Nuestramérica ecomunitarista soberana ante Ucrania: ni EEUU-OTAN, ni Rusia ni China

Mientras aún se aguardan los efectos que provocará la rebelión del grupo Wagner del 24/6/23, nos ocuparemos en estas breves líneas del extenso artículo de autoría del científico y asesor gubernamental ruso Sergei Karaganov, que Resumen Latinoamericano publicó el 23/6/23 con el título "Una decisión difícil pero necesaria: el uso de armas nucleares puede salvar a la humanidad de una catástrofe global" (ver https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/06/23/rusia-sergei-karaganov-una-decision-dificil-pero-necesaria-el-uso-de-armas-nucleares-puede-salvar-a-la-humanidad-de-una-catastrofe-global/)

[En internet se encuentra una extensa nota de Wikipedia en inglés fácilmente legible sobre Sergei Karaganov, informando sobre sus importantes cargos e influencia en Rusia, y resumiendo los ejes de su pensamiento].

En este artículo publicado por Resumen Latinoamericano Karaganov defiende como valores, además de la historia, a "la familia, la patria, el amor entre un hombre y una mujer, y la fe" (al mejor estilo de un reaccionario latinoamericano como Bolsonaro), y dice que las armas nucleares fueron una creación de Dios (!?). Y si bien en este texto critica en una frase y al pasar al capitalismo, todo su discurso no tiene otro centro que el poder de Rusia (e, incidentalmente, de China) opuesto al de EEUU y "Occidente" (al mejor estilo de la geopolítica imperialista de la Doctrina Monroe, pero pensada desde Rusia). Eso es evidente en la forma en que trata la guerra en Ucrania (país cuya propia existencia pone en cuestión) y en su propuesta de "cambio de dirección hacia el Este". Y lo más peligroso para toda la Humanidad en este artículo es que propone el uso de las armas nucleares (no solo en Ucrania, sino que amenazando también al territorio de otros países) para hacer retroceder a EEUU y a "Occidente".

Conste que al proponerlo Karaganov ni cogita la posibilidad de que ese uso desencadene una respuesta nuclear de EEUU-OTAN, lo que daría lugar a una contra-respuesta rusa, matando de inmediato a centenas de millones de personas en Rusia, EEUU y Europa, y, por efectos de la radioactividad, a corto y medio plazo a otras centenas de millones en el resto del mundo, o, simplemente, matando a toda la Humanidad.

Solo en la última frase de su texto Karaganov da un objetivo supuestamente humanista a su discurso, al hablar (sin decir que no sería capitalista) de un futuro mundo multipolar, pluricultural y multicolor. (Lo que no se pregunta Karaganov es si después de una guerra nuclear sobraría gente para habitarlo).

La impresión que da es que al ver que la guerra en Ucrania se ha empantanado, Karaganov tiene el mismo reflejo del General yanqui-imperialista MacArthur cuando percibió que no ganaría la guerra de Corea y pidió la autorización del Presidente de EEUU para usar allí las mismas armas nucleares que acababan de doblegar a Japón (autorización que, felizmente, le fue negada). Y ese reflejo de Karaganov puede verse peligrosamente agudizado en la cúpula rusa tras la rebelión del grupo Wagner.

Ante toda esta locura, no hace falta ser leninista (en 1914-1917) para entender que en el conflicto descrito por Karaganov la única parte "buena" es la población civil que lo paga con su vida o el exilio, y la gente que es enrolada por la fuerza para combatir en alguno de los bandos, y que lo que cabe es oponerse por igual a ambos bandos (y a Zelensky) luchando para que la Humanidad trascienda el capitalismo (rumbo al comunismo, dijo Lenin, y yo digo rumbo al ecomunitarismo); eso incluye la superación de todos los nacionalismos y la instalación de la paz perpetua y la cooperación solidaria entre todos los pueblos. A Karaganov hay que recordarle la consigna que llevó en su país a la victoria a la Revolución de Octubre de 1917: "Paz, pan y tierra" (sabiendo que el mundo padece hoy con muchas guerras, incluyendo la de Ucrania, que unos mil millones de seres humanos no comen hoy lo suficiente para gozar de buena salud, y que "tierra" significa hoy, además de la reforma agraria anti-capitalista, el amor y defensa de la Pacha Mama, como lo exige la tercera norma fundamental de la Ética).

Hay que aclarar que cuando en mi juventud me enrolé en el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, de Uruguay, teníamos la noción de lo nacional que sigue: son legítimos los movimientos que apuntan a liberar a un país de la opresión colonial, neocolonial o imperialista; pero el triunfo de esa causa no debe servir para fortalecer cualquier tipo de nacionalismo chauvinista, sino para abrir a ese pueblo liberado a la convivencia pacífica y de mutua ayuda solidaria con todos los pueblos del mundo; y eso es aún más válido cuando ese movimiento de liberación nacional pretende que su país se enrumbe hacia el poscapitalismo (en mi propuesta, el ecomunitarismo), donde ha de primar el internacionalismo humanitario-ambiental y nunca el nacionalismo.

Ahora bien, alguien podría preguntarnos: ¿"no representa la lucha que lidera Zelensky una resistencia nacional anti-imperialista tan legítima como la vietnamita en el siglo XX, opuesta a una potencia que invade su país?". Y la respuesta es "no", porque Zelenzky no es más que la punta de lanza del imperio yanqui-OTAN en Ucrania y en la región (contra Rusia e indirectamente contra China).

En ese contexto considero que es loable la decisión que adoptaron A. Latina y el Caribe en el Tratado de Tlatelolco (de 1967) al declararse tierras libres de armas nucleares. Y también considero loables las actuales iniciativas de los Presidentes Lula, López Obrador y Arce para que se instale cuanto antes una Mesa de negociación para llevar la paz a Ucrania, sin embanderarse con ninguna de las partes en guerra en esa región. Pues Nuestramérica, caminando hacia el Ecomunitarismo, debe unirse solidariamente y ser soberana ante cualquier potencia (sea ésta EEUU y sus satélites de la OTAN, Rusia, o China) y tener una voz independiente y pacificadora en el concierto de las actuales naciones. (En el futuro ecomunitarista toda la Humanidad habrá de constituir una gran familia que resuelva exclusivamente mediante el diálogo y el consenso sus eventuales diferencias, como lo exigen las dos primeras normas fundamentales de la Ética).

Resta esperar que, así como en su tiempo sucedió con la guerra de Vietnam, se levanten en EEUU y Europa (incluyendo también ahora a Rusia) poderosos movimientos populares que obliguen a sus actuales gobernantes a seguir los pasos de los tres presidentes latinoamericanos arriba citados, aunque sea por mero instinto de conservación; y que lo mismo ocurra en el resto del mundo, a partir de la enérgica movilización de todos los pueblos, que deben advertir que su propia supervivencia está hoy amenazada por la posibilidad más que nunca real de un holocausto nuclear de alcances planetarios.

Bibliografía mínima

José de la Fuente Arancibia y Ricardo Salas Astraín (orgs.), "Introducción al Ecomunitarismo y a la educación ambiental. Lectura chilena de la obra de Sirio López Velasco", gratuitamente disponible en https://library.oapen.org/handle/20.500.12657/51640

en https://zenodo.org/record/5745105#.YaZXEdDMI2w

en https://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/handle/10535/10827

y en https://es.scribd.com/document/561776175/Introduccion-Al-Ecomunitarismo-y-Educacion-Ambiental



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Sirio López Velasco

Uruguayo-brasileño-español. Filosofo y Lingüista, profesor universitario jubilado

 lopesirio@hotmail.com

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