Oposicionitis

Por estos días a propósito del encendido debate que se desarrolla en la Asamblea Nacional recordamos un libro del peruano Julio Ortega titulado El discurso de la abundancia que espera entre polvo y comejenes en la biblioteca personal.

A decir verdad no he leído el texto, pero lo traigo a colación porque en cierta medida el solo titulo metaforiza un poco lo que está ocurriendo desde el 5 de enero en el ente legislativo cuando se instaló la nueva directiva presidida por el legendario Fernando Soto Rojas.

La llegada de la bancada opositora es importante entre otras razones porque por un lado relegitima democráticamente hablando a las instituciones del Estado, y por el otro permite ampliar los espacios para la discusión en torno a temas fundamentales para el país, más allá del fenómeno de la massmediación de la política.

No obstante pensábamos que el debate que se produciría en la Asamblea Nacional iba a estar marcado por una mayor argumentación y contundencia conceptual en el discurso. Lamentablemente no ha sido así.

Sabíamos de antemano que los diputados de la oposicionitis correrían el grave riesgo de salir muy mal parados ante la opinión pública a la hora de profundizar sobre algunos temas, entre otras razones, porque han cometido muchísimos errores y torpezas políticas. De allí que parte de su estrategia será darle más importancia a la forma que al contenido de sus intervenciones.

Es decir, tendrán que palabrear y palabrear, girar y girar, hasta el cansancio para intentar justificar lo injustificable a través de un pericliteo eufemístico y vacío. Por suerte tiene allí a varios expertos en la repetición caza bobos como Ramos Allup y Alfonzo Marquina que aprendieron mucho de los maestros adecos, pero que ya no convencen a nadie.

Mientras tanto algunos de los diputados que representan al proceso revolucionario de cierta forma han caído, seguro que sin quererlo, en el mismo remolino. Mucho de ellos se empeñan en un discurso abundante en panegírico., simbolismos excesivos y mitificaciones innecesarias que casi siempre producen cansancio, y, lo que es peor, un efecto contrario

Muchos sabios han dicho que la mesura y el equilibrio son mejores que la abundancia, quizás el consejo sirva también para la política.

jhocas10@hotmail.com


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Jhonny Castillo

Periodista, presidente de la Fundación Lectura Crítica de Medios.

 jhocas10@hotmail.com      @heraclitando

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