Hace años vi una película entrañable, a raíz de la cual pude descubrir que los gorilas son animales fantásticos, inteligentísimos, extraordinariamente fuertes, inocentes y sobre todo BUENOS!!! Los gorilas aspavientan, asustan, se gruñen, se persiguen unos con otros, pero nunca o casi nunca se agreden físicamente, porque a diferencia de otros animales grandes, saben que una pelea real entre dos personas de trescientos kilos puede terminar en la muerte inmediata o en heridas mortales de uno o de los dos implicados; y casi nunca la muerte resuelve nada para ninguna de las partes.
Esa es una de las pocas películas que ha causado mi llanto desesperado, porque sabía que la historia contada era verdadera. Y no tanto por la muerte de Diane Fossey, que la sentí verdaderamente; no tanto por la injusticia que se cometió con ella, porque se perdió la vida de una de las pocas personas que en la historia de la humanidad han defendido a los animales. Sino porque esa película es otra de las demostraciones de que el capitalismo depredador, traicionero, asqueroso y cobarde es el que dirige la especie que está en la cima de la cadena alimenticia y como tal está a punto de acabar con el planeta. Y porque lo más triste es que ni los más concientes se lo creen de verdad.
Pero es a raíz del Golpe en Honduras, que he vuelto a pensar en lo desdichado que es el uso del nombre "Gorilas" para los militares latinoamericanos, que han dedicado los últimos 70 años a aprender a torturar, secuestrar, desaparecer y matar gente, tumbar y poner gobiernos y vejar, humillar y despaturrar voluntades populares, en la escuela de las ametralladoras del imperio, del que somos el patio trasero. Y es que los milicos latinoamericanos pueden ser denominados de cualquier manera, pueden ser insultados con cualquier adjetivo, epíteto o calificación; pero nunca podrán ser comparados con los animales más lindos y listos de las montañas del centro de África, nunca podrán ser comparados con los Gorilas.
Y esto poco tiene que ver con una postura naif sobre lo "verde". Tiene que ver con IDEOLOGÍA. Los que nos llamamos revolucionarios deberíamos tener siempre presente al hablar, que la acción de denigrar de los que no forman parte de nuestros grupos, haciendo comparaciones con animales y con otros pueblos es parte de la ideología de la dominación que debemos ser capaces de superar. Es así que cuando oimos chistes sobre "gochos" o sobre gallegos o sobre negros debemos entenderlos tal como cuando denominamos burros a los brutos o perros a los traidores o tortugas a los impuntuales o ratas a los malos ... o gorilas a los milicos: son maneras de denigrar de todo lo que no es igual a Occidente, que son ellos, los que se creen perfectos y por lo tanto, destinatarios de la sabiduría y del poder absoluto.
Además comparar seres infames con animales no humanos, cualquiera que ellos sean es un insulto a los seres no humanos. Los animales no humanos muy pocas veces hacen cosas tan viles y tan asquerosas como las que son capaces de hacer la mayoría de los seres humanos a otros seres vivos y a otros seres humanos. Somos los animales humanos los que estamos acabando con el planeta.
Por lo tanto, los milicos son lixiviados o caca de monstruo o desecho fecal o simplemente plastas de mierda. Pero nunca, nunca, NUNCA serán Gorilas!!!!
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