Actualmente en Venezuela el periodismo que se hace, ha despertado varias alarmas que ponen en peligro la ética y el desarrollo de un buen periodista graduado como un buen profesional de la comunicación, son patrones o vicios que se han estado infiltrando en el que hacer diario de un periodista, son tendencias que no escapan porque simplemente existe un poder económico, político que benefician a un grupo privilegiado. Según Jay Rosen existen alarmas que manifiestan el peligro del buen ejercicio del periodismo en la actualidad, entre ellos tenemos: Alarma económica, política, tecnológica, moral, espiritual e intelectual.
Alarma
económica: Demasiada concentración empresarial y una creciente comercialización
de la prensa. Creciente proceso de norteamericanización de los
medios (extensión del control simbólico norteamericano) (Teoría del
imperialismo cultural de Herbert Schiller o noción de norteamericanización
de Daniel Hallin). Alarma política: Creciente nivel de incredulidad
de los ciudadanos hacia los medios y hacia la política. Alarma Espiritual:
Inconformidad de los periodistas consigo mismos y con su papel en la
sociedad. Alarma Intelectual: En cierto sentido, hay una crisis del
periodismo interpretativo. En un mundo cada vez más urgido de la interpretación,
cada día se interpreta menos; boom del infoentretenimiento, triunfo
de la televisión basura, resurrección del periodismo amarillo. Alarma
tecnológica: Las nuevas tecnologías no son per se
una garantía de cambio en los actuales modelos de comunicación, más
bien Pueden reproducir patrones de dominación de la prensa tradicional.
Según Mauro Wolf “El aumento de los flujos de información que entran
en las redacciones ha llevado a una cierta burocratización del trabajo
periodístico: hoy, sectores enteros de la redacción son verdaderos
y auténticos seleccionadores de flujos ingentes de noticias que llegan
a las redacciones bajo formas que permiten la casi inmediata publicación.
Pero este incremento de los flujos de noticias y de trabajo no se traduce
en un proyecto más esmerado de los periódicos, en selecciones más
razonadas y profundizadas”
Todo
esto evidencia la crisis que actualmente atraviesa el ejercicio periodístico,
es por ello que el país no se escapa de esta realidad, por ejemplo:
El periodismo de escritorio es el más común de todos, este entra en
las alarmas intelectuales, hoy en día vemos como los noticieros de
radio y Tv viven de las noticias que puedan bajar de las páginas de
Internet contrarrestando importancia a la fuente de esa información,
es decir, se convierten en repetidores de noticias, sin saber si es
verdaderamente confiable; asimismo el periodismo amarillista se evidencia
como alarma intelectual, por la falta de investigación, análisis e
interpretación de los hechos noticiosos, asumiéndose como un
mercadeo de la información y es aquí donde es notable la presencia
de la alarma económica, porque el periodista debe servir a las empresas
comunicacionales y por ende a su línea editorial. También se manifiesta
con gran poder en los últimos años la alarma política, que sin duda
esta ocasionando graves daños en el periodismo ético e imparcial.
Tantos los sectores oficialistas como los sectores de la oposición
están siendo segados por la parcialidad. Vale la pena destacar que
uno de los pocos medios de comunicación e información que se mantienen
con una política editorial imparcial es el “Diario Últimas Noticias”.
Podemos
darnos cuenta que hay ciertas tendencias en la prensa global: Aumento
del número de medios con audiencias que se estancan o disminuyen, lo
cual acentúa la presión en ingresos y beneficios. La ausencia de inversión
que complica el futuro de los medios tradicionales. Hay más trabajo
para menos periodistas, menos espacio informativo, más promociones
y anuncios. Las actuales lógicas económicas han potenciado una suerte
de “periodismo de chequera” Casi todos los medios recortan gastos
en las redacciones, tanto en la plantilla como en el tiempo dedicado
a investigar. Mucha gente recibe lo que llamaríamos “información
en bruto”. Tendencia a la información mezclada, caótica o parcial,
sin síntesis ni orden.
Ahora
bien, podemos concluir que el periodismo tradicional está siendo afectado
por estas tendencias alarmantes, sin embargo existe una figura que poco
se observa como lo es, el periodismo Alternativo ¿Será esta la salida?
¿Sustituirá el periodismo alternativo al tradicional? Dice José
Ignacio López Vigil “En los próximos años, podremos producir con
calidad digital, con mil canales simultáneos, navegando en Internet
a velocidad de la luz y corriendo por todas las autopistas de la información.
Pero el desafío principal no se habrá logrado con esos adelantos técnicos
(…) la mayor originalidad del futuro será devolver los medios a la
ciudadanía” Esto nos lleva a reflexionar en que no se trata de los
avances tecnológicos que surjan, simplemente para que la posible salida
sea el periodismo alternativo se debe potenciar la participación de
la audiencia, buscar fuentes alternativas de financiamiento, potenciar
el periodismo de interpretación e investigación, buscar temas que
respondan a los intereses de la comunidad, darle voz a la gente. Los
medios de comunicación digitales y los medios comunitarios juegan un
papel muy importante en la transformación de la sociedad, estos son
llamados para hacer la diferencia en cuanto a periodismo mediático
y poco ético, sin embargo, el periodismo comunitario es el más confiable,
debido a que se identifican por sus objetivos políticos de transformación
social, con acceso y participación de las mayorías. Se reconocen por
no tener fines de lucro” Se reconocen como parte integrante de la
comunidad en la que participan. Y como medio desarrollan comunicación
pluralista y participativa, abierta a la necesidad de los sectores sociales
y culturales con menor posibilidad de acceso a los medios.
En conclusión, el periodismo actual se está sumergiendo en lo más profundo de las aguas y el periodismo alternativo se encuentra en proceso de crecimiento para dar respuesta a las necesidades de información a las sociedades; puede que se levante como la espuma, más aún en estos tiempos de cambios y la comunicación y el periodismo no escapan de ellos. Decir que el periodismo alternativo es la salida, sería apresurar la tesis de que los medios (TV, PRENSA, RADIO) están siendo opacados por esta nueva forma de comunicación, sin embargo, las cartas están echadas, será el tiempo y las circunstancias quiénes logren descifrar si realmente el nuevo oleaje de comunicadores sociales que se están formando, no copien los vicios del viejo periodismo alarmante que hoy en día vivimos y asuman la nueva oportunidad que el periodismo alternativo ofrece como una de las salidas.
benjamin_tzadik@hotmail.com