"Imposible la reforma judicial", AMLO: ¿lo mismo después, al decir, imposible la transformación?

1. Sólo recuerdo que lo primero importante –que aplaudí con fuerza- que hizo el presidente de El Ecuador (Bukele) al poco tiempo de ascender al gobierno en 2020, fue cesar a los jueces con 60 años de edad; la votación fue de 63 de los 84 diputados reaccionarios. Inmediatamente el gobierno yanqui protestó y obligó a su embajadora a abandonar el país. Luego me enteré que metió a la cárcel a miles de jóvenes "salvatruchas", muy delincuentes, pero también escribí un artículo por los salvajes tratos que recibieron esos jóvenes "delincuentes" hecho y obligados por el capitalismo que los crea, los junta, los obliga a delinquir, llevándolos al "castigo ejemplar".

2. Ayer el presidente López Obrador declaró que será "imposible la reforma judicial" en México porque la mayoría de los jueces o ministros son enemigos de su gobierno; que la misma presidenta electa ayer, ha votado contra todas sus propuestas. Lo que sucedió es que cuando AMLO –al principio de su gobierno –cuando pensaba que tenía mucha fuerza y contaba con mucha mayoría el legislativa debió avanzar contra sus enemigos declarados: el INE, la Suprema Corte, imponer una reforma fiscal para que paguen más los millonarios y encarcelar a los expresidentes y sus gabinetes que han desfalcado al país, demostró miedo, cobardía y actuó como blandengue.

3. Hoy que le faltan menos de dos años de gobierno a AMLO –interrumpidos por campañas y gobierno electo- quizá se ponga a llorar por que no pudo. Su sucesor tendrá enormes dificultades porque no tendrá "la fuerza" para transformar nada. Como veo la situación quizá se lograrían avances truncados si: a) AMLO decide reelegirse o b) se proclama un gobierno plural, firmado mediante un protocolo, con empresarios y todos los partidos. Pienso que, de ahora en adelante, los amos del capital, el ejército y poderosos dueños de medios de información, se reunirán con AMLO para demostrarle que se ha empezado a caer y que es tiempo que negocien.

4. No he sido ni anti AMLO ni pro AMLO; por décadas he sido antisistema capitalista que he visto que todos los gobiernos del país han seguido sin ninguna duda a los grandes empresarios y los intereses del imperio yanqui. Toda mi vida fui activista y hoy por vejez sólo me toca leer, pensar y escribir. Muchos de mis planteamientos pueden parecer imposibles, utópicos, locos; pero de acuerdo a Marta Harnecker: "hay que buscar hacer posible lo imposible". Puta, si sólo vivimos pensando en lo posible, entonces no tiene chiste la vida. Me dicen que el capitalismo nunca será destruido; yo digo que sí, siempre que donde estemos trabajemos por ello.

5. Con los solos procesos electorales el capitalismo se agranda, se ensancha, se hace más fuerte. Quizá la línea guerrillera no se levante por gran fortaleza de los amos del capital; pero la línea de masas, las movilizaciones en las calles, las poderosas huelgas, los bloqueos permanentes, nunca serán derrotados, aunque los capitalistas busquen comprar a los líderes o los persigan hasta ser asesinados. Esas poderosas movilizaciones crearán gobiernos dentro de ellas mismas que ahora sí, sin demagogia, "gobernarán obedeciendo". Para ello hay que crear una enorme conciencia de clase social que se irá fortaleciendo mediante la educación crítica y la movilización. (4/I/22)



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Pedro Echeverría


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