¡¿Prohibido olvidar Nicolás?!

In Memoriam

Alberto Rudas Mesones

Evoco querido amigo, imborrable, amargo, y tormentoso; salir de los laboratorios de química de nuestro entrañable liceo nocturno Juan Vicente Gonzáles, -diurno Andrés Bello-, y juntos rememorar los lapidarios comentarios de nuestro maduro, experimentado y fraterno ex profesor de formación Moral y Cívica. Medinista furibundo anti-adeco.

Tenía razón nuestro maestro de tan importante materia. Los jóvenes estudiantes enfrentábamos el inalienable deber moral de enarbolar las banderas de la lucha; de irrumpir contra las barbaridades del inmoral gobierno Adeco. Entregado al imperialismo norte-americano. Grotescamente de espaldas al noble pueblo venezolano, y gloriosa Cuba Revolucionaria de Marti, y Fidel.

Recuerdo Alberto, siete u ocho de la noche 15 de noviembre de 1.961 celebrar la visita de Fidel a nuestro país, en donde decretó oficialmente la vía modelo socialista para la isla (Cuba) de la misma manera, que nos alertaba vía militante solidaridad; sobre la inminente invasión (Bahía De Cochino) auspiciada por la batisfera gusanera de Miami con apoyo de la UsaBestia666, y luego nosotros de desalojar los espacios de El Silencio. De posterior instalarnos a las puertas del liceo Juan Vicente González (Diurno Andrés Bello), y constituir una vorágine de jóvenes críticos; y en ese instante, - ¡¿No sé por qué razón?! -, asomar nuestro flamante contacto del Partido: - Víctor Hugo Dé Paola -. Romo, trepador, oportunista, gris, correlón. Cobarde de sombras y políticos cuadres inmorales. De inmediato ante nuestra labor de agitación, - ¡¿Dé Paola planteó la necesidad de dirigir la palabra a la masa de estudiantes?! -, pero eludiendo responsabilidades, temeroso ante el riesgo del compromiso. Respondiendo a su perfil temeroso cobardón. Evadirse irresoluto. Fue allí, Alberto, donde tu y otros compañeros por vainas de las circunstancias, me treparon en una de las columnas de la parte frontal de la puerta principal del liceo; y di inicio al diagnóstico del "democrático" terrorismo Adeco; en que vivíamos.

Les hablé de los cientos de venezolanos secuestrados en los calabozos diseminados en todo el país. Me referí al edificio de las brisas de la Digepol (Dirección General De Policía Política) en la urbanización Los Chaguaramos. En el Cuartel General La Planta en la urbanización El Paraíso. Al depósito de retención sin juicio de la policía subiendo el Junquito en Caracas; de donde para aquellos momentos: febrero y/o-marzo no recuerdo bien de 1.961; luego de meses de secuestro reclusión sin juicio; saliera en libertad.

Les hablé de los atropellos y golpizas que infligieran a Arturo Pardo; honorable e intrépido dirigente sindical del PCV (Partido Comunista De Venezuela) hasta fracturarle algunas costillas y lesionar severamente el maxilar inferior y fémur izquierdo. Información (La de sus lesiones) a la cual pudimos acceder cuando a mediado de las dos y media de la madrugada, de un amargo amanecer que no queremos recordar con exactitud, y esposados, en uno de tantos y repetitivos traslados de madrugadas de uno a otro retén policial. Lívidos de cólera e impotentes. Nos tropezamos. Él, excepcionalmente por lo complicado de su estado de salud por las trompadas recibidas; en calidad de "enfermo", transferido a un hospital, debido a las inocultables y graves lesiones. Y; yó, en calidad de: - Estudiante comunista detenido indefinidamente y sin juicio; por averiguaciones al Cuartel General De La Planta, en el Paraíso -

Continué mi arenga y agradecí en nombre de innumerables presos políticos, el desempeño de probos diputados de izquierda que valientemente insurgían en la defensa y la denuncia ante el silencio cómplice en el congreso de la bancada adeco-copeyana, pertinente a las persecuciones, allanamientos de domicilios, asesinatos, fusilamientos, desapariciones forzosas y detenciones sin juicio a que éramos sometidos, todos aquellos venezolanos políticamente, asqueados ante el crimen y la barbarie de Rómulo Betancourt y su soporte internacional, los Estados Unidos UsaBestia666. De esos hombres, de esas valientes y honorables gestas, pertinente es destacar, el desempeño del Dr. José Vicente Rangel.

Debes recordar igualmente Alberto, que, en plena disertación, y a posteriori. Sobrevino el tropel. La arremetida de la canalla. El tableteo siniestro de los disparos con órdenes precisas de quebrar sueños y averiguar después. Nos acorralaron y desbandaron. Nuestro valiente y orgulloso armamento defensivo; constituido por cuadernos de estudiantes con apuntes de Física, Química, Biología, etc. Fue quedando regado disperso y ofendido, en las calles de Caracas; atropellado por la violencia del enemigo.

Inmersos en el silencio de aquella vergüenza; -¡mudos!-, los libros y nuestros apuntes, veían estupefactos la acción de aquellos energúmenos que atropellaban temerosos, pero blandiendo armas, la confrontación de las ideas. El legitimo disentir ante el acorralamiento y la vileza. Su desempeño ofendía lo más noble del ser humano. Tú con heroicos dieciséis, diecisiete años de edad, y yo de diecinueve años de edad, incapaces de poner a salvo a nuestras compañeras y compañeros, ante el peligro que intuíamos venir. Nos evadimos hacia los alrededores de La Candelaria, buscando ansiosos y sofocados; liberarnos de los gases tóxicos de las bombas lacrimógenas y los cada vez más cercanos homicidas tiros.

¡¡Corre Belisario!! …

¡¡Corre coño, no te pares!! …

¡¡Insistías!! …

No estamos en condiciones de dar cobertura a nuestros compañeros. -¡¡No te pares!!-. Me gritabas una y otra vez a mi lado derecho contiguo; y el alma y la angustia me saltaron las lágrimas. Cuando como en suspenso. Se presentó la tragedia e ignominiosos cobardes balazos; atravesaron tu magnífica y noble humanidad. Aterrorizado, vi desplomarte a mi lado hacia la eternidad; sin poder detenerme y abrazarme a tu cadáver. No imaginas como me punzó el alma ese instante. Como mis sentimientos se anegaron de copiosas lágrimas y angustias; y como impotente perdiendo la serenidad. Se desbordó mi cólera y mi llanto. Como, cual cauterizante dolor; exteriorice mi ira y desprecio por todos aquellos que no aman las causas justas de la humanidad. Como increpé al supremo mencionado Dios, y le cuestioné permitir tamaña atrocidad. Como a posteriori entender. Tú obligada ausencia en los combates que ineludiblemente se presentarán en la conquista en nuestro país de una sociedad mejor y posible de redención humana, que tanto y vehementemente, discutiéramos en su teoría; su praxis, su eticidad, e implementación de gerencia socialista.

Hoy, hermano mío. Como testigo de excepción. No recuerdo con odio a los Víctor Hugo De Paola, y a los Esteller (Comandante de transito del Frente Guerrillero José Antonio Páez Edo. Portuguesa). Tampoco a los que han teñido sus canas con la traición como es el caso de Marques, Petkoff, y tantos otros miserables. Seudo luchadores sociales de entonces y ahora. Trepadores que conscientemente manipularon y utilizaron en el más aberrante sentido de la cobardía, a una juventud aguerrida y de vanguardia. Tampoco Rudas, a los criminales homicidas del Adeco-Copeyanismo: Alexis Martines, a Totón, a Miguel Morao, Elbano (Sifa), Fidias Sarmiento. Al cobarde Capitán Vegas. Al vesánico y tristemente Santos Gómez director de la Digepol, al miserable Canache Mata; y tantos otros abortos de la naturaleza infelizmente nacidos en nuestro país.

¡¡No los odio; pero si me causan profundo asco y desprecio!! Me inspiran una profunda tristeza sus desubicaciones ante la vida; y de ser temporales aún. De ser añosos. Deberán sus pútridos gusanos del recuerdo, -Si es que tienen recuerdos de arrepentimiento- Atormentar sus carnes; y carcomer sus huesos esos tales adefesios humanos. Momias putrefactas cuarto republicanas. Partos infelices de nuestra vil groseramente vejada y atormentada Venezuela; sujetos que con su actuar, su vileza; ofendieron la decencia y el honor.

Un abrazo fraternal. Infinito y eterno; compañero de aulas y utopías, camarada y amigo de siempre Alberto Rudas Mesones. Con tu ejemplo estarás imborrable mente presente en nuestra cotidianidad, indicándonos que, en algunas circunstancias adversas de la vida, es necesario tácticamente replegar; pero debiendo siempre de posterior con arrojo y contramarcha; retomar la vanguardia acompañando a los pueblos. Haber estado en batalla contigo Alberto Rudas Mesones; es un honor que ya he relatado a mis dos hijos; y ya haré en su momento a mis nietos y nietas. Hasta la vista Alberto, ya nos encontraremos en las sendas del infinito. No quiero concluir éste In Memoriam, sin acotarte que no nos perdimos en nuestras utopías. En nuestros sueños de redención. Hoy; un decente joven militar: Hugo Rafael Chávez Frías. Consustanciado con el pensamiento de Bolívar. Imbuido en la idea de que este mundo ya no es ancho y ajeno como planteaba genialmente Ciro Alegría en su novela, sino ancho y nuestro. De los pueblos que en su batallar se erigen en sociedades y crean riqueza común. Pueblos concientizados y claros con la pesadilla de las aún abiertas venas de Latinoamérica (Galeano). Preñada de miserias, abandonos y tormentos en la cotidiana lucha de vivir y pelear por el mísero pan. Talentosamente referida en su crudeza por Eduardo Galeano, en su novela de aterradora narrativa. En posición de firmes todos nosotros en presencia del comandante Hugo Chávez Frías. Presentando nuestros respetos y vista hacia el Pabellón Nacional. Con resuelto zafarrancho de combate. Nos ratifica con su gallardía y accionar, que los desvelos por construir una Venezuela soberana, gloriosa, igualitaria, participativa, democrática, y socialista. Es más que posible. Y esto supongo que a la altura de tus sesenta y tantos años de edad, y sesenta y tantos años de edad de los míos; es motivo más que suficiente para que nos regocijemos.

Julio César Belisario R.

Ex-Combatiente Guerrillero Urbano Rural -Años Sesenta-

Crónica Testimonial.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 891 veces.



Julio César Belisario

Revolucionario. Contador Socio Director de la firma Secoafin, SC. Belisario, León & Asociados. Contaduría. Auditoría. Impuestos. Asesoramiento Gerencial, etc.

 juliocesarb72@gmail.com      @SigloXXII78

Visite el perfil de Julio César Belisario para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Internacionales


Revise artículos similares en la sección:
Actualidad