El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó este jueves no reanudar el cese el fuego con el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, ni establecer un diálogo.
La decisión del mandatario colombiano constituye una respuesta a la reciente escalada de violencia acaecida en el suroeste del país suramericano. También obedece a que el grupo armando no ha desmontado sus "economías ilícitas".
A través de declaraciones emitidas por el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, se conoció que Gustavo Petro también ordenó "afectar las finanzas de este grupo ilegal, tanto en narcotráfico como en la minería ilegal", para debilitar la organización.
Asimismo, se tomarán medidas para sanear al rededor de 15 mil hectáreas sembradas con coca en el cañón del Micay. Esta zona está ubicada en el departamento del Cauca, en el oeste de Colombia.
Las decisiones de Petro se producen en el contexto del recorrido por el municipio de Morales. Su visita en el Cauca tuvo como objetivo conocer, de primera mano, el parte de las autoridades del ataque perpetrado por Estado Mayor Central (EMC) de las Farc el lunes.