Sumud

Pese a las advertencias de China y a la custodia de una fragata turca, tal como aseguraban los analistas, Israel atacó la flotilla de 44 embarcaciones que se acercan a Gaza para entregar alimentos y medicinas a dos millones de personas que el mundo está viendo morir. Las informaciones indican que ya hay varios detenidos cuyo paradero se ignora, pero que seguramente irán a engrosar las cárceles en donde hay 13 mil palestinos detenidos por años, a quienes no se le ha hecho juicio y sin ningún tipo de acusación.

La Global Sumud Flotilla (GSF), que engloba a 44 embarcaciones de varios países, más las que se incorporaron tardíamente desde Turquía y que partió a principios de septiembre desde Barcelona, Otranto y Génova, para llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, fue interceptada por soldados israelíes este miércoles primero de octubre.

China por su parte, ha enviado ayuda en dos oportunidades, pero por aire, con gigantescos aviones militares que lanzan en pleno vuelo, medicinas y alimentos. De hecho, ha sido el país más activo en materia de asistencias, puesto que sus pueblos han reclamado a las naciones árabes su participación y ayuda a Gaza, pero no ha sido posible, salvo la participación aislada de grupos de asistencia, jóvenes universitarios y médicos y enfermeras voluntarios, que viene de naciones como Egipto, Arabia Saudita, Jordania, Líbano y otras naciones árabes.

Por su parte, ya Israel había referido que la flotilla no entraría con ayuda a Gaza bajo ningún concepto, lo cual están concretando con el primer ataque a dos embarcaciones de la SUMUD.

En realidad, parece mentira que la humanidad entera esté presenciando un genocidio de esta dimensión, sin que ninguna nación reaccione en contra de semejante barbarie; por lo que, tácitamente están apoyando la falsa creencia de Israel de ser el pueblo elegido de Dios, cuya misión es apoderarse del mundo y asesinar a mujeres y niños árabes.

Si no fuera por lo trágico, diría que estamos frente a otro espectáculo hollywoodense visto a través de la gran pantalla de cine que es el mundo. Y hasta los más chick pueden pagar por Netflix para ver en su televisión privada, con un güisqui en la mano, cómo asesinan a niños, mujeres y ancianos, o los dejan morir de hambre, o los dejan bajo los escombros para que se conviertan en esqueletos.

Es esta la condición de la humanidad en un mundo absolutamente apocalíptico al que todo le importa poco.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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