Camarada Presidente, si lee Aporrea, ahí le dejo

Siete recomendaciones, de un crítico, para la Rectificación en Barrio Adentro

El 25 de septiembre de 2007 en un artículo publicado por este portal y que titulamos “Se busca un Ministro de salud” escribíamos con motivo de la inauguración de la unidad de diálisis Dr. Edgar Moglia en el hospital Luis Ortega, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en la ciudad de Porlamar el 21 de septiembre de ese año 2007 y trasmitido en cadena nacional, lo siguiente, cito: “…el Comandante, líder del proceso y padre putativo de la maravillosa Misión Barrio Adentro, comentó que en días pasados, cuando la caravana presidencial se desplazaba por una indeterminada localidad, observó un Módulo de Barrio Adentro abandonado. Comentó el Presidente que se bajó del automóvil y preguntó la razón de ello y la respuesta que obtuvo fue, que el mismo estaba solo desde hace tiempo ante la partida del médico cubano. Seguidamente, le indicó a su flamante ministro de salud, que tuviera mucho cuidado en no descuidar el primer nivel de la atención de Barrio Adentro”… Fin de la cita.

Una vez constatado por el comandante Hugo Chávez, el militar, que la orden que le impartió a su subordinado, también militar, coronel Jesús María Mantilla Oliveros no había sido acatada y reconoció, como lo hizo, el estado de abandono en el cual dejaba a la Misión emblema; la madre de todas las Misiones; la Misión que da  o quita votos; el inefable coronel Jesús María Mantilla Oliveros; Hugo Chávez, el Estadista, lo destituye y anuncia el reimpulso de la Misión Barrio Adentro.

Esta estrategia del reimpulso, está enmarcada en lo que se ha dado en denominar las tres “erres”; a saber: Revisión, Rectificación y Reimpulso.

La primera de las tres “erres”, Revisión, se dio.

La salida del país del Embajador de Cuba Germán Sánchez Otero, condecorado; del médico Aldo Muñoz, viceministro de salud de cuba y jefe de la delegación médica cubana de Barrio Adentro, igualmente condecorado y la destitución y sacada, casi que a patadas, del inefable coronel Jesús María Mantilla Oliveros del Ministerio del Poder Popular para la Salud; de quien repetimos, no conocemos su paradero, es muestra que la Revisión, en efecto, se dio.

Esta se da, repetimos, una vez corroborado, por parte del camarada comandante presidente, el abandono en el cual se encontraba la Misión Reina; casi que a su suerte y que desde hace un buen tiempo, Eliécer Alvarado et al, venían denunciando por Aporrea.

¿Pero se puede anunciar un reimpulso al país de la Misión Barrio Adentro, como ya se está haciendo, sin haber hecho o completado la rectificación que es la segunda de las tres “erres”?

Cuando uno analiza las causas, como lo hemos hecho, de la “caída” de la Misión Barrio Adentro y entre una de esas causas hemos señalado, lo desacertado que es volver a designar a otro militar como Ministro del Poder Popular para la Salud por ser un ignorante en la materia y en especial, después de la experiencia vivida con el  anterior ministro, militar también, uno pone en duda que esto se esté llevando con seriedad y acierto. Seguimos manteniendo la tesis que esta designación es un disparate. Tan disparate como lo sería designar a un médico como  Presidente del Tribunal Supremo de Justicia; como Fiscal General de la República  o como Procurador General de la Nación.

Este artículo, nace, por un lado, a raíz de lo dicho por el camarada señor Mario Silva García en su programa La Hojilla del lunes 5 de octubre, cuando reflexionó que no se puede permitir una “nueva caída” de la Misión Barrio Adentro. Y agregó, además, que serán mal venidas las críticas de la oposición hacia la misión porque sólo buscan derrocar al comandante presidente; pero, que serán bienvenidas las autocríticas que provengan de nosotros mismos, los revolucionarios, porque nosotros las hacemos para defender el proceso revolucionario.

¡Bravo, bravo por el camarada señor Mario Silva García! Ojalá, en lo sucesivo, sea consecuente con sus palabras y no se moleste, ni arreche, cuando las críticas sean necesarias volverlas hacer; en especial, por quien escribe este artículo y vuelva a la retórica que uno está en contra de Barrio Adentro.

Por otro lado, hubo otro factor que nos animó a escribir sobre el tema y ese fue el estupendo artículo del camarada Efraín Granadillo publicado por este portal titulado: “La autocrítica revolucionaria debe ser edificante y no conflictiva”.

En base a esas máximas expresadas por ambos compatriotas; el señor Mario Silva García y el Ing. Efraín Granadillo, nos vamos a atrever a dar ciertas recomendaciones y “críticas revolucionarias edificantes y no conflictivas”, que a nuestro entender, pudieran ser tomadas en cuenta a los fines de rectificar la Misión Barrio Adentro:

Primero:

Designar un ministro de salud profesional del área. Eso ya está suficientemente argumentado.

