A Celia Hart, presencia de combate e irreverencia revolucionaria.

Ante la conspiración fascista del norte, decisión Revolucionaria de los pueblos del sur (Unasur, levántate y anda)

Asistimos o Asistimos a la profundización del proceso bolivariano, a la ampliación de la causa Nuestramericana, no es fruto de nuestra decisión, ni la de Evo, es la necesaria respuesta ante las provocaciones imperialistas y las locuras de lacayos regionales. La oposición golpista venezolana no aprende, sus aliados regionales -incluidos los fascistas bolivianos- tampoco y los mafiosos del norte menos. Todos juntos no pueden comprender la historia: El destino manifiesto del norte y sus lacayos locales no aceptan la emergencia del destino manifiesto del sur. No entienden ni perciben que la decisión de los pueblos deviene de un complejo proceso de aprendizaje y experiencias que desembocan en decisiones sencillas, transparentes y pertinentes. Así, cuando el 6 de diciembre de 1998 el pueblo venezolano optó por Chávez, estaba, en ese natural acto, sintetizando toda la experiencia vivida en la IV República, ante décadas de humillación, explotación y ofensas. Pero el imperio no logra descifrar la lógica y el sentimiento que impulsa el aliento de los pueblos en el sur del continente. Desconoce la banda de locos que dirigen el norte, que las multitudes del mundo tienen inmensa ansia de vida digna, de verdadera justicia y libertad.

La sinrazón de hoy: Unos cuantos cuatreros patrocinando magnicidios en Venezuela y otros fascistas en Bolivia, es reflejo mecánico de la misma causa que los llevó como orates por las calles de Caracas, allá por abril del 2002 desembocando en el golpe de Estado y el jolgorio irresponsable del paro criminal petrolero. Es el más craso desconocimiento de la razón de ser de los procesos de liberación de los pueblos. Para nada los ideólogos descocados de la oligarquía o del imperio, que casi es lo mismo, entienden que esa masa de seres humanos piensa, sueñan, reflexionan y deciden. El problema no es Bolivia ni Chávez, es la perturbación del norte. Por ello se lanzan a cualquier aventura siempre y cuando esté dirigida a favorecer los intereses del norte.

Y entonces ¿Cómo responder a la conspiración del imperio…? Con la revolución en la revolución del sur. Profundizando el proceso, respetando el protagonismo de los sectores populares, la iniciativa y creatividad que insurge desde la variedad del pueblo

Nuestro-americano. En la convicción de que la Revolución cuando es verdadera, se defiende desde la inventiva REBELDE; en la defensa integral de la Patria, en el ejercicio de la Guerra de Todo el Pueblo.

En el desarrollo de un gran pandemónium donde se desatarán las mejores bendiciones de los ángeles y los más extremos demonios que llevamos dentro a todo lo largo y ancho del pueblo Nuestro americano.

El Presidente Chávez dijo: "Si a Evo Morales, lo derrocaran o lo mataran, estarían dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia". Pues bien: Si al Presidente Chávez lo derrocan o matan, tendremos luz verde para no respetar límite alguno. No existirá barrera alguna que detenga al gran tsunami liberador de los pueblos Nuestroamericanos. Cada amigo o simpatizante del proceso bolivariano, residenciado en Tokio, Los Ángeles, Chipre, Berlín o donde sea, está autorizado a declarar y ejecutar el combate a las fuerzas del Imperio.

Ante cualquier eventualidad garanticemos el mejor escenario para la victoria de los pueblos a partir de una sencilla aseveración: La mejor defensa es la pertinente aplicación de métodos y acciones revolucionarias. La máxima apuesta por la creatividad de los de abajo, de los explotados de siempre, del respeto y confianza en la agitación, organización, movilización y combate de los sectores populares.

Sin embargo, no basta con la afirmación precedente, importante es respetar algunos procesos que garanticen el que cumplamos debidamente nuestras responsabilidades patrias. Recordemos que del seno del pueblo emergen las manos, los ojos, las voces, las conciencias y voluntades que constituyen la posibilidad de ser de la producción, servicios y entretenimiento de la sociedad moderna. Esos vecinos, hombres y mujeres del pueblo, son los amos de la calle en la decisión de compatriotas taxistas; veladores de lo oculto en billares y hoteles de lujo. Ese pueblo conduce el yate del Dr. y educa a sus hijos. Es más, son los que custodian sus viviendas o negocios. En fin, es la fuerza de trabajo, voluntad o iniciativa que mantiene el dinamismo y la vida de todo el cuerpo social actual. Como quien dice, tenemos las llaves del grifo.

Ahora se comprenderá mejor, la revolución no es: ¡Uh, ah Chávez no se va! La cuestión está en caracterizar mi área de trabajo, estudio y residencia; inventariar amenazas, aliados, debilidades o fortalezas:

Indagar y conocer sobre los pasos o planes del jefe, del patrón o del niño bien que conspira: Es mantener a raya a aquellos que pretenden castrar nuestro proceso de liberación. Es gestar redes de redes de inteligencia popular; de respuesta rápida ante cualquier contingencia; de sistematización de datos que convertidos en información nos permita tomar acertadas decisiones que unido a las propias fuerzas del gobierno revolucionario de al traste con cualquier aventura.

Solo profundizando la revolución, ubicando a los vacilantes y dirigiendo la mejor artillería en contra de los enemigos podremos salir con bien de esta coyuntura. Que no se espere el llamado desde Miraflores o desde la dirección del PSUV; que cada batallón, comisionados de defensa territorial, comunidad, barriada, colectivo o circunscripción de batallones ubique sus objetivos político-militares y actúe por instinto de clase, de sobrevivencia, de revolución. Que cada localidad ubique su zona de acción, por ejemplo, los barrios de Petare impactarán en las urbanizaciones y centros comerciales, de producción o servicio de sus alrededores; Pinto Salinas, Chapellín, Sarria darán cuenta de Globovisión y Venevisión; Interioricemos y que el enemigo lo sepa, que en contingencias como estas, tenemos una sola voz de mando tanto para el más alto oficial de nuestras fuerzas armadas; el prestigioso intelectual; el obrero; la madre del barrio, artista o deportista: La del Comandante en Jefe Hugo Rafael Chávez Frías.

PD. Presionemos porque se pronuncie la OEA, las Naciones Unidas, Amnistía Internacional y cualquier otro ícono de la gobernabilidad imperial. Sin embargo, desde la mirada de la calle, de los de abajo, ellos, los imperialistas no pasarán.

¡Escucha fascismo imperial, para que entonces veas!

 

¡Patria, Socialismo o Muerte…VENCEREMOS!

 

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

 

Frente Anti-fascista de Venezuela

 




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Luis Villafaña/Frente Anti-fascista de Venezuela


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