Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
En la medida que la derrota de Ucrania más se aproxima, los neoconservadores se desesperan aún más por arrastrar a Estados Unidos hacia la lucha. Cerca del fin de semana la ex funcionaria del Departamento de Estado, Victoria Nuland, le comentó a ABC News que Estados Unidos debe ayudar y facilitar ataques misilísticos ucranianos en profundidad dentro del territorio ruso. El gobierno de Biden hasta ahora ha evitado involucrarse en semejantes ataques, posiblemente porque el presidente Vladimir Putin ha advertido que Rusia atacará a cualquier instalación, donde quiera que esté, que suministre o facilite ataques al interior de Rusia.
Se trata de una muy clara advertencia de parte de una potencia nuclear, pero como quiera que Nuland y sus colegas neoconservadores perciban que falla su proyecto ucraniano, exigen una escalada. Eso es justamente lo que ellos hicieron en sus anteriores y desastrosos proyectos como la Guerra de Irak, los ataques contra Siria y Libia y los 20 años de ocupación de Afganistán. Según ellos no hubo fracaso porque se trató de pésimas ideas en primer lugar, pero que no hubo suficientes vidas y recursos que fueran arrojados para crear un buen resultado.
Pero Rusia no Irak ni tampoco Libia. Esta vez ellos están jugando a la III Guerra Mundial y a la destrucción nuclear y nadie en el Distrito de Columbia pareciera preocuparse.
El Jueves pasado el jefe del Estado Mayor Conjunto, Charles Q. Brown, dijo que el despliegue de entrenadores de la OTAN al interior de Ucrania era inevitable.
"Eventualmente y con el tiempo, llegaremos allá," dijo él. Por supuesto que así fue como exactamente llegamos a Vietnam, pero Rusia en el 2024 no es el Vietnam de los años cincuenta. Rusia actualmente es un país que puede replicar y puede proyectar su poderío hasta la misma fuente, lo cual significa Estados Unidos.
¿Valdrá la pena morir por el proyecto ucraniano de la Nuland en una guerra nuclear?
Toda la participación de Estados Unidos en esta guerra por encargo ha sido montada sobre una mentira tras otra. Nos dijeron que teníamos que ayudar a Ucrania para que derrotara a Rusia debido a que la propia democracia estaba en juego. Luego el presidente ucraniano Zelenski canceló las elecciones, así nos dijeron que teníamos que ayudar a Ucrania para que derrotara a Rusia porque Putin no se iba a detener ahí –muy pronto estaría marchando sobre Berlín, Londres y ¡quién sabe Nueva York!
¿Esto no le recuerda a Ud. como los neoconservadores nos advertían que Saddam iba a atacar a Estados Unidos con aviones no tripulados y que estaba montando y operando laboratorios de guerra móvil? Cualquier cosa con tal de conseguir que el público apoyara su guerra.
El hecho es que los neoconservadores y los belicistas mienten constantemente. Ellos harán lo que sea necesario para conseguir sus guerras y nosotros lamentablemente no tenemos en Estados Unidos medios de comunicación independientes para combatir sus mentiras. Nuestros medios están tan vinculados al complejo industrial militar que incluso obtienen una participación en las ganancias, producto de las guerras y por ningún motivo denuncian la situación.
Cualquiera que piense que no podemos ser arrastrados hacia otra guerra como lo fuimos cuando George W. Bush mintió acerca que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, no está prestando la debida atención. Eso está sucediendo de nuevo, en este momento.
El hecho es que vivimos en una sociedad profundamente corrupta, dominada por individuos que no creen en la verdad. Cuando Ud. no cree en la verdad Ud. no tendrá escrúpulos acerca de manipular a otros para que hagan lo que Ud. quiere. De tal modo que a menos que ellos sean detenidos, los neoconservadores como la Nuland, exigirán más ataques contra Rusia, más tropas norteamericanas en Ucrania, nuevas escaladas, hasta que Rusia replique.
Luego entonces todo se acabará. ¿Es eso lo que queremos?
/Artículo original: /*ronpaulist.org*
https://ronpaulistinstitute.org/the-vietnamization-of-ukraine/