Los venezolanos comunes, los de a pie, tenemos razones para defender nuestros CDI , la atención inmediata sin tener que llevar una tarjeta de crédito en mano o un gran seguro de responsabilidad medica que exige cualquier clínica particular para que un enfermo pase a otro tipo de atención que no sea una consulta pagada. Es la seguridad que nos dan los CDI. Es la referencia de la acompañante de una tía que ingreso al CDI Maria Estela de Flores ubicado en Barquisimeto por presentar muchas dificultades médicas debido a su edad avanzada de 96 años, sin hijos, sin poder caminar, ni ver, hace 7 años. Observé por los días que permaneció hospitalizada la Señora Carmen Silva al grupo de médicos cubanos, estudiantes de medicina que allí están integrados y van rumbo a grados superiores no como se dice por ahí, que son médicos en tres años, son 6 años y en practicas integrales diarias, y al obtener sus títulos podrían hacer las especialidades correspondientes con mas años de estudio.
Les aseguro “no abrirán una barriga al azar”, las enfermeras de primera línea, con bondad y dedicación la mayoría, así como una que otras rezagadas que poco a poco irán aprendiendo el camino de una verdadera enfermería si no se quedan en el camino, las señoras de aseo increíbles en su afán de mantener la pulcritud, los cuidan como algo propio, saben que les pertenece, que es de ellas, de su familia, de su vecino; los señores de la información, con calidad, sin bravuconerías, ni faltas de respeto para recibir al que entre allí por cualquier información o ayuda que requiera, la tecnología, tratamientos, comida no deja nada que desear o renegar en momento alguno, quiero hacer referencia al trato de medico a paciente sin mesura y sin ideologías marcadas, mi trato con muchos familiares de pacientes en el diario ir y venir solo me dejo la enseñanza de que todos en conjunto solo dan alabanzas de buena fe al trato y servicio, no existen quejas, no hay preferencias allí, son todos.
Los familiares comparten hasta
el jugo de sus pacientes con el paciente que no lo tiene al momento,
amabilidad, despego. Con todo esto puedo decir que nace un nuevo tipo
de persona que se esta creando, será muy largo el camino pero la conciencia
del que por allí va pasando va a hacer el camino mas corto, realidad
que no tenia el desasistido en otros tiempos. Gracias al
Dr. Ignacio Gómez quien a tratado a esta ancianita desde hace varios
años, al Dr. José Patersson, excelente cordialidad con sus muchachos
de estudios y personal, Enfermeras Ana Carrizalez, Jerry González,
me dieron su mano cuando pudieron ayudarme es difícil atender
a una anciana inmóvil sola como fue mi caso.
Sigan adelante, venceremos.