Las infaustas declaraciones del gobernador Spencer Cox, racismo en su máxima expresión

Las recientes declaraciones del gobernador de Utah, Spencer Cox, tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, han generado una controversia justificada que merece un análisis profundo. Cox admitió públicamente que durante 33 horas estuvo "orando para que si esto tenía que pasar aquí, no fuera uno de nosotros". Que alguien viniera de otro estado, alguien de otro país", revelando una mentalidad que refleja los prejuicios más arraigados del racismo estadounidense.

El mensaje implícito es alarmante. Sugiere que los inmigrantes —hombres y mujeres que llegan en busca de trabajo, refugio y oportunidades, serían los portadores de violencia, casi como sicarios importados para dañar a la nación. Esa visión, que roza lo grotesco, se acerca peligrosamente a la narrativa de grupos extremistas como el Ku Klux Klan, quienes por décadas se han alimentado de la misma falacia: dividir a la sociedad entre un supuesto "nosotros" puro y un "ellos" contaminante.

Las palabras de Cox no fueron un desliz momentáneo, sino una revelación de una forma de pensar profundamente problemática que divide a la sociedad en categorías de "nosotros" versus "ellos" basadas en el origen geográfico o nacional. Esta mentalidad es particularmente preocupante viniendo de un funcionario electo que representa a todos los residentes de Utah, independientemente de su lugar de nacimiento.

El gobernador Cox expresó abiertamente su decepción porque "esa oración no fue respondida de la manera que esperaba. Solo porque pensé que sería más fácil para nosotros si pudiéramos decir "Oye, nosotros no hacemos eso aquí". Esta declaración revela una lógica profundamente falaz que busca externalizar la responsabilidad de los problemas sociales, culpando a los "INMIGRANTES" en lugar de confrontar las realidades internas de su propia comunidad.

Estas declaraciones evocan los discursos históricos de exclusión y xenofobia (KKK) que han caracterizado algunos de los momentos más oscuros de la historia estadounidense. La tendencia a culpar a los inmigrantes o forasteros por los problemas locales tiene raíces profundas en movimientos racistas que han promovido la discriminación sistemática.

El lenguaje de Cox, aunque menos explícito, comparte la misma estructura retórica utilizada por grupos supremacistas que históricamente han promovido la idea de que los problemas de Estados Unidos provienen de influencias "externas" en lugar de reconocer las fallas sistémicas internas.

Las declaraciones del gobernador no ocurren en el vacío. En un clima político donde los inmigrantes ya enfrentan hostilidad y discriminación, las palabras de un funcionario de alto rango legitimizan y amplifican estos sentimientos xenófobos. Cuando un gobernador expresa públicamente que hubiera preferido culpar a un inmigrante por un crimen violento, está enviando un mensaje claro a las comunidades vulnerables: ustedes no son bienvenidos aquí.

Estas declaraciones pueden tener consecuencias tangibles:

  • Aumentar la hostilidad hacia las comunidades inmigrantes en Utah
  • Desalentar la cooperación con las autoridades por parte de comunidades ya marginadas
  • Reforzar estereotipos peligrosos que asocia inmigración con criminalidad
  • Crear un ambiente de sospecha y división social

Los funcionarios electos tienen la responsabilidad de unir, no dividir. El gobernador Cox, que se ha promocionado como un político moderado que aboga por "discrepar mejor", contradice sus propios principios con estas declaraciones. Un verdadero líder habría usado este momento trágico para:

  • Llamar a la unidad de toda la comunidad
  • Reconocer que la violencia puede surgir de cualquier sector de la sociedad
  • Abordar las causas profundas de la radicalización y la violencia
  • Reafirmar el compromiso con la protección de todos los residentes, independientemente de su origen

En lugar de usar este momento para reflexionar sobre los factores que llevan a la violencia política en Estados Unidos, polarización extrema, retórica incendiaria, falta de espacios para el diálogo constructivo, Cox optó por expresar su deseo de poder culpar a un "otro" conveniente. Esto representa una oportunidad perdida para el liderazgo genuino y la sanación comunitaria.

Las declaraciones del gobernador Spencer Cox no sólo son moralmente reprensibles, sino que también son políticamente irresponsables y socialmente dañinas. Reflejan una mentalidad que ve a los inmigrantes como chivos expiatorios convenientes para los problemas sociales, en lugar de reconocer que la violencia y los problemas sociales son fenómenos complejos que requieren soluciones integrales y matizadas.

En una era donde el discurso político ya está demasiado polarizado, los funcionarios electos deben elevarse por encima de estos impulsos divisivos. El pueblo estadounidense, incluidos los inmigrantes que contribuyen diariamente al tejido social y económico del país, merecen respeto y líderes que los vean como parte integral de la comunidad, no como amenazas externas convenientes para culpar.

Es momento de que el gobernador Cox reflexione sobre sus palabras, se disculpe públicamente con las comunidades afectadas, y demuestre el tipo de liderazgo inclusivo que Utah y Estados Unidos necesitan en estos tiempos difíciles. La verdadera fortaleza de una sociedad no se mide por su capacidad de culpar a otros, sino por su habilidad de confrontar honestamente sus propios desafíos y trabajar juntos hacia soluciones constructivas.

La historia demuestra que ese discurso no solo es falso, sino que también ha costado vidas. Demonizar a comunidades enteras por su origen o condición migratoria legitima la discriminación, fortalece el odio y deja un terreno fértil para la violencia racista. Resulta especialmente contradictorio que estas declaraciones vengan de un representante político en un país que se autodefine como "tierra de inmigrantes

 

NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE

 



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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

 chamosaurio@gmail.com

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