En la lucha por la emancipación, los medios de comunicación no son neutrales: han sido, y siguen siendo, armas de guerra psicológica del imperialismo, usadas para manipular conciencias, criminalizar la rebeldía, invisibilizar las luchas populares y fabricar realidades que sirvan al capital.
Artículo [EE]. De los medios de comunicación al servicio de la verdad popular y la defensa contra la guerra psicológica imperialista
Los medios de comunicación —radio, televisión, prensa, internet, redes sociales, cine, arte digital, carteleras comunales y todas sus formas— son herramientas colectivas al servicio de la verdad popular, la educación revolucionaria y la defensa integral de la soberanía nacional.
Ningún medio podrá funcionar con fines de lucro, dominación ideológica, manipulación masiva o guerra psicológica contra el pueblo.
Queda prohibida la propiedad privada de medios de comunicación por parte de corporaciones nacionales o extranjeras, familias oligárquicas, fundaciones vinculadas al imperialismo o cualquier actor cuyo interés sea la desestabilización del proceso revolucionario.
Toda concesión, licencia o frecuencia radioeléctrica otorgada con fines contrarios a la paz, la verdad y la justicia social será inmediatamente revocada por el Poder Popular.
Los medios comunitarios populares, alternativos y contrainformativos son sujetos plenos de derecho.
Tienen acceso garantizado al espectro radioeléctrico, a redes de distribución y a fondos públicos para su sostenimiento, y serán gestionados democráticamente por colectivos de comunicadores populares, artistas, jóvenes, mujeres, pueblos originarios, campesinos y trabajadores, sin intervención burocrática ni censura política;
-
Tienen el deber de visibilizar las luchas del pueblo,
-
denunciar la corrupción,
-
defender los logros revolucionarios y contrarrestar la propaganda imperialista.
Se constituyen Brigadas de Comunicación Populares, integradas por voceras y voceros de los comités de comunicación de los consejos comunales, periodistas, artistas, grafiteros, podcasters, y comunicadores populares, con la misión de:
-
Detectar y desmontar campañas de desinformación, fake news y operativos psicológicos;
-
Difundir la verdad desde las fábricas, los consejos comunales, las comunas y las trincheras culturales;
-
Promover una narrativa revolucionaria, antiimperialista, feminista, ecológica y comunal.
Se declara la guerra a la guerra psicológica.
Cualquier medio, plataforma digital, agencia de "inteligencia" o corporación mediática que actúe como instrumento del imperialismo para generar pánico, odio, racismo, xenofobia, desconfianza en las instituciones populares o deslegitimación de la revolución, será:
-
Bloqueado, sancionado y sus responsables juzgados por los Tribunales Populares;
-
Revolucionarios como agentes de guerra no convencional;
-
Sus contenidos prohibidos y contrarrestados con campañas masivas de contrainformación popular.
El Estado comunal garantiza el acceso universal a internet, telefonía y herramientas digitales como derechos fundamentales, pero bajo control soberano del Pueblo.
Se prohíbe la entrega de datos del pueblo a corporaciones extranjeras (como Google, Meta, X, etc.). Los servidores, algoritmos y plataformas estratégicas serán de propiedad social y gestionados por comunidades tecnológicas populares.
La comunicación no es entretenimiento, ni mercancía, ni espectáculo. Es conciencia, es organización, es resistencia. Por eso, todo medio que sirva al pueblo será protegido; todo medio que lo traicione será desmantelado.
Notas para el debate en las bases:
-
Este artículo no elimina la libertad de expresión, sino la libertad de mentir, manipular y destruir desde los medios.
-
La "verdad popular" no es una verdad dogmática, sino la que emerge de la experiencia colectiva, la lucha y la crítica.
-
Las Brigadas Populares de Comunicación son la respuesta organizada del pueblo a la hegemonía mediática burguesa.
En un Estado comunal y comunista, los medios deben ser herramientas del pueblo, no de los buergueses. Deben difundir la verdad popular, fortalecer la conciencia revolucionaria, y actuar como trincheras mediáticas contra la desinformación, la mentira y la colonización cultural.
REVOLUCIÓN ES HACER REVOLUCIÓN, SINO NO ES.