La entropía que ha generado el perverso ataque a nuestro pueblo por los sectores económicos poderosos (oligarquía) y sus amos norteños, se hace presente en la capital deltana y se manifiesta en saqueos que muy bien aprovechan miembros de la delincuencia organizada para generar más caos y violencia. También está condimentada de oportunismo e ineficacia de infiltrados en el gobierno. Gente que hace gala de su rauda adquisición de bienes y la manifiesta muestra de cambio en sus comportamientos; exhibiendo conductas inapropiadas en un revolucionario verdadero y a carta cabal. Esto desdice y dista mucho de los sacrificios y esfuerzos hechos por los mártires y Libertadores de la Patria que lo dieron todo por ella. Ayer, último día de mes de junio, hace un cierre de tiempos que la oposición inmoral y alocada (Ramos Allup, Capriles entre otros integrantes y aliados) ha mostrado sus inmensas ganas de torpedear y acabar con el proceso bolivariano. Sabemos de su pasado público y no tan público como propiciadores de políticas antipopulares. Quienes no tienen la más mínima memoria histórica o que por su condición etaria lo ignoran, hoy los ven como los grandes salvadores de nuestra querida Venezuela. Pero es bien sabido que ese pasado negativo lo crearon y generaron ellos mismos. ¿Por qué si fue tan bueno ese pasado adeco-copeyano fueron entonces desplazados del poder por el pueblo mismo? En definitiva nos quieren retornar a ese pasado que no volveremos así le pongan mucho del empeño fascista que los caracteriza. Ya lo dijo el barbudo de Tréveris, en referencia a la historia y su doble manifestación, "una vez como tragedia y otra vez como farsa"; ese pasado ignominioso no volverá. La Patria de Bolívar merece otro camino con alamedas construidas por sus propios hijos.