En México Granier y sus mentiras tienen público

La conducta humana se nutre de la información que se le proporciona al cerebro. Este la procesa con los elementos de juicio y de educación de cada uno y muy especialmente con la amplitud o la estrechez que sus confianzas o temores le impongan.

Marcel Granier, esta vez reforzado por José María Aznar está repitiendo en los últimos días en Ciudad de México, la cantaleta de la inexistencia de libertad de expresión en Venezuela, del militarismo de Chávez, del peligro para la democracia de América Latina representado por el régimen autoritario imperante en Venezuela y de la necesidad de impedir que los peligros totalitarios se extiendan a otros países. El expresidente Fox como anfitrión y la OCDA (Organización Demócrata Cristiana de América) como responsable del encuentro ha servido entre otras cosas para reiterar lo que ya sabemos que le preocupa a Aznar y sus congéneres políticos. Esta información, reseñada en el meritorio y equilibrado diario La Jornada en su edición del 20 de Junio, afirma que el locuaz Granier acusó al presidente Chávez “de establecer acuerdos con el terrorismo islámico” y se convirtió en el más aplaudido “en una muestra de solidaridad de la derecha mexicana”.

En la ciudad de México, y pudiera inferirse que en toda la República, existe una tergiversación de lo que ocurre en Venezuela. El trabajo tendencioso de desinformación, calumnias y mentiras de los medios internacionales de divulgación de la información han hecho su trabajo eficientemente. El ciudadano mexicano en general teme que las medidas de transformación social que se desarrollan en Venezuela estén orientadas hacia la consolidación de una dictadura. Preguntan en muchos sitios, extrañados de nuestra visita, si regresaremos a Venezuela o aprovecharemos para asilarnos en México. Quieren saber cómo es el régimen de toque de queda imperante y cómo anda el control de las noticias y de los medios de información. Quieren saber en detalle cómo es lo de las manifestaciones antichavistas de los universitarios.

El trabajo de penetración de la conciencia de los mexicanos para estructurar una imagen terrorífica de lo que ocurre en Venezuela ha sido intenso y exitoso. Sabemos de las dificultades diplomáticas recientes de nuestra patria con la patria de Benito Juárez. Y vemos que es indispensable que se restablezcan las buenas relaciones que tradicionalmente han unido nuestros pueblos con el que nos identificamos en las esencias de nuestros orígenes ancestrales. Una vez subsanados los procedimientos diplomáticos se impone una acción sistemática y paciente de modificación de la mentira entronizada mediante la verdad de la realidad que atravesamos. Tienen cabida las misiones culturales, la presencia de nuestras orquestas juveniles, la divulgación de los destinos turísticos venezolanos, en fin, las muestras de fraternidad y de cercanía que debemos mantener con uno de los pueblos más significativos en la estructuración de la cultura latinoamericana.

La única forma de neutralizar la mentira es contrastarla con la verdad de las realizaciones de la revolución venezolana.

Debe mantenerse la campaña a fondo en los pueblos de América Latina y muy especialmente en México para hacer conocer los caminos que se exploran para el bien de los pueblos pobres y para que se conozca que lo que se disputa es el enfrentamiento entre los eternos detentadores del poder y el pueblo que reclama sus derechos a una vida mejor para todos.

mavet456@cantv.net


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1840 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter