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Quien iba a pensar, que las gallinas con su cacareo y no el gallo con su kikiriki, ponían en peligro al mismísimo imperio estadounidense.
Nadie podía imaginarse que la verdadera crisis a enfrentar Donald Trump, al llegar a la presidencia, no era precisamente, la guerra Ucrania-Rusia, ni tampoco el tema del petróleo, ni mucho menos la tirria que tienen con Irán, sino, la escasez de huevos. Si como lo están leyendo, a Trump, no solamente se le están enfriando los huevos, sino, como que le salieron alas y desaparecieron.
Hasta los avezados analistas internacionales se quedaron boca abierta. Nunca pensaron que un huevo, que pone cualquier gallina, fuera de toda ideología, sin ser de derecha o de izquierda, pudiera poner en ascuas al mismísimo imperio estadounidense.
Lo que no pudo hacer la URSS en su momento, ni actualmente Rusia, ni los BRIDS, ni otra potencia mundial, lo están haciendo las gallinas, desequilibrar la economía imperial y poner a toda su población, como verdaderas gallinas cluecas, buscando huevos por todas partes.
La crisis es de tal magnitud que en el mercado informal, cuatro huevos, cuestan un billete de 50 dólares, 8 cuestan 100, con la foto de Benjamín Franklin incluida, lo que abre una gran oportunidad a los países huevones (léase que tienen huevo en abundancia y no otra cosa), cambiar sus huevos por los dólares que tanto le hacen falta.
Así que por fin las gallinas ganaron una, y sus posturas, que antes se fritaban, sancochaban y hasta se lanzaban como granadas en las fiestas carnestolendas, ahora son como barras de oro, dignas de exportación.
Recuerdo los Carnavales de Maturín en el Estado Monagas, donde bandas de muchachos, nos trasladábamos a las Escuelas Administradas por Monjas, con morrales llenos de huevos y cuando los lanzábamos, las primeras que gritaban eran las Monjas: ¡Huevo!..¡Huevo!
Pero aparte de esta pequeña digresión, la CIA, El FBI, no han encontrado la causa de esta “deshuevización”. Pensaron al principio que era a lo mejor una venganza de los Directivos de la USAISD, por la vergüenza que le han hecho pasar ante el mundo, desnudándola, pero descartaron esa posibilidad, porque a la USAID, luego de estos hechos, también se le enfriaron los huevos.
De allí que pasaron el caso a la NASA y a científicos de Primer Nivel para estudiar el fenómeno. Estos llegaron a la conclusión, de que la culpa de la escasez, no era de las Gallinas, porque luego de hacerle necropsias a varias de ellas, determinaron, que no había rastros de consumo de anticonceptivos ni de Marihuana Medicinal. Eso salvo a las gallinas de esa injusta sospecha.
A pesar, de los dimes y diretes que tienen con Venezuela, en esa relación de amor y odio con nuestro petróleo, decidieron consultar a nuestro gobierno, pese a la rabieta que le causo esto a la ultra derecha, por ser nuestro país, por excelencia productor de huevos y de petróleo y estar entre los primeros en el mundo en ambos rublos.
Consultados nuestros especialistas, por lo menos, les dimos unas pistas para orientarlos en sus pesquisas. Y esa pista, vino de un gran Humorista venezolano Aquiles Nazoa.
Aquiles antes la escasez de huevos, porque había gallinas que se comían sus propios huevos, propuso un plan revolucionario. Que se educara a las Gallinas, para que se comieran los huevos de las otras gallinas y no las de ellas, para que siempre hubiera huevo.
Otra hipótesis, formulada por Aquiles, que podría explicar la escasez de huevos, tal y como los conocemos comúnmente, es la siguiente:
“En algunas regiones de los Estados Unidos se ha establecido el sistema de casar a las gallinas por correspondencia, enviándole al gallo los papeles de matrimonio por correo. Las gallinas casadas en esta forma ofrecen la ventaja de que en lugar de pollitos, lo que dan a luz son sobrecitos de sopa continental.”
Pero tiene una desventaja, el problema es que si los huevos terminan en sobrecitos de sopa continental, o como allí las llaman, Croyden House, los huevos tal como los conocemos y compramos en su forma ovalada, terminaran desapareciendo del mercado.
Y quizás sea esa manera de ensobrar los huevos, lo que está generando esta grave escasez y enfriamiento de los huevos de Donald Trump.
Lo cierto de toda esta trama con la desaparición de los huevos en los Estados Unidos, necesita urgentes respuestas, antes de que Donald Trump, y el huevo frito que tiene como asesor, el señor, Uevon, perdón, Elón Musk, decreten la escasez de huevo como un problema de Seguridad de Estado.
Si esto llega a suceder, llegaran a la conclusión de que la escasez de huevo, constituye un problema de Seguridad Nacional, que pone en peligro la Soberanía de ese país, y entonces las nuevas intervenciones que planifiquen no serán sólo en búsqueda de petróleo sino, también, de huevos y nos dejen a nosotros sin huevos, sin petróleo y sin vista.
Desde ya, proponemos al gobierno nacional, medidas urgentes por si la crisis se agrava a futuro, así que proponemos: Nuestras gallinas ponedoras deben pasar a la clandestinidad y para ello se deben construir inmensos túneles secretos para preservarlas. No debemos utilizar Boquerón I y Boquerón II hacia La Guaira porque son demasiado conocidos.
Así mismo, que nuestros científicos, elaboren una fórmula especial para crear un pastilla anticonceptiva avícola y educar a nuestras gallinas, como dice Aquiles Nazoa, para que se la tomen por docenas, en caso de una invasión y pasen años sin poner ni siquiera un huevo: La consigna que esgrimiremos será: “Ni un huevo frito, menos sancochao, para los gringos arrebataos y del revoltillo que se olviden”. “El Gallo será muy Gallo, pero la Gallina es la que pone”