Es un tiempo muy complicado, donde todo ha ido descubriéndose tras los hechos armados por el rompecabezas del narcotráfico. Hablar de todos sus avances con el poder de sus fortunas demuestra a estas horas su inquebrantable intención de detenerse. Desde tiempos cercanos se escuchan intenciones de hablar, pero el problema se presentará cuando la verdad de quienes invierten sus estruendosas ganancias sea denunciada por todas las notas de su voz. No habrá perdón para nadie.

Las deportaciones de México y Colombia y el apuro de la DEA por tener a todas sus piezas abandonadas ahora en sus desgracias solo buscan arrimar sustitutos para la nueva versión de drogas sintéticas como el fentanilo. Ahora el negocio será solo de los gringos. Son sus principios cuando sus líderes creen que sus incomodidades no se deben dejar pasar.

Rutas, mercados, líderes, inversiones y personajes ocultos se mueven por territorios tranquilos mientras sus regiones arden. Por eso las piezas claves pierden apoyo tratando por todos los medios de detener a unos carteles denominados malos —Colombia y México— mientras otros como los carteles europeos y gringos son protegidos en silencio, ósea los buenos.

Hay una reciente historia la cual nace a partir de 1985 en la cual muchos han estado pendientes de las ganancias, mercados y rutas de su desaforado crecimiento. Sus conflictos traspasaron fronteras dejando sus mercados encendidos mientras el camuflaje al tener mucho dinero ocupa hasta lo intocable de algunos palacios presidenciales.

Las potencias occidentales controlan sus ganancias en un primer plano: lo financiero. El canon de protectores se amplió representando con ello circunstancias mucho más peligrosas tras la entrega de cantidades increíbles de armas y municiones para mantener despejadas la libertad de sus operaciones.

Hasta dónde llegará la tranquilidad de gobiernos y líderes para terminar en desgarrar la complicidad de Washington traducida en consejeros, asesores, expertos, militares, policías y su poder judicial de cadenas perpetuas, ya la misma está haciendo aguas.

Pero la ruptura llegará a occidente y ni sus increíbles crímenes internacionales por encargo dejarán de hacernos saber el deliberado arrase hacía sus fronteras las cuales llegarán a sus sitios de origen: EE.UU. y Europa. Todo ese cuento de misiones de paz, reconciliación, comisiones, perdón, inmigrantes, y olvido nos sorprenderán tras lo que nos enteremos.

Nada detendrá el nuevo escándalo mundial que arrasa a la "Casa Negra de Washington" con el narcotráfico. Se dejarán de lado espacios de publicidad que hábilmente han ocupado la CIA, DEA y el FBI, haciendo creer al mundo que era algo separado de la Oficina Oval por parte de unos generales indisciplinados como lo anunciado tras su salida de Afganistán donde aludieron desorden, corrupción y fatiga, pero la verdad es que sus socios los Talibanes han quedado como los ejecutores de sus ganancias yendo en sociedad con la Casa Blanca.

Este tema se mirará en prolongadas, veloces y agresivas declaraciones de las cúpulas del narcotráfico, quienes desde hace años quieren hablar, será pronto y las consecuencias no dejarán de ser devastadoras pues no habrá poder que pueda detenerlos.

Un mundo que nos presentaron en secreto de pruebas que esconden economías ilícitas más interdicción, nos mostrarán como la droga creció y desbordó la destrucción de muchos modelos buscando el suyo propio y de cómo sus operaciones mantienen buena parte de las finanzas mundiales.