Testamento político de Guaidó

"En el nombre del Dios Hermes, todopoderoso, y de don Juan del dinero, con su santa gracia, Amen, sepan de mi última voluntad en este testamento: Juan Guaidó, natural de La Guaira, hallándome, políticamente hablando, mortalmente herido, pero por la infinita misericordia de mi Dios y creyendo como creo, confieso el oprobioso fin de la alianza celebrada entre los Estados unidos, yo y todas las personas que me acompañaron en mi aventura y que son tan lacayos como yo, del país nombrado; y enemigos del país que nos vio nacer (Venezuela). En mi nombre y con la fe que he vivido, robado, trampeado y ayudado a saquear a mi país, pido intercedan ante nuestro señor para que perdone mis culpas, reconociendo que mi hora llegó y temo que de un momento a otro, la justicia me eche el lazo, por lo que he decidido hacer mi testamento de la siguiente manera;

  1. Encomiendo mi alma a Dios y el cargo que ejercía lo mando a la mierda, de donde salió, esperando que el gobierno, al cual serví, en perjuicio de mi país, coloque en mi pecho una condecoración imperial de la Orden Trump, acordada por nuestra alianza; y que se me ponga un traje confeccionado con la bandera de los Estados Unidos.

  2. Es mi voluntad que el día de mi entierro político se celebre una misa cantada, haciendo repicar las campanas, prender traquitraquis, saltapericos, cebollitas y exponerme por tiempo indefinido ante el pueblo para que lance todas las maldiciones, improperios, etc., en mi contra y ordeno que al sonido de un tumbarrancho aparezca un letrero que diga. "Muerte al usurpador, vamos bien"

  3. Declaro: que soy el primer traidor y varón cobarde de Venezuela, que he estado rodeado de circunstancias en las cuales mis principios, oscuros y miserables, propios de un pobre diablo sin nombre, oficio, ni beneficio; un pela nalgas que a través del tiempo y con sucesos en pleno desarrollo, adopté la carrera política en la que fui feliz por un tiempo, puesto que con intrigas, favores inmerecidos y pillerías, pude elevarme al rango de presidente interino que eran mis aspiraciones. Nunca comprendí la importancia de mi existencia política, hasta que una vez auto juramentado como presidente, mi ambición me hizo pensar en que estaba destinado a representar un gran papel en el mundo y me lo tomé tan en serio que lo creí y esa fue la razón por la cual el gobierno imperial me consideró como el único hombre capaz de ser instrumento de sus designios, me embaucó y compró mi cuerpo, mi alma, mi voluntad. Entonces, ya dado el paso, tuve que aliarme a los locos del G4 y de esa manera quedó sellada la traición más miserable y detestable en contra de mi país; y se consumó mi ´perdición.

  4. Declaro: que en todas las fechorías que cometí, no estaba solo. Nunca tuve dirección propia, ni plan, todo era idea de los que me rodeaban y vivían pidiéndome dólares, entre ellos los que conformaban el G4; y, además, seguía las instrucciones perversas de los gobiernos de los estados unidos, del grupo de Lima, de la OEA con Almagro, y de los otros 50 gobiernos que me apoyaban, sin embargo, tales hechos, es decir, robos, desmanes, abusos no es de negar que satisfacían mi inclinación natural.

  5. Declaro: que los bienes que poseo han sido adquiridos por medio de violencias, despojos, y con la ruina de empresas nacionales y de mis conciudadanos.

  6. Del mismo modo declaro: que he sido miserablemente arrastrado por el Gobierno de los estados unidos, de cuyos hombres maldigo y reniego, a cometer los errores declarados en este testamento: pido al Cielo que este gobierno baje a los profundos infiernos, y que el covid, la viruela del mono, y las tormentas los devore y consuma en cualquier momento. ¡Dios quiera!

  7. Declaro: que lego a la plataforma unitaria una maldición tan dilatada como "ir de aquí a pekin a pie" y tan profunda como el abismo, entre los salarios y el precio de los productos de la dieta básica, o entre el dólar y el bolívar, en que han de sumergirse.

  8. Declaro: que destituido como presidente interino por mis cobardes aliados, y sin más amparo que la misericordia Divina, no sé si pisaré primero Miami en huida perfecta o me convertiré en otro pran de nuestras cárceles, desde donde podría seguir siendo presidente interino, si la fiscalía o el gobierno de Maduro me lo siguen permitiendo.

  9. Declaro: que lego a la República Bolivariana de Venezuela una enorme traición. A mis compatriotas el recuerdo de mis robos. A la posteridad un conjunto de robos, pillajes y calumnias, formando un todo el nombre de Juan Guaidó.

  10. Declaro y pido a los compañeros sobrevivientes que tengan firmeza ante las tentaciones y no vayan a caer en la perdición en que caí yo y el G4.

  11. Declaro: que nombro por mi único y universal heredero al Pueblo venezolano, a quien he sacrificado y robado sus fortunas.

  12. Para guardar, cumplir y ejecutar mi testamento nombro por mis albaceas a las invencibles del triunvirato, tres damas que seguirán traicionando a la patria y posiblemente dividiendo entre tres lo que me faltó por robar.

Dado, sellado y firmado en el palacio de Narnia.



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Jesús Rafael Barreto


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