Segundo:

Barrio Adentro no es sólo recurso humano. Barrio Adentro es también, vocación de servicio; pero además de vocación de servicio, para que esa vocación no se desvirtúe, Barrio Adentro también debe ser escuela y lugar para hacer carrera médica estimulando el crecimiento y el progreso académico del médico. Eso debe ser entendido así por el gobierno y Estado Venezolano; y entendido como una necesidad vital de la cual se retroalimenta el profesional de la medicina. Por tanto, para evitar deserciones y abandonos; en especial por médicos venezolanos de la Misión, se debe estimular y apoyar con recursos económicos, los estudios médicos continuos; importantísimos en la vida profesional del médico e importantes para el bienestar de la república, porque la mejor inversión que se puede hacer hacia un pueblo, es salud y educación; y dentro de esa educación se debe incluir el ascenso académico del médico porque ello deriva  en desarrollo y progreso para la ciencia médica y la nación.

Tercero:

En ese orden de ideas, ante la llegada del contingente de nuevos médicos cubanos y venezolanos graduados en cuba, que como todo joven le bien a poner un mundo a su accionar profesional, el Estado debería enviar a los médicos generales integrales de las diferentes cohortes que ya tienen antigüedad en la comunidad y en la Misión como médicos generales integrales, a realizar cursos de post grados en especialidades médicas tales como Cirugía General, Pediatría, Neonatología, Anestesiología, Medicina Crítica y Ecografía General Integral y una vez completados sus estudios, retornarlos a la Misión como especialistas, ubicándolos, tal cual como cualquier soldado, en donde la patria y su comunidad así lo demanden.

Cuarto:

Por tantol, urge, por parte de la Asamblea Nacional, una nueva Ley del Ejercicio de la Medicina. Ello eliminaría esta especie de dicotomía en la carrera médica de pregrado; la que se hace en nuestras Universidades Autónomas y experimentales y la que se hace en la Escuela Latino Americana de Medicina; unificando criterios de ejercicio médico en un nuevo marco legal; o eliminando, a través de enmienda, el viejo artículo N° 8 de la Ley del Ejercicio de la Medicina, que obliga al médico a servir en poblaciones menores a cinco mil habitantes; deber este absurdo y sin sentido, cuando ya, en la Venezuela revolucionaria, existe un médico, gracias al proceso revolucionario, en el lugar más recóndito de la geografía nacional, e incluir, un nuevo artículo que lo derogue y que por ley obligue al médico recién egresado, como primer escalafón en su carrera médica, a formarse como médico general integral y después de cierto lapso de servicio comunitario de acuerdo a lo que establezca ese nuevo articulado o  ley, poder optar a un post grado en la especialidad y hospital que este galeno decida o que el Estado Venezolano establezca como prioridad.

Quinto:

Las magnificas y confortables dependencias de los CDI, deberían contar, con espacios para quirófanos. Su planta física lo permite, eso lo hemos estudiado. Hay plena capacidad física para ese recurso que permitiría realizar procedimientos quirúrgicos de planos superficiales y medios con tan sólo un pequeño equipo de cirujanos generales y anestesiólogos en cada CDI. En esos quirófanos, se podrían realizar, perfectamente, en promedio, hasta 40 cirugías semanales, de pequeña y hasta mediana complejidad por CDI, con una estancia hospitalaria no mayor a 24 horas ya que la mayoría de esas cirugías son de carácter ambulatorio, descongestionando los grandes hospitales y eliminando largas listas de esperas.

Sexto:

Nombrar juntas técnicas a nivel nacional en cada uno de los hospitales generales para evaluar con seriedad y responsabilidad, el estado de atraso en materia de tecnología médica; la cual está rezagada de la medicina moderna mundial en más de 50 años. Y cuando hablamos de tecnología médica moderna, no sólo nos circunscribimos a tomógrafos, resonadores y ecográfos. Hablamos de equipos de video endoscopia para todas las especialidades que así lo ameriten; equipos para cirugía por laparoscopia para todas las especialidades quirúrgicas y equipos para procedimientos clínicos mínimamente invasivos que eliminan grandes cirugías que implican estancia hospitalaria prolongada y alta tasa de morbilidad (morbilidad: significa riesgo de complicaciones).

Séptimo:

Muy importante. No es prudente invisibilizar a los estudiantes de medicina de las universidades autónomas y experimentales; y mucho menos, dejarlos afuera, como la guayabera; de los planes y beneficios que el presidente, ofrece a estudiantes provenientes de la Escuela Latino Americana de Medicina (E.L.A.M.) tales como: becas estudio; residencias estudiantiles dignas y cómodas en hospitales donde harán sus pasantías; con disponibilidad, incluso, hasta de lap tops. Los otros, los estudiantes de medicina de nuestras escuelas médicas tradicionales, también son venezolanos y escuchar palabras de este tipo, por parte del presidente de la república que ensalza a unos e ignora a otros como futuros profesionales médicos, es humillante, excluyente y peligroso.

Si vamos hacia el reimpulso y es menester no “dejar caer” la Misión Barrio Adentro de nuevo; es necesario y fundamental, corregir primero los entuertos, que en este caso se escribe con erre; “R” de Rectificación; de verdadera Rectificación.

¡El que tenga oídos, que oiga!

elieceralvarado@hotmail.com



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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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