III Guerra Mundial: ¿Por qué? y ¿Para qué?

Quizás podamos remontarnos al tiempo previo a la I Guerra Mundial, basto un pequeño empujo. Podemos analizar las motivaciones de Hitler para lanzarse la II Guerra Mundial, como fueron la imposición del orden mundial nazi y la captura del Espacio Vital (los yacimientos energéticos y minerales estratégicos fuera de la frontera del III Reich). Lo cierto es que posterior a la II Guerra Mundial se estableció un Nuevo Orden Mundial por los espacios vitales en el tercer mundo, como se le bautizó a nuestros países. La alianza occidental G-7 logró el objetivo de Hitler, y cuando desaparece el segundo mundo (la geoesfera soviética), podríamos afirmar que hasta étnicamente el proyecto de Hitler se consolida con la supremacía de la anglo geoesfera en el mundo.

La anglo geoesfera impuso su sistema financiero (FED, Banco de Inglaterra, FMI, BM y sus bancos centrales súbditos en las naciones dominadas), su sistema político ONU y sus satélites para la Alimentación, Educación y Salud, su sistema económico OMC, y por supuesto la seguridad militar mundial (OTAN y sus Estados aspirantes con sus fuerzas armadas para sofocar cualquier desobediencia interna). A esas supraestructuras se les conoce como democracia occidental con sede en Washington D.C. y sus ciudades satélites Londres, Bruselas y Tokio, a este mega cascaron se le añadió la narrativa ideológica del Estado de Derecho y separación de poderes, siendo los medios de comunicación el cuarto poder encargado de grabar en la mente colectiva el credo de las libertades.

Sin embargo, a pesar de las "buenas intenciones occidentales por un mundo mejor", inmediatamente después de la II Guerra Mundial, el nuevo orden empezó a pasarse esas santas intenciones por donde mejor le daba la gana, acción irreverente hasta hoy en día. En reacción a la irrespetuosa actitud occidental emerge con el umbral del presente siglo voces disidentes, clamando por la reforma o por el cambio del orden mundial agotado, para no decir, prostituido, cuyo resultado es la desproporcional acumulación de riquezas por parte del 1% a costa de la pobreza humana del 99% de la población y del deterioro continuo del planeta.

Obviamente que la Venezuela independentista, como siempre y marcada por el destino providencial para este loable propósito, ha elevado su voz crítica constructiva con la rama de olivo en la mano en contra de la desnaturalización de la vida humana. Las naciones han madurado a sangre y fuego. Las naciones reclaman un nuevo orden mundial justo y protector de la vida humana y del planeta. No voy a profundizar en el contexto nacional por espacio y tiempo. En estas líneas mi enfoque está en el avenimiento de la III Guerra Mundial, que para los expertos en geopolítica es casi un hecho (https://investigacionusp.ceu.es/es/ipublic/researcher/271865 , entre otros).

El para qué de la III Guerra Mundial. ¡Al grano! De una pues pongo el dedo sobre la llaga: el sistema financiero global (FED, Banco de Inglaterra, FMI, BM y bancos centrales súbditos). Inspirándome en el apóstol Pablo: la raíz de todos los males es el amor al dinero, y sobre la base materialista de la historia económica bien estudiada por Marx – Engels, la acumulación de riqueza logró la cúspides con el modelo impuesto post II Guerra Mundial, pero a la vez, su caída al obligar a las naciones a endeudarse y también a la población, en especial, a la clase media, motor de la microeconomía. En este enlace podrán disfrutar el proceso de auge y caída de los imperios (https://youtu.be/R34NjxDnhi4 ).

Una vez con el control de la macro- y la microeconomía, ya sólo faltaba la imposición del salario mínimo a las masas, con ello se cierra el ciclo vicio que condena al endeudamiento total continuo. Contra los tipos de deuda se gestan los diversos e inmorales intereses de pago, es decir, sobre una base monetaria mínima físicamente producida (PIB de cada nación, sueldos y salarios de cada trabajo), este es el 3% del circulante mundial. El otro 97% del circulante es creado artificialmente, con números digitales, es el dinero comercial bancario, cuya gula crematística es el interés y con ella, la otra bestia: la lujuria de instrumentos financieros creados y por crear.

Voy a extenderme un poco en este punto neurálgico. Un ejemplo simple para que todos podamos comprender la magnitud de la dominación fundamental. Una persona tiene una tarjeta de crédito con un límite o sin límite. Esa tarjeta ES una recarga digital numérica que otorga la marca de la tarjeta de crédito y el gentil banco. La tarjeta es aceptada en virtud de la marca de confianza, igual que el dinero físico es aceptado por el respaldo del banco central respectivo, sólo que éste emite dinero físico producido con respaldo por lo general, con excepciones estratégicas, caso Venezuela y casi todas las naciones como podrán ver el segundo enlace que les dejé más arriba; mientras el emisor de la tarjeta recibe nuestro dinero físicamente producido (nuestra vida laboral) a favor de los números digitales asignados a cada tarjeta. El presente ejemplo enlaza a la macroeconomía y microeconomía, pero es sólo un ejemplo, de los tantos más sofisticados existentes, que podemos estudiar en el libro titulado: ¿Where does the money come from? (9 US$), o en el enlace https://www.youtube.com/watch?v=MTHgCyjgU7I&list=PL1E0BRPsPU0fC3Zb1tzTjfgNBGU-IbAbs

En definitiva el poder del dinero es el foco de atención de las supraestructuras y modelo político económico liberal, es decir, la democracia indirecta. A este estilo de vida con más de 500 años en vigor las elites no van a renunciar ni para una leve reforma a favor del oxígeno para revitalizar el agotamiento histórico, simplemente ya no hay masa gris para generar más teorías hipócritas. Por lo tanto, aunque los líderes políticos y económicos de la anglo-geoesfera lo saben, están arrinconados en su propio laberinto. El espejismo de las sanciones así lo demuestran, ni como arma bélica funciona el economicismo totalitario.

