Ya no podemos permitir que la ONU, el G8 y otras naciones industrializadas decidan sobre el planeta sus recursos y contaminación. Necesitamos practicar el activismo ecológico, la ecología revolucionaria o subversiva para salvar la tierra y a sus formas de vida.
La tierra esta enferma y los intereses económicos de naciones y grupos nos entretienen, un foro por aquí, una asamblea por allá y una reunión más allá. Al final sus contenidos no pasan de una declaración que nadie cumple porque los países que más contaminan los pueblos y sus recursos no son el centro de sus preocupaciones. Palabras como: “Desarrollo sostenible, manejo adecuado, civilización, progreso, ecología, no solo han servido para la practica de erradas políticas económicas sino que las han prostituido por el daño ocasionado a la humanidad y a los medios de los cuales depende la vida. No son utilizadas junto a la geografía económica petrolera para recuperar los ambientes dañados o para el racional manejo de los recursos porque no hay cooperación y conciencia que nuestro mundo es finito.
Es esencial la cooperación, el apoyo mutuo en todos los niveles desde la vida microscópica hasta la humana y entre especies semejantes o diferentes ya que el ecosistema mundial es un tejido, una red donde dependemos unos de otros y el ser humano es una hebra fundamental. La convivencia es básica para sostener los sistemas vivos porque la tierra es un planeta para la vida. Tan solo en un kilo de tierra pudiera haber más de 500 millones de bacterias, 1000 millones de hongos y hasta 500 millones de insectos, gusanos, lo cierto es que hay tantas formas de vida que modifican la composición química del planeta para que podamos vivir no morir. La armonía de la naturaleza, sus animales, aves e insectos son utilizados como modelos para la ciencia, especialmente por la industria bélica. De estos modelos salen prototipos de aviones, barcos, helicópteros, submarinos, para su posterior producción en serie. Nosotros a cambio los exterminamos por estar influenciados por factores especialmente negativos de un sistema capitalista, egoísta, globalizado como la codicia por el capital, el peor de todos por el individualismo que acarrea.
Sistema capitalista que no respeta que la ciencia recién en el siglo XX descubrió características únicas de nuestro planeta como: El campo magnético y la atmosfera constituyen un escudo doble, permiten que los ciclos naturales abastezcan y limpien la atmosfera. La inclinación de la tierra 23.5 grados hace posible las estaciones, regula la temperatura y hace posible una amplia gama de climas. La rotación las zonas ecuatoriales giran a 1600 kilómetros por hora mientras los polos permanecen inmóviles. La tierra gira alrededor del sol a 30 kilómetros por segundo mientras que el sistema solar en conjunto viaja a 249 kilómetros por segundo, comparando una bala no alcanza los dos Km. Por segundo. La orbita a 28000 años luz del centro de la galaxia, en esta zona están las cantidades químicas exactas para vivir, mas cerca o mas lejos seria imposible. 150 millones de Km. Del sol distancia justa para no quemarnos o no congelarnos. Las mareas del planeta son imprescindibles gracias a la luna y su tamaño contribuye a la estabilidad del eje de la tierra. Todo es perfecto, nosotros la estamos alterando en su temperatura y composición química del agua y del aire repercutiendo en la vida de la tierra.
Si continuamos con nuestro desinterés y pasividad para proteger los recursos naturales y energéticos los devoradores de hombres, gobiernos de naciones industrializadas incluyendo a China y Rusia no permitirán que la tierra se cure por si misma tenemos que ayudarla o el calentamiento global y las armas o centrales nucleares nos destruirán, pues las dos son actividades humanas catastróficas por sus efectos sobre el medio ambiente. Necesitamos actitudes subversivas para terminar con la imposición para saquear los recursos y afectar la vida humana y natural en el sur de la tierra
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