo en revaluar esa premisa mediante el examen minucioso de una pieza clave en la mecánica del movimiento: el astrágalo o hueso del tobillo.
Este hueso, que articula con la tibia de la pierna y el calcáneo del talón, actúa como una caja negra que registra las adaptaciones a modos específicos de locomoción.
Al estudiar el astrágalo de chimpancés y gorilas, los científicos pueden inferir con precisión sus patrones de movimiento, particularmente su eficiencia en la escalada vertical de tr Para este estudio,
Prang y sus colegas realizaron una comparativa meticulosa del astrágalo de Ardi con los de una amplia muestra de simios, monos y humanos primitivos.
Los resultados del análisis morfológico y funcional son claros: el tobillo de Ardi es el único en todo el registro fósil de primates que comparte similitudes significativas con el de los simios africanos.
La mecánica de la escalada vertical proporciona una explicación aproximada de la evolución convergente de la morfología del tobillo en los simios africanos y los atélidos. Crédito: T.C. Prang et al. 2025
Estos simios, según Prang, son conocidos por sus adaptaciones para la escalada vertical y para una forma de desplazamiento cuadrúpedo en tierra firme denominada plantígrado, en la que el animal apoya toda la planta del pie, incluido el talón, en el suelo.
La presencia de estas características en el tobillo de Ardi sugiere de manera poderosa que este hominino utilizaba sus pies de una manera análoga, combinando una vida arbórea activa con periodos de movimiento en el suelo.
No obstante, la complejidad del fósil no termina ahí. Junto a estos rasgos primitivos, el astrágalo de Ardi también exhibía características derivadas que sugieren la presencia de un mecanismo de propulsión mejorado en el pie, un precursor esencial para la eficiencia de la marcha bípeda que luego caracterizaronn una suscripción mensual y recibir contenidos s
Escribe tu correo electrónico…
Suscríbete
Esta dualidad en su anatomía, esta mezcla de adaptaciones para trepar y para caminar, pinta un retrato más matizado y verosímil de Ardipithecus como una especie que efectivamente transitaba entre dos mundo
NO SE DEBE SER DÉBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE