Fedecamaras sacó muy malas cuentas y perdió

Una gran verdad sobre el consumo y la inflación desde 2005

La realidad sobre el consumo y la inflación venezolana, con relación a lo que ha ocurrido con el aparato productivo, permite llegar a conclusiones, de cómo el sector privado venezolano, se enfrascó en un juego político perverso y abandonó su papel, contribuir al crecimiento económico del país, sobre la base de una propuesta social inclusiva.

La creación de las misiones sociales del gobierno del presidente Hugo Chávez, que comenzaron luego de 2005, implicó un gasto público elevado, que propició el aumento de la base de consumidores en el país. Si ciertamente el venezolano no ha visto que su poder adquisitivo haya aumentado, Fedecámaras no puede negar que ha habido ahora una base mayor de consumidores, es decir la incorporación de un universo más amplio de personas con cierta capacidad de compra, quienes antes no tenían o contaban con algún ingreso determinado.

Hasta ahora los economistas clásicos se han dedicado a medir los resultados exitosos o no de la economía, según el Producto Interno Bruto (PIB), es decir, la capacidad de generación de riqueza propia del país, mediante procesos productivos, aumento de inventarios, aumento del empleo.

Al revisar datos sobre la cantidad de personas incorporadas en misiones, becadas y la creación de unas modalidades de empleos, temporales o no, por parte de programas sociales que no son formales dentro de los planes de ministerios o gobernaciones, se encuentra una explicación al gasto público. En 1998 el gasto público era de 11.845 millones de bolívares y en 2008 registraba 223.718 millones de bolívares, con fuerte incremento desde 2005, año en que arranca la Misión Robinson, en 2006 se registra un histórico de 46,8% de tasa de crecimiento del gasto público por habitante, siendo 39,6% de PIB para ese año. Un alza de 1788% entre 1998 y 2008. De los 223.718 millones de bolívares en 2008, 127.757 millones de bolívares fueron gasto público social, es decir 57,10%.

Es cuestión de revisar las cifras de Misión Robinson I y II, Misión Ribas, Sucre, Barrio Adentro I y II, Clínicas Populares, Salas de Rehabilitación, CDI, Centros de Alta Tecnología, Equipa Barrio Adentro III, Misión Madres del Barrio, Negra Hipólita, Alimentación Red y Beneficiarios, Misión Cultura, Milagro pacientes y Patologías, Vuelvan Caras, Mercal, aumento de pago a pensionados y de número de estos, entre otros.

Aunque no hay métodos aún establecidos en las cifras del Ministerio de Planificación y Finanzas, hasta 2008 se puede establecer que por lo menos 5,5 millones de venezolanos tuvieron vinculación directa con alguna de las misiones, entre becados, beneficiarios de algún tipo de pago u otro beneficio. En el caso de Mercal anualmente se estima que unas 10 millones de personas logran adquirir en esa red productos alimenticios, que al ser más económicos permite al beneficiario destinar el ahorro conseguido a otros gastos.

Mientras el gobierno prácticamente colocó dinero en el bolsillo de los venezolanos, de los cuales una gran parte jamás había tenido un empleo o algún tipo de ingreso, el sector privado productivo (Fedecámaras), en medio de una diatriba política, dejó perder desde 1998 por lo menos ocho mil industrias o empresas importantes, se debe destacar que ni los consejos comunales, ni los de trabajadores, ni las cooperativas, tuvieron capacidad de dar respuesta al cierre de empresas y no asumieron de manera exitosa los espacios abandonados por el empresario privado, desplomándose la producción interna.

El incremento de la base de consumidores desde 2005, con dinero en los bolsillos, no encontró un sistema productivo para responder a la nueva demanda, lo que pudo dar un resultado favorable a la economía venezolana, convirtiendo esa nueva capacidad de compra en progreso y no en inflación, que es lo que se ha conseguido. Si bien el empresariado más bien huyó, porque en el asunto político privó más el miedo que el riesgo, y en Fedecámaras y los gremios empresariales sacaron muy malas cuentas, el Estado o las organizaciones sociales tampoco han dado esa respuesta de la producción interna. Los clásicos así lo dicen, más gente con dinero persiguiendo menos productos, suben los precios, eso es lo que ha ocurrido.


@alexvallenilla

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Alex Vallenilla


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