El Big Brother se hunde cada vez más en su propia trampa. Acostumbrado al saqueo, al robo y la imposición so pena de un cruel castigo, tal como hacen con Cuba y Venezuela, entre otros, intenta diseñar estrategias para salir de su crisis. Si partimos de que los problemas estructurales del mundo, tiene un origen económico, EEUU encontró a su verdugo en China, que creó un sistema alterno al Swift, conocido como CIPS, que comienza a dar resultados, pues ya más de 40 países, con algunas de las economías más poderosas del planeta, está negociando con el CIPS; y además, negociando con el sistema Brics, al que ya están aliados 44 naciones.
Ese es el punto de partida para entender los movimientos, las jugadas y las amenazas bélicas. China produce el 85% de los imanes que se consumen en el mundo y que son necesarios para todo derroche de tecnología. No es posible fabricar un misil sin ellos. Pero, además, estos imanes están construidos con lo que ahora se llaman "tierras raras", y el 90% de ellas en el planeta, es propiedad de China. Las tierras raras son un grupo de 17 elementos: escandio (Sc), itrio (Y), lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb) y lutecio (Lu). A pesar de su nombre, muchos de ellos no son raros en la corteza terrestre, pero su extracción y procesamiento son complejos y costosos. Hoy en día, imanes y materia prima, son fundamentales en la guerra, y el Big Brother no los tiene. Quiere decir que debe comprarle a China materia prima para fabricar su propia maquinaria bélica. Eso es más preocupante para Trump.
Y ahora le tenemos que sumar, que su petróleo se acaba en seis u ocho años, y necesita con urgencia controlar las fuentes de combustible para su país y su maquinaria, y la fuente es Venezuela. Por añadidura, dos problemas más le agregan sus asesores militares: Oreshnik y Sarmat, dos misiles que los aterrorizan porque no tienen claro su poder real, el Sarmat, por cierto, es llamado "el misil del fin del mundo". Sume el lector dos problemas adicionales: Irán y Corea del Norte, ambos con capacidad nuclear y de atacar al Big Brother en su propio terreno. Haga combinaciones de estas variables y tendrá una pesadilla como resultado.