Pablo Pérez o cochino gordo

   Hay por ahí un dicho popular cuya sabiduría es tan incuestionable y evidente, que hasta el que esto escribe, pese a sus grandes dificultades para entender e interpretar nada, le presta una gran atención. Ese adagio dice lo siguiente: “cada quien da de lo que tiene”. Y yo le agregaría:”cada quien recibe lo que se merece”. Esto viene a cuento porque aquí en Maracaibo acaba de ocurrir un hecho que, si no fuera porque quien lo provocó es un pupilo del Prófugo, de quien aprendió todas sus malas mañas y perversiones, lo calificaría de extraño y hasta de insólito y excepcional. Y decimos esto, porque nadie puede actuar contra su propia naturaleza. Y así como nos parece de lo más natural que el perro ladre y el burro rebuzne; que  adeco, copeyano y sus sucedáneos,  roben, asesinen y maltraten, asimismo nos debería parecer absolutamente normal que un individuo que como Pablo Pérez, que proviene de los bajos fondos, dé lugar a los bochornosos sucesos que acaba de y promover y protagonizar aquí en Maracaibo.

   ¿Pero qué ocurrió?  Nada, que quienes por malditos designios desconocidos pero perversos gobiernan actualmente esta desgraciada región, que pareciera ser víctima de una terrible e implacable maldición bíblica, no satisfechos con los colosales recursos robados a la gobernación y a la alcaldía de Maracaibo, o lo que han dejado de ella, ahora han querido convertir la feria de la Chinita, esas festividades que ya forman parte de nuestras mejores tradiciones, en un suculento negocio, esto es, en algo para hacer dinero, que constituye el máximo ideal que los anima. Porque eso es lo que quiere hacer este par de degenerados. No como dicen nuestros despistados comentaristas políticos, que lo que han  hecho es privatizar la feria. Expresión esta que más que una definición es una metáfora, la cual le puede decir mucho a unos, pero poco o nada a otros. El hecho real y concreto, señores de la TV, Mario Silva y Pérez Pirela, es que este siniestro dueto de vagabundos y vagabundas, y detrás de ellos, dirigiéndolos, el capo Manuel Rosales, han convertido estas fiestas en un vulgar y sucio negocio -así es como hay que decirlo, sin eufemismos complacientes-.Y ello, sin importar los valores y tradiciones que hayan que vulnerar, incluyendo aquellos que están en las raíces mismas de nuestro gentilicio, lo cual no significa otra cosa que  atentar contra los zulianos y su zulianidad. 

   Pero por qué la trifulca. Sencillamente, porque en desacuerdo con el hecho de que los marabinos se pudieran quedar sin sus fiestas tradicionales, que estaban siendo secuestradas por Pablo Pérez y por su esperpéntica secuaz, Eveling Trejo,  ambos pertenecientes a Un Nuevo Tiempo, los chavistas montaron una tarima frente a la entrada principal de Corpozulia. La idea era además de proporcionarle a los habitantes de esta ciudad un rato de agradable y grato esparcimiento, rendirle un sentido homenaje a nuestra máxima expresión musical como es la gaita, cuya existencia se encuentra en estos momentos seriamente amenazada. Por supuesto, el binomio gobernante, viendo aquello como una competencia desleal contra sus delictivos planes, se fueron hasta la tarima instalada dentro de las instalaciones, repito, de Corpozulia, donde sus hordas policiales empezaron a agredir salvajemente a la nutrida concurrencia que pacíficamente disfrutaba del entretenido espectáculo que se estaba ofreciendo. Este solo hecho es motivo suficiente para abrirle un juicio penal, por allanamiento, a este asqueroso e inmundo pervertido.

   Se estremece al ánimo de solo pensar que un sujeto tan moral e intelectualmente descalificado como Pablo Pérez y otros como él, que no tiene la menor noción de lo que es bueno ni de lo que es malo, que en lugar de principios lo que lo guía en su vida son los instintos primitivos  y animalescos, propios de su precaria condición humana, estremece el espíritu, repito, que un humanoide como él y como los otros, pudieran llegar algún día a estar al frente de los destinos del país. Sería, sin exageración ninguna, el apocalipsis, el acabóse.

   Pero el hecho de que ese trágico acontecimiento suceda, no depende exclusivamente de él ni de la inescrupulosa manada que lo acompaña. En muy buena medida también depende de lo que los buenos hijos de esta patria –en permanente peligro- puedan hacer para impedirlo. La cuestión está en cómo hacerlo, en cómo evitar que esta colosal desgracia nos ocurra. Por supuesto que una de las maneras más efectivas de hacerlo que hay es convenciendo a todos los venezolanos susceptibles de ser convencidos y que representan el 80 por ciento de la población, acerca del irreparable error que significaría respaldar a quienes dentro de nuestras propias fronteras pugnan por el establecimiento de un modelo cuyas consecuencias económicas y humanas ya la vimos en Argentina y la estamos viendo ahora  en Lo Estados Unidos y Europa

   Ahora bien, la pregunta es la siguiente: ¿está el Partido y, en general, el Proceso suficientemente preparado para asumir exitosamente esta difícil e inaplazable tarea? Después de doce años de presencia en el escenario político nacional ha demostrado que no lo está, al punto de que pudiera decirse que en esto, en materia de concientización de las masas, se ha experimentado uno de los más costosos y significativos fracasos.  Y a manera de ilustración quisiera referir algo que comenté con mi buena amiga barquisimetana, Marián, una chavista de nacimiento.

