Caída y mesa limpia

Acabo de ver en Internet un video de corta duración, que fue tomado el día 29 de mayo, al cual se puede ingresar para verlo mediante el vínculo (http://www.lahaine.org/index.php?p=30584) y en el cual se muestra un traspié del rey de copas, que digo, del rey de España, que terminó en una aparatosa caída, a pesar de intervención de sus guarda espaldas y cortesanos quienes no pudieron evitarla y tampoco lograron tapar las piernas de su “sacarreal” majestad estiradas a lo largo del suelo y luego flexionando la rodilla para levantarse, con la ayuda de estos. Es de suponer que el piso estaba muy limpio, porque no se le vio sacudiéndose el trasero para quitarse el polvo o, menos aún, para masajeárselo después del golpetazo, ya que hubiera resultado de mal gusto y hubiera sido muy mal visto por la aristocracia española. El bochornoso incidente tuvo lugar durante una cena de gala a la cual asistieron más de mil personas en el Palacio de Congresos de la ciudad de Barcelona, después de haber pronunciado unas palabras y recibido una Medalla de Honor de la Real Academia de Doctores de Cataluña. La TV española no dejó trascender el suceso, en contraste con la caída que hace algún tiempo sufrió el mandatario cubano Fidel Castro en similares circunstancias --salvo que en el caso de Fidel no hubo ingesta previa de copetines por parte de éste--, la cual tuvo una amplísima difusión en la Península. No obstante, un video que fue tomado del real traspié y que fue sacado clandestinamente del lugar, logró llegar a Internet, donde está siendo ampliamente difundido tal como lo merece la real persona que recibió el mamporro.

Después de tan aparatosa cuan “real caída” su “serenísima majestad”, aunque no estaba muy serena por el efecto causado por algunos copetines que traía entre pecho y espalda, se dirigió a la mesa que le tenían preparada y tras ofrecer unas breves explicaciones a los comensales que tenía más próximos acerca del motivo de la ida de bruces que terminó de espaldas, procedió a hacer “mesa limpia” de todo el contenido de las bebidas espirituosas que le colocaron en la mesa, tras lo cual levantando la voz de modo que lo oyeran todos los que estaban en la mesa les dijo: “Joder! No os podéis quejar, ya que esta noche me habéis visto hacer caída y mesa limpia”. Una vez concluida la cena se levantó para irse, pero iba tan encandilado que creía que estaba con la “Cara al sol” y empezó a cantar tal canción que siempre le ha evocado gratos recuerdos. Algunos invitados se refirieron discretamente al rojo subido que presentaba el apéndice nasal del monarca, pero la mayoría lo atribuyó al bochorno que le provocó la caída, aunque algunos malpensados que habían venido a Venezuela en representación secreta de Su Majestad (suya, de ellos) a “prestar” su apoyo y algunos dólares a la ¡y que oposición!, juraban que tenía un tono idéntico a la de un conocido personaje maracucho, muy vinculado a un extinto partido de la IV-R cuyo máximo dirigente, tiempo muy atrás, era un ferviente admirador de la Falange española.


lostienelocos@intercable.net.ve


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Ño Leandro


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