En consecuencia no hay más salida que la destrucción de los muros del laberinto: la III Guerra Mundial. ¿Para qué? Seré sucinto:

  1. Nuevo Orden financiero Estatal multinacional. Quizás sea conveniente sacar lo bueno del Banco Central Europeo, y mejorarlo en función de las inequidades, quizás menos cruel que lo aplicado a Grecia, Italia, España. Quizás tomando en cuenta a la deuda histórica infringida a las naciones proveedoras del capitalismo post Colón. El tema de la banca privada será un gran debate, al igual que las bolsas mercantiles y derivados financieros (to be or not to be).

  2. El modo de producción y sus medios tienen que cambiar hacia la preservación del planeta y la dignificación del trabajo. El consumo del ser humano será el centro del debate. De aquí emergerán los acuerdos internacionales para el comercio. Lo cierto es que es inconcebible que las materias primas naveguen por los océanos y mares para ser transformadas en otros lugares. El valor agregado es in situ y de allí parte su comercio local, nacional, e internacional. Lo que significa que la transferencia tecnológica multilateral tendrá que ser (have to be). La mano de obra especializada podrá ser asignada donde se requiera, hoy en día en un hecho, presencial, teletrabajo o hibrido. ¡Eureka!, algo favorable aprendimos de la COVID-19. En esta línea estratégica encajará el tema tributario nacional y personal, aspecto manejado por Cuba con sus médicos, claro consensuado mediante leyes participativas.

  3. El nuevo credo de la democracia tendrá que ser repensado en función de las igualdades, es decir, del fomento de la cooperación como se señala en las dos primeras líneas estratégicas. Pero aquí está el gran tema: el rol protagónico y directo del nuevo ciudadano. Empoderados por la conciencia histórica y por el sufrimiento de la III Guerra Mundial TENDREMOS que retomar los valores originarios para abordar los desafíos por la construcción de la sociedad justa y amante de la paz. El Nuevo Orden Mundial tendrá que desechar el ciclo histórico del auge y caída. Han pasado 77 años del orden mundial agotado, y la amenaza del conflicto bélico se acerca inevitablemente.

Consideraciones finales: mi intención es promover la previsión oportuna y pertinente para encarar este escenario potencial. El campo de batalla será Europa, ya es. Espero que el uso de las armas nucleares no sea considerado. Cuando pasó el accidente de Chernóbil (1986); yo estaba a más de 2 mil kilómetros de distancia, y la radiación llegó. Estuvimos en cuarentena 2 semanas, tomamos pastillas de yodo. La lluvia contaminó todo la hierba, se tuvo que desechar la leche vacuna, y otros alimentos. Tenemos que pensar en el gran contingente humano abandonando al viejo continente. En pensar en los espacios fuera de Europa, alimentación y agua, asistencia médica y psicológica / espiritual es prioridad. El flujo migratorio será revertido. Es importantísimo planificar y organizar el manejo y control de caos venidero.

¿Cuándo empezará? No lo sé, puede ser en cualquier momento, un sólo empujo y se predio la sampablera. Todas las partes están bélicamente preparadas desde hace tiempo. El tono de las retoricas ofensivas sigue aumentado. El tema de Ucrania paralizó a la diplomacia, y de una todas las naciones de la OTAN están en la guerra indirectamente, y directamente han acelerado el colapso económico mundial (iniciado por la crisis del 2008 y la COVID-19), mediante las masivas sanciones económicas impuestas a Rusia. China observa y va calibrando sus intereses geopolíticos en su espacio vital, igual India. Estos tres colosos jugarán un rol fundamental, igual las naciones musulmanas del Medio Oriente. El resentimiento histórico contra la anglo-geoesfera será manifestado en todas las regiones del planeta. Veremos "amigos" descubrirse como enemigos, y seremos testigos de alianzas de enemigos. La anglo-geoesfera quedará sola.

¿Cuánto tiempo durará la III Guerra Mundial? Será breve. Nuevamente espero que el uso nuclear no sea considerado, y si lo fuera tendrá que ser limitado, como disuasión realmente ejecutada. En todo caso no será el fin del mundo. La anglo-esfera se verá sola en el orden mundial creado y acabado, internamente también es una burbuja opresora de su población. Pero por encima de todo, el liderazgo ha desaparecido. Toda guerra termina con un acuerdo de paz, y la parte vencida cede el paso a la parte ganadora. De la última guerra mundial emergieron dos bloques contradictorios entre sí, esperemos haber aprendido de esa lección, y que de ésta por llegar germine la síntesis multilateral.



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Edwin Medina


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