Las fallas de Mario

Es indudable que el conductor de La hojilla tiene de vez en cuando sus innegables aciertos. Esto seríamos los últimos en negar. Sin embargo, lamentable es decirlo, esto no ocurre con la frecuencia deseada. Sobre todo, cuando trata de explicar algo relacionado con algunas materias que desconoce o no domina del todo. Cuando esto ocurre, se empastela tanto que no encuentra la palabra apropiada, la cual sustituye con un coño, y al final la gente se queda en la luna, es decir, sin entender ni papa de lo que ha tratado de explicar o decir.  

Esto ha ocurrido con muchísimos temas que han debido ser debidamente aclarados ante la opinión pública. Entre otras poderosas razones, por la imperiosa necesidad que hay de contrarrestar las infames mentiras que el imperialismo, a través de su eficiente aparato de propaganda y de sus lacayos internos, han echado a rodar por todas partes. Pero, además, porque estamos a las puertas de un  proceso electoral de trascendental importancia y en el que hay que saber explicar muy bien las terribles consecuencias que para el país y su gente tendría la aplicación de un programa de gobierno como el que la oposición, no importa quien sea su candidato, adelantaría desde el poder. Esto es, un programa de neto corte neoliberal o de libre mercado como el que en estos momentos está haciendo estragos en los Estados Unidos y Europa. 

   En este sentido, hace poco ese malandrito que es Leopoldo López, en su comparecencia en el programa de ese otro bandido que es el Matacuras, adelantó algunas medidas que aplicaría en el supuesto caso de que llegara a conquistar la presidencia del República. Entre las cosas más importantes que mencionó fue que él combatiría el fenómeno de la inseguridad llevando la educación a los sectores pobres y desposeídos de la sociedad. O lo que es lo mismo, permitiendo que los muchachos de nuestros barrios se pudieran educar.  

   A la anterior oferta engañosa del corrupto ex alcalde de Chacao, Mario no supo qué responder. No dijo, por ejemplo, que esa era una promesa demagógica, pues no podría facilitarles la educación a los jóvenes de nuestros barios quien entre sus planes está hacer lo mismo que en estos momentos está haciendo Piñera en Chile, es decir, privatizar la educación. O en otras palabras, cobrarles a quines deseen asistir a las escuelas o liceos. Pero, además, si por algo se ha caracterizado este gobierno ha sido precisamente por haber impulsado la educación gratuita como nuca se hizo y como ningún otro gobernante, y menos si es escuálido, sería capaz de hacer. Prueba de eso es que alfabetizó a 1 millón y medio de personas en un año. Y eso, sin mencionar las misiones Rivas y Sucre, que les ha permitido a muchos  de nuestros jóvenes de escasos recursos realizar unos estudios que de otra manera no los hubieran podido cursar.  

   Otro tanto ocurrió  cuando el insigne corrupto abordó el tema petrolero. En relación con esto dijo cosas que francamente paran el pelo. Por ejemplo, afirmó que entregaría graciosamente nuestra industria petrolera a los consorcios extranjeros. Así como suena, que haría –eso es lo que se deduce- que la nación se desprendería de un bien que es de todos los venezolanos y del cual éstos tanto se han beneficiado. Sin embargo, a pesar de las nefastas consecuencias que para el país tendría la aplicación de una medida como esta, ¿qué dijo Mario al respecto? Nada, o al menos nada que haya permitido vislumbrar las terribles consecuencias que para nuestros compatriotas tendría la entrega de nuestra principal industria a factores extranjeros. Solamente por haber dicho semejante  barbaridad este degenerado debía ser enjuiciado por traidor a la patria. ¡Y después se dicen venezolanos, cuando la realidad es que son extranjeros nacidos circunstancialmente en nuestro país.  

   El hecho es que entregar la industria petrolera a las compañías extranjeras sería algo así -y aquí viene un ejemplo, ya que el ejemplo es la mejor manera de hacer entender las cosas- como si el dueños de una empresa, que a pesar de los altas ganancias y beneficios que le produce y que le permite a él y a su familia disfrutar de un privilegiado nivel de vida, un día, sin ninguna causa que lo justificara, decidiera venderla La pregunta es: ¿de qué viviría en lo sucesivo este empresario después de que haya malbaratado el producto de la venta de su negocio? En el caso de PDVSA el producto de la venta además de no ser mucho sería íntegramente robado por estos ladrones. O este otro ejemplo: ¿que le sucedería a una costurera que viva de la confección de ropa si un día decide, por uno de esos incomprensibles arrebatos que a veces asaltan a las personas, vender la máquina de coser? De qué viviría en el futuro después de haberse comido el producto de la venta de su máquina? 

   Pero lo anterior no fue lo único a lo que el exoftálmico aspirante a candidato se refirió en la mencionada entrevista. También afirmó que de llegar a la presidencia de la República decretaría un aumento de la producción petrolera. ¿Sabría este infeliz a lo que se estaba refiriendo? ¿Tendrá conciencia de los terribles estragos que una medida como esa provocaría en el país y su gente? No, no creo que lo sepa ni que le interese, pues lo único que buscaría con la aplicación de una medida como esa sería la de servir, no a los mejores intereses del país, que por lo demás le importan muy poco, sino al imperialismo y sus empresas. 

