Encuentros disociados del tercer tipo (#8)

Esta vez fue con uno del “primer tipo”. De la mera crema, pues

“Venezuela es un país sin élite”, se lamentaba el desenchufado. “Algunos hechos son suficientemente trascendentales”, expresó con ceño fruncido, “como para dejar el cafecito para otra ocasión y salir a las calles a gritar a los cuatro vientos, ¡Ya basta!”. Estaba horrorizado porque había visto, dicho en sus propias palabras, “alienígenas de la galaxia X5YH brindando un concierto en el Teresa Carreño”.

Su actitud hay que comprenderla. Para la élite es ideológicamente fundamental el mantener ciertos espacios, como el famoso teatro en este caso, fuera del alcance de “gente de otras galaxias”.

En la República Bolivariana de Venezuela, por ejemplo, el común denominador de la posición política de la gente que se cree de abolengo es la preponderante necesidad de mantener “alienígenas” fuera del Palacio de Miraflores. Esto explica el enorme resentimiento que tienen en contra de quien ellos refieren como “el sabaneitor”.

¡Sorpresa! El inconexo de turno es también de la opinión de que un golpe es la única salida a “la crisis que vivimos”. Atacó a la oposición democrática de cómoda y cobarde caracterizando como “nauseabundo” el que se insista en que el 2012 es la fecha para detener lo que él considera un desastre y una inmoralidad.

El susodicho enfatizó como para sus adentros: “Necesitamos una élite dispuesta a asumir su responsabilidad histórica, ¿Dónde está?”.

Luego expresó incongruencias típicas de intoxicados con alcohol “elítico”:

  1. “La élite tiene, por definición, que marcar el rumbo del país.”
  2. “Es responsabilidad de los más aventajados y privilegiados aportar a la sociedad beneficios superiores.”
  3. “Los líderes tienen que enseñarle al ‘pueblo’ los caminos que llevan al éxito.”

Para entenderlo hay que mantenerse dentro del contexto prejuicioso de sus palabras. “La civilización es posible cuando cada individuo tiene la libertad de hacer con su vida lo que le dé la gana”, dijo. Cada individuo de la élite quiso decir...

Entonces le pregunté: “Específicamente chico, ¿A cuál responsabilidad te refieres?” “¿Por qué no empiezas tú por asumirla?”

Su respuesta fue áspera: “¡Creo que pecaría de reiterativo si explico a qué responsabilidad hago alusión!”. “Cualquier persona con un dedo de frente sabe a qué me refiero”.

Y continuó exasperado:

“Con respecto a tu inquietud sobre el porqué no empiezo yo por asumirla, le invito a que se tome unos cuantos minutitos de su preciado tiempo y averigüe quien es la persona a quien usted se está dirigiendo con su peculiar forma de expresión. Quizás si lo hiciera antes de hablar se pudiera ahorrar parte de la rabia y resentimiento que arropan sus palabras, y podría hasta pasar por menos ignorante.”

Dicho esto, se marchó intempestivamente. No me dio tiempo de preguntarle quien era. O dicho en lenguaje “elítico”:

¿Quién o qué se creerá él que es?

Antes de cruzar la esquina le oí gritar:

“¡Los caballos marchan delante de la carreta, no al revés!”

No me quedó más que darle la razón.

“Delante de la carreta igual que los burros”, pensé. Pero, “con distancia y categoría”.

Feico57@att.net

Nota: Respecto a estos “encuentros”, cualquier semejanza con la realidad No es pura coincidencia. Todos han sido arrancados de la vida misma.

Si quiere darle en la madre a estos “elitizados”, firme la petición que nos dará la oportunidad de elegir de nuevo presidente al “sabaneitor”: http://www.PetitionOnline.com/Last1one/


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Elio Cequea


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