   Como todos están enterados, esta inmundicia viviente que es Pablo Pérez hizo recientemente un viaje a Miami, donde dijo que “un gobierno suyo privilegiaría las relaciones con los Estados Unidos. Y para justificar esa posición dijo también: “eso lo haría porque ese país es el socio natural de Venezuela”.

   Mario Silva y Pérez Pirela reprodujeron en sus respectivos programas esas declaraciones con el ánimo de refutarlas. Sin embargo, no sólo no se refrieron a la parte más significativa de las mismas, como era eso del “socio más importante”, sino que  tampoco lograron refutar nada, por lo que de hecho se convirtieron en altavoces de lo que dijo el sádico gobernador.

   Pero a mi juicio, cómo creo yo que se debió haber respondido a las mencionadas declaraciones de Cochino Gordo -le decía a la amiga. Para empezar, Marián, esas declaraciones son absolutamente inauditas, de un cinismo sin parangón, pues reconoce sin tapujos, de manera expresa y desembozada, que los planes que tienen ellos, los de la oposición, son los de regalarle el país al los gringos. Porque, ¿quién entiende que un país como Venezuela ate, o amarre su destino al de un país que se está desbarrancando? ¿Para qué? ¿Para que nos desbarranquemos nosotros junto con ellos?

   Pero, además de lo dicho, también se pudo haber respondido que si Venezuela había sido en el pasado “socio natural” de los Estados Unidos, fue porque los gobierno entreguistas de la cuarta así lo habían querido, pero no porque eso era lo que más le convenía al país. Prueba de esto fue que como consecuencia de esas relaciones  neo-coloniales, a nuestro país le impusieron un tratado con el Fondo Monetario Internacional, que entre los efectos más beneficiosos que produjo estuvo el Caracazo, donde murieron más de 3 mil compatriotas. Finalmente, también se debió haber respondido que los socios naturales de nuestro país son aquellos con los cuales se puedan mantener unas relaciones, además de amistosas y cordiales, de mutuo beneficio y sin menoscabo de nuestra soberanía e independencia nacional.

   Pero no es sólo en el área comunicacional donde se han venido presentando grandes fallas y deficiencias, también en el manejo de los asuntos públicos se ha incurrido y se continúa incurriendo en errores tan importantes que le han costado al Proceso la pérdida de influencia en estratégicas zonas del país. Entre ellas el Zulia y, particularmente, Maracaibo, su capital.

   El Zulia es la región electoral más importante de la nación. Su cuota de diputados a la Asamblea Nacional es de15 parlamentarios, superior a la de cualquier otra región de Venezuela. Y sin embargo, sus habitantes que llegan a los 2 millones y medio carecen de agua potable. Algo verdaderamente inaudito, sobre todo si se toma en cuanta lo dicho por el ministro de planificación, que actúa más como político que como técnico. Este ministro ha dicho, en la última declaración que dio que el gobierno ha invertido (es cuestión de semántica, ministro) 444 mil millones de dólares. Digámoslo con cifras: 444.000.000.000, de dólares, no de tapas de cerveza.  Y sin embargo, no tenemos agua.

   Ahora, le reclaman a los zulianos, como lo hizo esta amiga de Barquisimeto, el hecho de que en las elecciones sufraguen siempre por candidatos como los Manuel Rosales y los Pablo Cochino Pérez. Y yo pregunto, y por quién más coño se va a votar. Por Dimartino, que en estos momentos s encuentra en Italia disfrutando los dineros mal habidos aquí en Venezuela. O por Arias Cárdenas, que además de haber sido postulado como candidato para las próximas elecciones a gobernador de una manera por demás irregular, es un ladrón convicto y confeso, pero sobre todo, Golpista. Como votar por los candidatos de gobiernos que se muestran absolutamente insensible, sordos, ante los angustiosos reclamos de una población que sufre la crisis de agua más grande y aguda de toda su historia. Si los candidatos de la oposición ganan elecciones en esta región  ¿quién o quienes son los verdaderos responsables.

   Antes de terminar, es indudable que uno de los factores que más se yerguen como una amenaza para este Proceso es el amiguismo. De allí que sea una imperiosa necesidad la urgente aprobación de unos estatutos que democratice la vida interna del PSUV.

Nota: Los de Venezolana de Televisión se la pasan quejándose porque las parrilleras las sacan del aire cada vez que no les gusta algún programa que transmite VTV. Muy bien, cóbreles Corpoelec un impuesto por el usos de sus postes.

alfredoschmilinsky@hotmail.com



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Alfredo Schmilinsky Ochoa


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