1. El sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) aportó un amplio conocimiento sobre la política, el poder y las formas de dominación que ejerce la sociedad en los individuos y la intersubjetividad valorativa presentes en las relaciones sociales. La visita a su pensamiento político nos permite apreciar los pliegues, entresijos, fisuras, motivaciones, racionalidades, intereses, pasiones y juicios de los actores sociales de occidente en tiempo y espacio. Ciertamente, la comprensión de estas manifestaciones en las instituciones, asociaciones y empresas, así como también en la cultura, las prácticas políticas y la comunidad de valores abre un campo para el análisis político e intelectual más complejo y fecundo.
Las pasiones entrelazadas con las apetencias de poder político para decidir sobre la vida de otros y, al mismo tiempo, la acción no casual de reescribir la historia (pasada y presente) se encuentran generalmente cara a cara con la vanidad y la mezquindad. Es verdad la política exige una acción continuada, persistente, tenaz, ejercicio de juicio crítico y apego a la ética política de la responsabilidad unida a las convicciones. En otras palabras, toda acción política pacífica o violenta genera consecuencias y las reacciones de otros (explícitas o tácitas) que construyen las relaciones políticas de dominación y resistencias en forma de emancipación, liberación y autodeterminación.
Afirmará Weber después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias en la vida política material-subjetiva: "Es completamente cierto, y así lo prueba la historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez. Pero para ser capaz de hacer esto no sólo hay que ser un caudillo, sino también un héroe en el sentido más sencillo de la palabra. Incluso aquellos que no son ni lo uno ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que permite soportar la destrucción de todas las esperanzas sino quieren resultar incapaces de realizar incluso lo que hoy es posible. Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un "sin embargo"; solo un hombre construido de esta forma tiene "vocación" para la política".
2. La conmemoración del 80° aniversario de la derrota de la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria, por parte del Ejército Rojo, ha generado controversia y debate sobre el papel de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en la Segunda Guerra Mundial. La pretensión de los actuales líderes políticos en occidente (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y el bloque de la Unión Europea) al minimizar la contribución de los soldados soviéticos en la liberación de los judíos y territorios ocupados e invadidos por los nazis no es un hecho novedoso ni fortuito. El levantamiento de información posterior a 1945 reveló que la maquinaria del mal construida y desplegada por los alemanes no sólo arremetió contra la vida y el patrimonio de los judíos. Entre las víctimas también se encuentran los alemanes disidentes, comunistas, anarquistas, gitanos, sacerdotes católicos, testigos de Jehová, homosexuales y personas con discapacidad física e intelectual.
La industria cultural de postguerra en occidente (el cine europeo y estadounidense), los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión), la producción bibliográfica de las principales universidades y centros académicos construyeron el imaginario colectivo que la destrucción de la maquinaria del mal fue obra de Estados Unidos y que los judíos son las víctimas cuasi exclusivas. En esta acción negadora de la historia influyeron varios procesos interrelacionados: a) La Guerra Fría y descalificación del campo soviético; b) Los diferentes planes de desnazificación y los juicios emprendidos por las potencias en los territorios liberados; y c) La demostrada capacidad financiera e ideológica del sionismo israelí para incidir en las instituciones políticas occidentales, la producción audiovisual masiva, las universidades, los medios de comunicación y organismos internacionales.
3. No existe un pleno consenso acerca del registro total de las víctimas en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La destrucción perpetrada por los alemanes, mediante el uso de la ciencia y las tecnologías disponibles, aunado a la industria propagandística al servicio de la "banalidad del mal" (Hannah Arendt) continúa siendo objeto de estudio en la ciencia política e historia. Sin embargo, algunos datos ayudan a comprender la magnitud del exterminio: hambrunas planificadas, hornos crematorios, cámaras de gas, trabajo forzado en campos de concentración, fusilamientos masivos, reclusión en guetos y el despojo total de la condición humana a manos del régimen nazi. Se estima que murieron aproximadamente 6 millones de judíos, 27 millones de soviéticos (entre soldados y civiles), 370 mil de Reino Unido, 140 mil franceses, 330 mil italianos y 300 mil estadounidenses, entre otras nacionalidades.
4. La conmemoración de este nuevo aniversario y los honores rendidos a los soldados y civiles, víctimas reales del nazismo y sus aliados, tiene por contexto el conflicto prolongado entre la OTAN, Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia bajo el formato de la guerra proxi en territorio ucraniano. Las negociaciones promovidas por el gobierno de Donald Trump para congelar temporalmente la guerra proxi, financiada por la administración de Joe Biden y la Unión Europea, se encuentran en un proceso de pulso político y revisión. La posición de Rusia es ampliamente divulgada por el presidente Vladimir Putin y su eminente canciller Serguéi Lavrov: desnazificación de Ucrania, reconocimiento internacional de la seguridad y defensa en las fronteras y territorios soberanos de la Federación de Rusia.
También es cierto que la confrontación actual anida la pétrea mezquindad política y la recurrente pretensión del G-7 y sus aliados para obstaculizar la recuperación económica-comercial, la cohesión interna de la comunidad moral y el liderazgo de Rusia junto a China en los BRICS a favor del Sur Global y los avances de la multipolaridad. En efecto, los 15 paquetes de sanciones, sin precedentes, impuestos por la Unión Europea y promovidos con tenacidad por la alemana Úrsula von der Leyen (ex ministra de Defensa de la canciller Ángela Merkel) son una evidencia empírica del asedio contra Rusia pero empleando otros medios de acción política y coerción.
5. Por último, en este 9 de mayo, sin soslayo de las contradicciones existentes, hermosas flores de manzanilla descienden y se abren paso en Moscú. Honor y gloria a los soldados soviéticos, hombres y mujeres en el día de la Gran Victoria sobre el fascismo en beneficio de la humanidad.