A lo largo de los tiempos, desde que se
introdujo el Trabajo, la tecnología, los amos y los esclavos, nacieron
las ideas, la doctrina de las ideas platónica, fueron desarrolladas,
fueron controladas.
Marx ya lo dijo, no sólo las ideas dominantes reflejan la superestructura de la inexorable lucha de clases, también son las ideas dominantes de las clases dominantes. De allí que, en América Latina capitalista, en Venezuela, ellas le enseñan a los amos cómo gobernar, y a los esclavos cómo ser dóciles y obedientes.
No es hoy día que Murdoch y compañía están
controlando el mundo de las ideas, sino que hace mucho tiempo Platón en
su República lanzó la educación política de los esclavos, el holocausto
mental. Maquiavelo y Hitler dijeron inequívocamente que si se
quiere controlar a las masas trabajadoras se tiene que controlar su
educación. En su famosa obra "1984" George Orwell nos informó
acerca de la gran mentira, el 'neolenguaje', el 'doble-pensamiento' y
el 'crimen de pensamiento'. Por lo tanto, lo que actualmente
experimentamos en Venezuela, en las Américas, a escala mundial, es
simplemente un proceso transhistórico de destrucción social, un
genocidio de las mentes de millones y millones, es decir, un holocausto
cerebral.
No sólo es el perverso, unilateral y explotador proceso, la enfermizamente crónica relación entre la naturaleza y la sociedad, como se ve reflejado en todo el proceso de producción, del Trabajo, la llamada historia, el Moloch de la aniquilación física, peor aun, es el Leviatán capitalista acumulativo que está devorando todo aquello específicamente humano y esencialmente humanista, a saber, la aniquilación de la mente humana. Todo esto en nombre de la religión, la cultura, la ideología, las normas y los patrones de comportamiento. El actual orden mundial globalizado, imperialista, corporativo es un Behemoth cerrado devorador de hombres, devorador de mentes: también en Venezuela es llamado, al azar, civilización, cultura, justicia, democracia o paz mundial.
Dentro de este contexto social hallamos a
los medios de comunicación de masas locales, regionales, nacionales e
internacionales, poseídos como propiedad privada de medios de
producción por las clases dominantes nacionales y globalizadas
elitistas. De esta manera estos medios de comunicación y sus
patrones acuñan, divulgan e imprimen las actuales ideas dominantes en
las esclavizadas mentes de billones a escala mundial. La tarea social
de la Revolución Bolivariana es crear nuevas ideas sanas emancipadoras.
En un globo habitado pronto por siete mil
millones de criaturas olvidadas de Dios que se arrastran sobre este
planeta perdido, el Presidente Hugo Chávez Frías es un 'dictador', un
'tirano', un 'demente'. Estos 'hechos' podemos leerlos todos los
días en todo el mundo, especialmente en el mundo de habla
inglesa. No existen medios contraofensivos para contrarrestar
este peligro real para la Revolución Bolivariana.
VHeadline.com, que a través de toda una década hizo un esfuerzo tremendo por neutralizar esta masacre mental fue abandonado sin ningún apoyo financiero para desvanecerse en el putrefacto aire capitalista de comunicación. Existen muchos otros esfuerzos pero tan sólo son unas cuentas gotas de agua sobre la lava orweliana de Murdoch, Time-Warner y sus consortes.
Una situación similar arrasa en la propia Venezuela, aunque se tomaron algunos pasos al eliminar a RCTV pero, bajo la batuta de Globovisión su veneno ideológico todavía amenaza las ondas radioeléctricas, las mentes humanas de Venezuela.
Por otro lado, en la última década, un programa de radio y TV muy progresista y realmente informativo como 'Dossier' cayó en el olvido. La Revolución Bolivariana está perdiendo progresivamente su base filosófica, la matriz intelectual de la teoría revolucionaria, y puede hundirse en el activismo, en la práctica oscurantista ideológica, en la esclavitud del trabajo, la esclavitud mental y la física, en la alienación humana total.
¿Los programas como "La Hojilla" también corren peligro de ser silenciados?
Luego de VHeadline.com ¿también Aporrea.org debe sucumbir a las presiones materiales y financieras?
Estamos perdiendo nuestras mentes
progresivamente al mismo ritmo que ensamblamos carros de lujo en
Venezuela?
¿Nuestras mentes se pudrirán a la misma
velocidad que el turístico aire de Mérida?
¿Nuestra eterna primavera andina pronto se convertirá en un infierno tóxico?
Hemos estado viendo el programa 'La Hojilla' de Mario Silva regularmente, de hecho, frecuentemente nos ha dado información de primera mano, se ha vuelto un punto de referencia revolucionario. Nada en este mundo es perfecto, excepto "Bush y sus lacayos" locales.
Podemos criticar a Mario Silva, a su programa, podemos criticar a Chávez, a su gobierno, eso es natural, es dialéctico, es la quintaesencia del marxismo viviente. Sin embargo, nuestro deber humano es defender lo que tenemos, nuestra propia revolución. Más allá de toda duda, esto es lo que está haciendo 'La Hojilla', y si ella pudiera hacer algo más aun debemos defender a la Revolución Bolivariana, con o sin algún programa de TV.
Como ya lo declaré en uno de mis libros en el 2008 estaremos cruzando el Rubicón, el punto de no retorno. Es la época en que todas las cosas se vuelven muy claras, es la hora de la verdad. Marx previó nuestra virulenta época y nos aconsejó la fiera crítica de nuestras armas (la práxis) no debería reemplazar a las armas fulminantes de la crítica (la teoría).
En este sentido, junto con nuestra leal,
incisiva y precisa crítica, que es el elixir revolucionario de la
emancipación, defendemos a Mario Silva y a 'La Hojilla'. Amamos a
nuestro patrón, amamos a nuestros esclavos, sin embargo, a la verdad la
amamos aun más. Mario, sigue diciendo la verdad, pues es el Talón
de Aquiles de Bush. Es el único camino serpentino hacia la
emancipación, como dijo Orwell, ya es práxis emancipatoria.