La oposición

No con poca frecuencia se les escucha a algunas personas afirmar que no están de acuerdo con el actual régimen. Los que así se expresan lo hacen por puras razones políticas; porque piensan que quitando a Chávez del medio tiendrían el chance asegurado de encamburarse, de pegarse a mamar de las tetas del estado, las cuales durante la cuarta repúblicas las dejaron flácidas y exhaustas. Pero hay también quienes adversan al gobierno porque según ellos no ha resuelto casi ningún problema, o simplemente, porque debido a distorsionados mecanismos morales, echan de menos la corrupción. Finalmente, están los que sienten nostalgia por sus obscenos privilegios y los iconoclastas que creen que su obligación es la de oponerse irracionalmente a todo lo que diga o haga el gobierno. Son estas las actitudes que en términos generales que caracterizan a quienes se oponen al gobierno del Presidente Chávez. 

   Como puede verse, pues, se trata de una oposición que además de carecer de argumentos serios es extremadamente simplista. Por cuanto hasta el señalamiento de que no se ha logrado recuperar el aparato productivo, es falaz. Y es falaz y embustero por una razón muy simple: no se puede recuperar lo que nunca ha existido. Al respecto, debe recordarse que cuando Chávez llegó al poder quien dirigía la política económica no era Caldera ni su incondicional alabardero Teodoro Petkoff, sino el siniestro Fondo Monetario Internacional. Lo que por sí solo da una idea del profundo estado de postración en que los corruptos del tenebroso Pacto de Punto Fijo, después de haber manejado montañas enormes de dinero, habían dejado la economía venezolana. Pero, además, en el supuesto caso de que hubiera existido una economía que recuperar ¿cómo podría lograrse ese objetivo en medio del feroz sabotaje que los nuevos colonizadores de Fedecámaras han venido practicando contra la acción oficial? ¿Cómo lograr que los inversionistas extranjeros decidan traer sus capitales a Venezuela después de la infame campaña de mentiras y falsedades que contra nuestro país estos señores han estado divulgando por todos los rincones del mundo? Y en cuanto a que no se ha resuelto ningún problema, bueno, una cosa es que se hayan resuelto muchos problemas y muy otra es que se quiera ignorar que se han solucionado. 

   Pero, ¿por qué  decimos  que no tenemos ni hemos tenido algo que se pueda llamar economía? Sencillamente, porque no pueden llamar así las actividades que dependan de la exportación de un solo producto. Y menos aun si las diversas circunstancias que rodean a ese producto –precios, producción, demanda, etc.-.escapan a nuestro control. Y este es justamente  el drama de Venezuela. Como se sabe, nuestro país depende exclusivamente del petróleo. Lo que quiere decir que todo el andamiaje productivo que se ha logrado construir tiene como único soporte la producción de crudo. Hecho que nos hace extremadamente vulnerables. Pues si por alguna desgraciada contingencia el petróleo dejara de cotizarse a los mismos precios a los que se están cotizando hoy, o que su demanda fuera mucho menor de la que tiene en estos momentos, no sería difícil imaginar lo que nos sucedería: la catástrofe, sin eufemismos, sería sencillamente inenarrable.  

   Nuestro país ha contado con los recursos como para habernos ahorrado los peligros propios de la mono-producción, es decir, para haber construido una economía sana y diversificada. Sin embargo, quienes en el pasado se encargaron de administrar esos gigantescos recursos, además de habérselos robado y dilapidado en inmorales francachelas, remacharon la dependencia en relación con el petróleo. El objetivo fundamental del gobierno de Chávez es hacer de Venezuela un país próspero y moderno. 

Notas: A María Corina le recomiendo para las escaldaduras, provocadas por sus incansables desplazamientos, de un sitio a otro, por el salón de sesiones de la Asamblea Nacional, unos baños de asiento de bicarbonato de sodio. Son estupendos para ese tipo de irritaciones. Le aseguro que al segundo baño se sentirá mucho mejor y con menos molestias para caminar. Esta mujer se la pasa pidiendo respeto a los demás.  Pero ¿qué respeto puede inspirar quien, como una mereretriz cualquiera,

vive enseñándoles las pierna a personas influyentes de quienes espera recibir algún favor?  

Corrupción: la planta pulverizadora de leche La Perijanera le vende el producto a los super-mercados y luego éstos se la venden a los buhoneros, quienes a su vez se la expenden al público aprecios prohibitivos.   

   Dávila, para demostrar que él tiene razón, seguramente después de la última comparecencia de los ministros ante la Asamblea Nacional se dirigirá a cualquier sembradío de plátanos, quemará algunas plantas de ese tipo y el martes se aparecerá en el cuerpo legislativo con las fotos de su latrocinio diciendo que esos son los estragos que el hongo está causando en nuestras siembras de las musáceas. Pero nada de lo que diga vale, porque el enseñó una foto espuria con la cual trató de estafar a la opinión pública venezolano, y eso es lo que vale. Adeco es adeco, mano, y es capaz de cualquier cosa.  

   Alguien, con mucho tino dijo una vez que la lucha política era la guerra por otros medios. Es decir, que en lugar de misiles, cañones, fusiles, bombas, etc., en la lucha política se emplean contra el adversario armas tan mortíferas y devastadoras como los medios de comunicación, la mentira, la calumnia, los falsos rumores y otras de igual o peor poder de destrucción. 

   Nadie en nuestro país ha hecho un uso tan abusivo e inmoral de estas armas como la oposición. Y lo ha hecho con la peregrina idea de aniquilar al Presidente Chávez y a quienes lo acompañan en su exitosa gestión de gobierno; gestión de gobierno que representa una esperanza de redención para la inmensa mayoría de los venezolanos. 

   Hasta ahora no ha podido lograr sus infames propósitos. Y no lo lograrán en la medida en que nuestro pueblo fortalezca e incremente su conciencia política e ideológica. O lo que es lo mismo: en la medida en que se convenza, real y profundamente, de que su bienestar y su futuro dependen de que este Proceso se consolide y logre sus ambiciosas metas. 

   Los supuestos huelguistas nunca habían comido tanto y mejor como en los días en que estuvieron en la sede de la OEA. Si hasta salieron rollizos y con más energías que nunca. No es descartable que en los próximos meses, echando de menos esos suculentos condumios, vuelvan a montar otro espectáculo parecido. Yo les recomiendo a esos candidatos a fakir que cobren su exhibición. Buen provecho.  

alfredoschmilinsky@hotmail.com 



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Alfredo Schmilinsky Ochoa


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