Ganar o perder. En la guerra, el amor y el juego esas son las opciones. Ganar o perder. Y en esta confrontación que los irracionales judíos como siempre, han lanzado contra Irán, como parte de la estrategia mundial expansiva del capitalismo postrero, esas son las opciones que tiene ante si Irán. Y tal como dijo Trump, no estamos buscando una negociación sino la derrota total de Irán; bueno si pueden.

Las consecuencias de perder la guerra para Irán son devastadoras desde todo enfoque o posición que se tenga y basta lo que eso significa viéndose en el espejo de Palestina, Gaza, Libia y en general todo el mundo árabe.

Aunque las consecuencias negativas de esa derrota se harían también sentir con particular fuerza en Venezuela, primero en el aspecto afectivo de quienes apoyamos la revolución chavista y bolivariana por los vínculos y apoyos que este país ha ofrecido al nuestro y en segundo aspecto por las muy negativas consecuencias económicas, financieras y tecnológicas que tendría la desaparición del apoyo de Irán a Venezuela.

Así que ante este hecho que no queremos, tendríamos como efecto severo la pérdida de un aliado clave, radicando su importancia en que Irán es uno de los pocos países que ha brindado apoyo político, económico y militar a Venezuela, especialmente en momentos de aislamiento internacional y crisis económica. Un colapso iraní significaría la pérdida inmensa de este respaldo notable y el apoyo incondicional que le ha brindado a Venezuela.

Se generaría por lo tanto un desmantelamiento de la cooperación económica lograda a través de muchos acuerdos y que son objeto de la envidia y la ambición de los Estados Unidos, cubriendo estos acuerdos áreas como petróleo, comercio, tecnología, defensa.

Una derrota iraní, afectaría la capacidad de Venezuela para mantener su industria petrolera, obtener bienes fundamentales y diversificar su economía. ¡La naturaleza no lo permita!

Particularmente Irán ha sido importante en el sector petrolero, proporcionando ayuda para la reparación y mantenimiento de refinerías, así como suministrando componentes y aditivos, por lo que seríamos muy y gravemente afectados con la perdida de Irán. Por eso Venezuela apoyara en todo lo que pueda a Irán.

En el aspecto del apoyo militar y seguridad, Venezuela dispone de equipos militares, tecnología y entrenamiento, elementos imprescindibles para su defensa y mantener el control interno de una delincuencia impulsada por la derecha y el narcotráfico.

La presencia de Irán ha contribuido también como disuasión y apoyo político para Venezuela frente a las sanciones y la presión de Estados Unidos y otros países, por lo que sin ese país estaríamos más expuestos y se envalentonaría la derecha fascista.

Así que un colapso total de Irán en esta guerra sería una cosa bárbara para Venezuela, ya que, atraería más la atención del imperialismo sobre nuestro país y sería atacado su mensaje revolucionario para el mundo, enfrentaría mayores dificultades económicas y estaría más vulnerable a la presión internacional.

De una forma más indirecta pero no por ello menos difícil y letal es que la derrota de Irán por el imperialismo generaría un debilitamiento del eje anti-imperialista más militante, que en América del Sur y el Caribe la integran junto a nosotros, Nicaragua y Cuba, los cuales se oponen y han menoscabado la perversa influencia de Estados Unidos y sus aliados en nuestra región.

Estamos analizando aquí solo las consecuencias de una derrota de Irán con este ataque y guerra imperialista, aunque es posible que si Rusia y China, que no se involucran en la misma magnitud que lo hace del lado contrario los Estados Unidos, apoyan, la victoria de Irán estaría más cerca de lo que está. Una derrota parcial tendría menos consecuencias pero está visto que siendo un territorio prioritario de expansión de Estados Unidos volverá nuevamente, sino derrota ahora completamente a Irán, y si Rusia y China no intervienen visiblemente.

Confiamos en todo caso en la capacidad de adaptación y superación de Irán para enfrentar este descomunal embate destructivo y colonizante con el que ha sido herido, por lo que Venezuela debe encontrar las formas de cooperar ahora y más adelante con ese país amigo, preparándose a su vez para futuros ataques a nuestro país.

Una forma de auxiliar a Irán podría ser solicitar en la OPEP una reducción breve de la producción petrolera, como un aviso, ya que allí son contados los países que no han sido víctimas de agresiones imperialistas descomunales y colonialistas. Sería una medida de apoyo y de hacer entender a otros países parecidos al nuestro, que nadie está a salvo de las agresiones de los Estados Unidos.