Ante la seguridad de su derrota en diciembre la oposición no detendrá su campaña de descalificaciones al CNE

A comienzos de este año la firma Latinobarómetro (*) concluyó sus estudios sociales, económicos y políticos sobre los países de la Latinoamérica correspondientes al año 2005, cuyas cifras muestran a Venezuela, de manera general, con un comportamiento muy notable y que concitan desconcierto y frustración dentro de los sectores de la oposición, como lo son, sin duda alguna, aquellas que tienen que ver con las mediciones del comportamiento de los países de la región sobre el apoyo a la democracia, la credibilidad en los procesos electorales, el funcionamiento de sus modelos de desarrollo y el de sus propios gobiernos. Son cifras que, en resumen, hablan muy bien de lo que ha sido el desempeño de nuestro país en tales áreas, de manera que no son otra cosa que una respuesta fulminante a la matriz diseñada en Washington y voceada por sus lacayos criollos que sostiene y afirma todo lo contrario: que Chávez ha instaurado un régimen policial que atenta e irrespeta el derecho a disentir, que ha destrozado el país, que tiene secuestrada la libertad de información y, en fin, que ha implantado una terrible dictadura que vulnera todos los principios de una auténtica democracia.

Las cifras son muy elocuentes y sin más preámbulos veámoslas seguidamente:

1) En una escala de uno a diez para precisar “¿cuán democrático es el país?”, la valoración que obtiene nuestro país es de 7,6, con la cual ocupa el primer lugar, seguido de Uruguay con 7,1. Es una puntuación que no sólo está muy por encima de la media para toda América Latina que es 5,5, sino que supera con creces la que obtienen otras democracias “presuntamente” más consolidadas, como pueden ser las de Chile 6,2, Colombia 5,8 o México 5,1. Muy por debajo se ubican Guatemala con 4,7, Perú con 4,6 y Nicaragua con 4,5;

2) El 76% de los venezolanos manifiesta su total apoyo a la democracia, ocupando el primer lugar los uruguayos con 77%; le siguen los costarricenses con 73%, los argentinos con 65%, los dominicanos con 60%, los chilenos con 59%, los mejicanos con 59%, los nicaragüenses con 57%, los bolivianos con 49%, los colombianos con 46% y los peruanos con 40%;

3) El 56% de los venezolanos afirman encontrarse muy satisfechos con su democracia, colocándose por detrás de Uruguay que llega al 63%. Le siguen en orden descendente: Chile con el 43%, Argentina con el 34%, Colombia con el 29%, Guatemala con el 28%, México con el 24% y Perú con el 13%. Destaca el informe que en Venezuela esa satisfacción no ha dejado de crecer desde el triunfo de Chávez en 1.998, pues del 30% que afirmaba que lo estaba en 1.996, el indicador creció al 55% en el período 1999/2000, manteniéndose en torno a esa cifra desde entonces;

4) El 65% de los venezolanos aprueba la forma en que el Presidente Chávez está dirigiendo el país. El 61% tiene confianza en él y el 54% considera que Venezuela en verdad muestra claro progreso en materia económica. En este último aspecto lo aventaja Chile con el 62% y por detrás, con una apreciable diferencia, se ubican Argentina 45%, Colombia 43%, Brasil 40%, México 32%, Guatemala 24% y Perú con el 22% y,

5) El 65% de los venezolanos considera a las elecciones como el mecanismo idóneo e insustituible para la preservación de la democracia.

Estas conclusiones de Latinobarómetro son las más contundentes explicaciones de por qué el presidente Chávez mantiene una inmensa popularidad entre los venezolanos e igualmente que sus opositores no obstante las cuantiosas cantidades de dinero que han venido gastando para revertir esa inobjetable realidad, los resultados de esas campañas apuntaladas en falsedades e iniquidades de todo calibre no sólo no han logrado mellar ni un ápice ese abrumador apoyo, sino que más bien han contribuido a potenciarlo.

Si a esas conclusiones le añadimos que la mayoría de las encuestadores que han estado realizando estudios de tendencias con miras a las elecciones de diciembre, como Seijas y Asociados, Eugenio Escuela, Consultores 21 y North American Opinion Reserch, entre otras, han llegado a la conclusión de que la popularidad en los actuales momentos de Chávez es arrolladora y muy alta (entre el 55% y el 78%), frente a las cifras minúsculas de los candidatos de la oposición (Julio Borges 8,5%, Rosales 4,5%, Teodoro Petkof con el 2,5% y otros menos de 1,5%), no hay necesidad de intentar buscar más explicaciones a esa feroz y costosa campaña de desprestigio contra el Poder Electoral, a la cual se han incorporado las llamadas universidades autónomas y la privada Andrés Bello, cuyas autoridades, como todo el país lo debe recordar, respaldaron el golpe de Estado del 2002, así como el paro terrorista petrolero de diciembre de ese mismo año y febrero del 2003, así como los actos “guarimberos” posteriores. No será posible borrar de la mente de los venezolanos el eufórico alzamiento de brazos a Carmona Estanga pocos meses antes de que éste se auto juramentara como presidente de Venezuela, por parte del rector de la UCAB, el Padre Luis Ugalde, a quien también los videos nos lo recuerdan entre quienes se refocilaron en Miraflores ese aciago día 12 de abril/02.

Pero más allá de esas descalificaciones al Poder Electoral venezolano, el cual tiene en su haber el reconocimiento de importantes organismos internacionales como el Centro Carter, la OEA, la Unión Europea y diversas Juntas y/o Colegios Electorales del Continente, por haber conducido varios eventos comiciales dentro de la más absoluta transparencia con el apoyo de sistemas automatizados que los calificaron de excelentes y de inviolables, además de que reconocen que esos sistemas admiten todo tipo de auditorias, lo que se esconde detrás de esa atroz y desmedida campaña opositora es la incapacidad de sus dirigentes de articular un movimiento que sea capaz de ganarle a Chávez una elección con las armas de la democracia, es decir, con el voto.

La oposición tiene la decisión tomada desde hace mucho tiempo de no concurrir a los comicios del próximo diciembre porque sabe con absoluta certeza que sufrirá una aplastante derrota. De manera que este bochinche potenciado gracias a los aportes que recibe del norte a nadie sorprende y el mismo sólo tiene el objetivo de seguir intentando mantener la matriz de opinión de que el CNE es tramposo y que, además, está al servicio del “chavismo” para ver si la vende en el exterior, ya que a lo interno del país sólo una minoría disociada la cree, pues está convencida de que con esa estrategia conseguirá que los “marines” nos invadan y por esa vía recupere el poder.

¡Qué equivocados están los dirigentes opositores…! ¡Cómo desdeñan la capacidad e inteligencia del pueblo y más allá de ello su decisión inquebrantable a enfrentar y derrotar con dignidad y valentía cualquier agresión que se intente contra el país!

El retiro en cambote de los dieciséis (…!) candidatos del acto electoral de diciembre no torcerá el rumbo de la Revolución Bolivariana, sino que, por el contrario, coadyuvará a su profundización y fortalecimiento.


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Iván Oliver Rugeles


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