   Este pobre sujeto es tan torpe e ignorante que desconoce que ya durante los gobiernos de Lusinchi y Caldera se produjeron aumentos de la producción y que en ambos casos esos gobiernos irresponsables tuvieron que rectificar urgentemente, o lo que es lo mismo, a toda carrera. Tan ruinosa resultó la nefasta decisión de incrementar la producción petrolera que los precios del crudo llegaron a cotizarse a 7 dólares el barril, es decir, apenas a dólar y medio de diferencia de los costos de producción. Un poco más, y se hubiera tenido que paralizar la industria. ¿Por qué ocurrió esto? Sencillamente porque tal aumento desató una guerra de precios entre los miembros de la OPEP. En efecto, estos países, para evitar la pérdida de sus mercados, se vieron obligados a aumentar también la producción, lo cual provocó la inundación de los mismo y el consiguiente desplome de los precios. 

   Pero para dar una muestra más de su supina ignorancia sobre la materia, Leopoldo López aseguró, como si fuera poco lo que ya había dicho, que las cordiales relaciones con la OPEP  se mantendrían inalterables. ¿Cuál OPEP, animal? ¿Acaso no sabes, imbécil, que Venezuela al aumentar su producción de crudo estaría decretando la disolución automática de ese organismo petrolero? ¡Vaya, y son estos arrastrados de la oposición los que aspiran a dirigir los destinos del país! Dios se apiade de esta nación e ilumine a los venezolanos para que impidan que una catástrofe semejante nos pueda ocurrir.  

   Sin embargo, a pesar de las ingenuas declaraciones del iluso y desequilibrado precandidato, las mismas no fueron del todo malas. Después de todo ellas nos permitieron conocer el programa de gobierno que, basado en el libre mercado, adelantaría su autor en el supuesto negado de que llegara a ocupar la presidencia de la República. Lo que no ocurre con los otros precandidatos de la oposición, los cuales, pese a que desde el gobierno harían exactamente lo mismo, sin embargo no se atreven a confesarlo. Al fin y al cabo estos sujetos no son libres, sino que están obligados a acatar dócilmente las directrices impuestas desde el exterior. 

   Pero bien, una respuesta como la anterior es la que se le debió haber dado a los seudo argumentos del canallita de marras. Pero no se hizo. ¿Por qué? Porque la improvisación es lo que predomina en la actuación de todos los dirigentes del Proceso. Es más, lo que los caracteriza. Por esta razón, Mario, que es uno de esos dirigentes, no consideró necesario preparar de antemano una respuesta que, además de educar, permitiera invalidar las declaraciones del ex-alcalde de Chacao. No consideró necesario asesorarse, confió en su capacidad de argumentación y, como siempre ocurre cuando se actúa solo en actividades que debían ser de equipo, fracasó. Por lo cual debió haber quedado en el ánimo de las personas que no son ni de allá ni de acá la idea de que el inescrupuloso cleptómano del este de Caracas tenía la razón. 

   No sé, pero estamos a las puertas de un proceso electoral de una trascendental importancia. Ya que lo que se jugará en esos comicios no será un proyecto político ni la presidencia de la República. Lo que estará en juego será algo de mucha mayor entidad e importancia: el destino de nuestro país, su propia existencia como nación libre y soberana. De allí la enorme responsabilidad, responsabilidad histórica, por lo demás, que recae en los integrantes de la actual dirigencia del Proceso. Pues de perderse éste, de que nos convirtamos en una vulgar colonia sometidos y dominados por extranjeros, por extranjeros nacidos aquí y por los de afuera, de nadie más será la culpa que de los propios dirigentes del Partido y del gobierno. Estos deben saber que la responsabilidad de educar políticamente a nuestro pueblo no debe recaer únicamente ni en Mario ni en su programa. Ambos, es cierto, están obligados a  colaborar en este sentido para lo cual deben también prepararse cada día más a objeto de cumplir satisfactoriamente con su deber, pero la obligación fundamental está en los dirigentes de la revolución., quienes hasta ahora han fracasado en diseñar una estrategia publicitaria capaz de convencer a nuestra gente de que su bienestar y prosperidad están indisolublemente ligados al modelo político actualmente vigente en Venezuela. 

Nota: Hay algunos inescrupulosos articulistas que se desvelan por infundir pánico en las filas del chavismo. La intención no es otra que lograr la desbandada, es decir, lograr que los ideológicamente más débiles y menos convencidos se deslinden del Proceso y le den la espalda a su líder. Con esta finalidad dicen desfachatadamente en sus nauseabundas notas de prensa, que cuando caiga Chávez éste debía ser ajusticiado junto con todos sus colaboradores y simpatizantes. 

    Esto lo escriben esos sujetos con la peregrina idea de ser leídos por la mayor cantidad de personas posible. Deseos que desde luego están muy lejos de cumplirse, debido a la muy baja circulación de los medios en los que colaboran. Sin embargo, Mario acude en su ayuda, y no sólo lee en su visto programa los artículos de marras sino que también los comenta, agregándole, de paso, un toque de dramatismo adicional a lo mismos. 

¿Qué demuestra esto? Demuestra las profundas deficiencias políticas de Mario. Deficiencias que este comentarista tendrá que superar si no quiere poner La hojilla al servicio de los enemigos del chavismo y del Proceso. Y en relación con esto, el señor de la noche tiene en su poder un documental en español de Michael Moor en el que éste reseña, de una manera impresionante, la terrible situación que están viviendo centenares de miles de familias y de personas de los Estados Unidos como consecuencia de la crisis económica que azota a ese país. Sin embargo, a pesar de la tremenda importancia de este documental, pues expresa más que un millón de palabras la quiebra del capitalismo en su versión neo-liberal, no se ha vuelto a hacer mención de él. Y menos con la necesaria promoción con la que debía ser nuevamente transmitido.  

alfredoschmilinsky@hotmail.com



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Alfredo Schmilinsky Ochoa


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